WEEEEEEE!
Y ahora, porque apesto, el primer capitulo!!!
Capítulo 1º.
Sora y Riku solían compartir todas las cosas. Hablaban de sus historias, de sus sueños, de lo que hacían y de todas esas cosas que no podían contarle a Kairi.
En la tarde mientras terminaban de preparar la balsa, Sora había notado que Riku parecía un poco distante. Quizá los demás no notaran la diferencia, pero él lo conocía mejor que nadie.
También Sora sabía muy bien que cuando Riku estaba pasando por algo de lo que no quería hablar ni con él ni con Kairi algo estaba yendo mal.
Esos pensamientos y la cercanía de la partida habían mantenido a Sora despierto aún muy entrada la noche. Llevaba ya más de una hora intentando calmarse y cerrar los ojos para dormirse, cuando sintió el cambio en el ambiente. Un poco curioso abrió los ojos y se asomó a la ventana.
Lo recibió la vista de lo que claramente eran los comienzos de una tormenta. Iba a cerrar la ventana cuando una cosa se le paso por la mente.
La balsa.
La noche había encontrado a Riku sentado en el tronco del árbol de paopu y la tormenta lo había sorprendido exactamente ahí.
Se puso de pie de un salto, tenía que asegurar la balsa o no habría salida mañana. No pudo evitar pensar que era extraño que hubiera una tormenta para empezar, ya que en la mañana todo había parecido perfectamente calmo, pero ese detalle fue descartado en favor de algo mucho mas importante.
Notó que algo se movía en el piso. Era una sombra, que no pertenecía a nada. Un par de ojos amarillos lo observaron y luego otro y otro...
Estaba rodeado de ellas, estaban en todas partes, con aquellos ojos amarillos y sus cuerpos compuestos totalmente de sombras... Aquellas criaturas le causaban la más extraña sensación de incomodidad.
Riku las recordaba. Las había visto en un sueño... O algo similar, y por un momento se preguntó si acaso eso no era más que otro sueño...
Esquivó un golpe y luego otro. Se movió entre las sombras lo más rápido que pudo, sabía más que bien que una espada de madera no haría mucho contra ellas, y se sorprendió un poco cuando las vio pausar los ataques y levantar las cabezas al unísono. Todas las miradas se dirigían al pequeño puerto ahora.
Un bote estaba llegando a la isla, y Riku sabía perfectamente quien era que estaba allí.
Sora.
Corrió tan rápido como pudo, las criaturas que lo habían atacado lo siguieron, y mientras más avanzaba más se sumaban al paso. Podía ver a Sora perfectamente ahora, intentando alejar a aquellas sombras con su espada mientras se acercaba corriendo.
Se encontraron en medio de la playa.
Sus miradas se cruzaron y se mantuvieron por unos segundos, ninguno de los dos parecía entender claramente que sucedía, pero sabían dos cosas. La primera, que tenían que defenderse el uno al otro, y la segunda, que tenían que llegar a la balsa pronto.
Corrieron tan rápido como podían sin mirar atrás. Sora notó un jalón en un pie y cayó. Las uñas de la sombra le lastimaban la pierna y sin importar cuanto la pateara con el pie libre aquella criatura no parecía sentir nada. Sin darse cuenta gritó lo primero que se le vino a la cabeza.
Riku escuchó su nombre y se detuvo en seco. Giró y corrió de vuelta, no había notado cuando era que Sora había perdido el paso, pero sabía que tenía que hacer. Sacó su espada y se dirigió a la sombra que mantenía atrapado a su amigo...
Por un momento, el tiempo se detuvo.
Riku escuchó una voz, aquella voz que le hablaba en sus sueños... Una voz dulce que le susurraba al oído, una voz que solo el podía escuchar...
Una suave calidez lo recorrió y supo que debía hacer.
Los ojos de Sora se abrieron como platos al ver la luz repentina. Un par de golpes y aquella sombra, fuera lo que fuera, había desaparecido. Los dos jóvenes se observaron en silencio un momento, y las miradas de ambos se dirigieron a lo que fuera que estaba en las manos de Riku ahora... Él estaba quizá tan perplejo como Sora...
Se dirigieron una pequeña mirada cómplice y Riku le extendió la mano al más joven para ayudarlo a ponerse de pie.
Retomaron el camino, el mayor llevaba la delantera atacando a las sombras, y el menor iba detrás cuidando las espaldas de ambos.
Sora intentó abrir la puerta, mientras Riku se encargaba de las criaturas que aún los atacaban.
"Está cerrada." Informó el de cabellos castaños, rompiendo el silencio que parecía haber sido una regla en esa noche.
"Vamos por el otro camino." Respondió el otro, mientras comenzaba a andar.
Habían olvidado el miedo que ambos habían sentido al comienzo.
Era una situación extraña, irreal...
"La puerta..." Había susurrado Riku, y Sora había entendido exactamente de que hablaba. Aquella puerta, la que no podía abrirse... La puerta del lugar secreto.
Kairi había vuelto a la isla en la noche. Estaba un poco ansiosa en cuanto al viaje y quería revisar que todo estuviera en orden con la balsa. Había estado por abandonar la isla cuando una voz, una voz que le era extrañamente familiar, la había llamado.
Había seguido aquella voz hasta la pequeña cueva y, sin entender exactamente que era lo que pasaba, había entrado en busca de aquella persona que la llamaba. No había encontrado más que dibujos en las paredes y una puerta cerrada que no sabía como abrir.
Entonces había comenzado la tormenta y se había quedado adentro para esperar a que el tiempo se calmara.
Cuando Sora y Riku entraron, Kairi no pudo evitar dar un pequeño salto. Los dos jóvenes la vieron perplejos y los tres guardaron silencio por un momento.
"¿Kairi?" Murmuró el de cabellos castaños, aún sorprendido.
"¿Están esperando a que pase la tormenta...?" Preguntó ella, no exactamente consciente de lo que sucedía afuera de la gruta.
"No viste hacia afuera, ¿Verdad?" Fue la respuesta de Riku.
"No te separes de nosotros." Agregó Sora y ella asintió. Con cuidado, deslizó una de sus manos en la de cada uno de los chicos y aguardó.
"Ahí viene..." Susurró Riku, y esas fueron las últimas palabras que cualquiera de los tres dijo esa noche.
... No me peguen, me gustaba el mediocliffie, y para hacerlo peor, apesto TANTO escribiendo cualquier clase de escena de pelea... sigh, no se que tanto dure con este golpe conejastico de inspiracion xD
Pero si, creo que estoy haciendolo rushed, yet not, medio como se sentía el comienzo del juego, rushed, yet not, yet whatever...
Dunno, me gusta más de lo que creía, pero quiero llegar a los capítulos de mas adelante para poder escribir decentemente sobre historia y sentimientos xDDDD
Si me alimentan, aunque sea con tomates, sere feliz xD
Capítulo 1º.
Sora y Riku solían compartir todas las cosas. Hablaban de sus historias, de sus sueños, de lo que hacían y de todas esas cosas que no podían contarle a Kairi.
En la tarde mientras terminaban de preparar la balsa, Sora había notado que Riku parecía un poco distante. Quizá los demás no notaran la diferencia, pero él lo conocía mejor que nadie.
También Sora sabía muy bien que cuando Riku estaba pasando por algo de lo que no quería hablar ni con él ni con Kairi algo estaba yendo mal.
Esos pensamientos y la cercanía de la partida habían mantenido a Sora despierto aún muy entrada la noche. Llevaba ya más de una hora intentando calmarse y cerrar los ojos para dormirse, cuando sintió el cambio en el ambiente. Un poco curioso abrió los ojos y se asomó a la ventana.
Lo recibió la vista de lo que claramente eran los comienzos de una tormenta. Iba a cerrar la ventana cuando una cosa se le paso por la mente.
La balsa.
La noche había encontrado a Riku sentado en el tronco del árbol de paopu y la tormenta lo había sorprendido exactamente ahí.
Se puso de pie de un salto, tenía que asegurar la balsa o no habría salida mañana. No pudo evitar pensar que era extraño que hubiera una tormenta para empezar, ya que en la mañana todo había parecido perfectamente calmo, pero ese detalle fue descartado en favor de algo mucho mas importante.
Notó que algo se movía en el piso. Era una sombra, que no pertenecía a nada. Un par de ojos amarillos lo observaron y luego otro y otro...
Estaba rodeado de ellas, estaban en todas partes, con aquellos ojos amarillos y sus cuerpos compuestos totalmente de sombras... Aquellas criaturas le causaban la más extraña sensación de incomodidad.
Riku las recordaba. Las había visto en un sueño... O algo similar, y por un momento se preguntó si acaso eso no era más que otro sueño...
Esquivó un golpe y luego otro. Se movió entre las sombras lo más rápido que pudo, sabía más que bien que una espada de madera no haría mucho contra ellas, y se sorprendió un poco cuando las vio pausar los ataques y levantar las cabezas al unísono. Todas las miradas se dirigían al pequeño puerto ahora.
Un bote estaba llegando a la isla, y Riku sabía perfectamente quien era que estaba allí.
Sora.
Corrió tan rápido como pudo, las criaturas que lo habían atacado lo siguieron, y mientras más avanzaba más se sumaban al paso. Podía ver a Sora perfectamente ahora, intentando alejar a aquellas sombras con su espada mientras se acercaba corriendo.
Se encontraron en medio de la playa.
Sus miradas se cruzaron y se mantuvieron por unos segundos, ninguno de los dos parecía entender claramente que sucedía, pero sabían dos cosas. La primera, que tenían que defenderse el uno al otro, y la segunda, que tenían que llegar a la balsa pronto.
Corrieron tan rápido como podían sin mirar atrás. Sora notó un jalón en un pie y cayó. Las uñas de la sombra le lastimaban la pierna y sin importar cuanto la pateara con el pie libre aquella criatura no parecía sentir nada. Sin darse cuenta gritó lo primero que se le vino a la cabeza.
Riku escuchó su nombre y se detuvo en seco. Giró y corrió de vuelta, no había notado cuando era que Sora había perdido el paso, pero sabía que tenía que hacer. Sacó su espada y se dirigió a la sombra que mantenía atrapado a su amigo...
Por un momento, el tiempo se detuvo.
Riku escuchó una voz, aquella voz que le hablaba en sus sueños... Una voz dulce que le susurraba al oído, una voz que solo el podía escuchar...
Una suave calidez lo recorrió y supo que debía hacer.
Los ojos de Sora se abrieron como platos al ver la luz repentina. Un par de golpes y aquella sombra, fuera lo que fuera, había desaparecido. Los dos jóvenes se observaron en silencio un momento, y las miradas de ambos se dirigieron a lo que fuera que estaba en las manos de Riku ahora... Él estaba quizá tan perplejo como Sora...
Se dirigieron una pequeña mirada cómplice y Riku le extendió la mano al más joven para ayudarlo a ponerse de pie.
Retomaron el camino, el mayor llevaba la delantera atacando a las sombras, y el menor iba detrás cuidando las espaldas de ambos.
Sora intentó abrir la puerta, mientras Riku se encargaba de las criaturas que aún los atacaban.
"Está cerrada." Informó el de cabellos castaños, rompiendo el silencio que parecía haber sido una regla en esa noche.
"Vamos por el otro camino." Respondió el otro, mientras comenzaba a andar.
Habían olvidado el miedo que ambos habían sentido al comienzo.
Era una situación extraña, irreal...
"La puerta..." Había susurrado Riku, y Sora había entendido exactamente de que hablaba. Aquella puerta, la que no podía abrirse... La puerta del lugar secreto.
Kairi había vuelto a la isla en la noche. Estaba un poco ansiosa en cuanto al viaje y quería revisar que todo estuviera en orden con la balsa. Había estado por abandonar la isla cuando una voz, una voz que le era extrañamente familiar, la había llamado.
Había seguido aquella voz hasta la pequeña cueva y, sin entender exactamente que era lo que pasaba, había entrado en busca de aquella persona que la llamaba. No había encontrado más que dibujos en las paredes y una puerta cerrada que no sabía como abrir.
Entonces había comenzado la tormenta y se había quedado adentro para esperar a que el tiempo se calmara.
Cuando Sora y Riku entraron, Kairi no pudo evitar dar un pequeño salto. Los dos jóvenes la vieron perplejos y los tres guardaron silencio por un momento.
"¿Kairi?" Murmuró el de cabellos castaños, aún sorprendido.
"¿Están esperando a que pase la tormenta...?" Preguntó ella, no exactamente consciente de lo que sucedía afuera de la gruta.
"No viste hacia afuera, ¿Verdad?" Fue la respuesta de Riku.
"No te separes de nosotros." Agregó Sora y ella asintió. Con cuidado, deslizó una de sus manos en la de cada uno de los chicos y aguardó.
"Ahí viene..." Susurró Riku, y esas fueron las últimas palabras que cualquiera de los tres dijo esa noche.
... No me peguen, me gustaba el mediocliffie, y para hacerlo peor, apesto TANTO escribiendo cualquier clase de escena de pelea... sigh, no se que tanto dure con este golpe conejastico de inspiracion xD
Pero si, creo que estoy haciendolo rushed, yet not, medio como se sentía el comienzo del juego, rushed, yet not, yet whatever...
Dunno, me gusta más de lo que creía, pero quiero llegar a los capítulos de mas adelante para poder escribir decentemente sobre historia y sentimientos xDDDD
Si me alimentan, aunque sea con tomates, sere feliz xD