Hace demasiado frío en esta habitación.
Amanece.
Los primeros rayos de luz se cuelan por su ventana.
Al otro lado de ésta, se advierte una estampa invernal, con la nieve acumulándose en cada rincón.
Ella lleva ya un buen rato levantada. En realidad, quizá ni siquiera se había acostado. Sentada frente a su pequeña mesa, junto a la ventana, se refugia del frío bajo una suave manta y con un chocolate caliente entre sus manos.
Su mirada está perdida al otro lado del cristal, esperando, tal vez, que alguna señal caiga entre los copos de nieve. O puede que tan solo esté evadiéndose de la realidad.
Sobre la mesa hay un cuaderno. Ella ha escrito algo en él. Desde aquí solo podemos distinguir algunas palabras: Te echo de menos. ¿Una carta, quizá?
En realidad, a ella no la conocemos mucho. No sabemos su nombre, ni lo que piensa. No sabemos lo que escribe ni a quién va dirigido. Solo sabemos que le gusta el chocolate caliente, y que está sufriendo.
¿Qué por qué sabemos esto último? Es fácil. Ni siquiera el calor de su bebida favorita es capaz de borrar las marcas que las lágrimas dejaron en sus mejillas.
thelostcrux