hetalia ; entre familias y la desición de un hombre | varios personajes
Día familia
Latin Hetalia | Venezuela, Ecuador, Colombia.
371 Palabras | Drabble
venezuela/ecuador/colombia
Ecuador se interpuso entre ellas. (¡Hey, que son mujeres!). Colombia se acomodó la cinta de su cabello. Venezuela se cruzó de brazos y dio la espalda. Quizás la idea de Perú no fue buena. (Algo en la risotada de Brasil debió advertirles).
-A ver, ¿por qué no podemos cenar en paz con ustedes dos? -preguntó Ecuador, tanteando otra táctica, más directa y que ataque el orgullo. (Después de todo, él sabe que ambas se quieren porque es imposible no quererse. Lo sabe porque las ve y eso no tiene mayor precio).
-¡Dígale primero a ella que se comporte! -exclamó Venezuela con los brazos cruzados, el cuerpo ladeado y un pequeño tic en el pie. Colombia negó con la cabeza.
-¿Comportarme, yo? ¡Usted fue la primera en insultarme por la ensalada! -Y a pesar de que seguir discutiendo era una pérdida de tiempo, Colombia no podía evitar no responder.
¡Y es que quejarse por ponerle sal común a la ensalada…!
-¡Cállense! ¿No ven la tontería que están haciendo? ¡Usted, discúlpese con la Vene! -obviamente, Venezuela sonrió- ¡Y usted, Vene, discúlpese con la Coco!
-¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no haré eso! ¡Yo no he hecho nada para pedir disculpas!
-¡Me tienen cansado! -Ecuador perdió la paciencia, levantándose de su asiento se acercó a ambas naciones y tomó una mano contraria de la otra, extendiéndolas y obligándolas a entrelazarlas-. ¡Acuérdense de esto, que es lo que verdaderamente vale!
Colombia miró a Ecuador de reojo. Venezuela hizo una mueca delicada con su boca. (Y ambos recordaban, a su vez, cuando eran niñas y jugueteaban el puerto. Los abrazos en la noche. Las lágrimas secadas. El compañerismo.
«¡Tu cabello es tan lindo, Vene!»
«¿Quieres que te peine, Coco?»
Recuerdos que, quizás, nunca se fueron. Pero estuvieron tan enterrados… que, ahora, dolían un poco).
Las dos naciones se observaron, compartiendo ese lenguaje que a veces a Ecuador le daba envidia. Pero, hey, es una buena señal.
A pesar de que sus manos se soltaron rápidamente, ninguna volvió a discutir con la otra en lo que restó del día. Y, al menos, Ecuador descansó de tanto griterío.
(Y quizás, no fue tan malo después de todo, pasar el día con la familia).
¡Esfuérzate, Manuel!
Latin Hetalia | Argentina/Chile
263 Palabras | Drabble
argentina/chile
-«Cuando intento decirte que te odio, no es verdad»
Capitanía General de Chile se cruzó de brazos y de piernas, ladeando el rostro; pensó que ese ¡Te detesto! había quedado bien en claro.
-«Porque sé que en realidad… mm…»
Y al no verlo, entendió que estaba solo. (Y no supo qué dolió más).
-«Con mentiras trato de escapar de ti»
Capitanía General de Chile empujó al niño de cabellos rubios, haciéndole una mueca de asco. (¡Aléjate de mí, huinca tarado!)
-«Quisiera expresar todo lo que hay en mi corazón»
Y esa vez, Capitanía no pudo huir; puede porque sus piernas temblaban, o su sonrojo quemaba, o porque… simplemente, su manito rozó la de Virreinato del Río de la Plata sin darse cuenta y la apartó enseguida.
-«Perdóname»
Capitanía se mordió el labio inferior y ladeó el rostro. (Aceptar esa flor no significa nada, Virreinato, aún le pareces desagradable).
-«Deja de sentirte mal»
El pequeño niño sonrió un poco, rozando la otra manito. (Pero, esta vez, Capitanía no la apartó).
-«Porque aún si sientes temor... »
Martín sólo abrazó a Manuel desde los hombros, por atrás, acercándolo a su cuerpo. (Y que no, que no dijeran nada de lo correcto que se siente).
-«Hoy quiero expresar todo lo que hay en mi corazón»
Manuel apretó los ojos, el corazón latiendo tan rápido que asusta; pero no pensó en ello y sólo atinó a darse cuenta que la piel de Martín también podía ser cálida.
-«Esfuérzate, Manuel»
Quizás, por esas pocas veces, Martín cerró su boca. (Y por eso, Manuel le agradeció… sólo un poquito).
Y para más información, vea este video ñoño. ♥
Latin Hetalia | Venezuela, Ecuador, Colombia.
371 Palabras | Drabble
venezuela/ecuador/colombia
Ecuador se interpuso entre ellas. (¡Hey, que son mujeres!). Colombia se acomodó la cinta de su cabello. Venezuela se cruzó de brazos y dio la espalda. Quizás la idea de Perú no fue buena. (Algo en la risotada de Brasil debió advertirles).
-A ver, ¿por qué no podemos cenar en paz con ustedes dos? -preguntó Ecuador, tanteando otra táctica, más directa y que ataque el orgullo. (Después de todo, él sabe que ambas se quieren porque es imposible no quererse. Lo sabe porque las ve y eso no tiene mayor precio).
-¡Dígale primero a ella que se comporte! -exclamó Venezuela con los brazos cruzados, el cuerpo ladeado y un pequeño tic en el pie. Colombia negó con la cabeza.
-¿Comportarme, yo? ¡Usted fue la primera en insultarme por la ensalada! -Y a pesar de que seguir discutiendo era una pérdida de tiempo, Colombia no podía evitar no responder.
¡Y es que quejarse por ponerle sal común a la ensalada…!
-¡Cállense! ¿No ven la tontería que están haciendo? ¡Usted, discúlpese con la Vene! -obviamente, Venezuela sonrió- ¡Y usted, Vene, discúlpese con la Coco!
-¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no haré eso! ¡Yo no he hecho nada para pedir disculpas!
-¡Me tienen cansado! -Ecuador perdió la paciencia, levantándose de su asiento se acercó a ambas naciones y tomó una mano contraria de la otra, extendiéndolas y obligándolas a entrelazarlas-. ¡Acuérdense de esto, que es lo que verdaderamente vale!
Colombia miró a Ecuador de reojo. Venezuela hizo una mueca delicada con su boca. (Y ambos recordaban, a su vez, cuando eran niñas y jugueteaban el puerto. Los abrazos en la noche. Las lágrimas secadas. El compañerismo.
«¡Tu cabello es tan lindo, Vene!»
«¿Quieres que te peine, Coco?»
Recuerdos que, quizás, nunca se fueron. Pero estuvieron tan enterrados… que, ahora, dolían un poco).
Las dos naciones se observaron, compartiendo ese lenguaje que a veces a Ecuador le daba envidia. Pero, hey, es una buena señal.
A pesar de que sus manos se soltaron rápidamente, ninguna volvió a discutir con la otra en lo que restó del día. Y, al menos, Ecuador descansó de tanto griterío.
(Y quizás, no fue tan malo después de todo, pasar el día con la familia).
¡Esfuérzate, Manuel!
Latin Hetalia | Argentina/Chile
263 Palabras | Drabble
argentina/chile
-«Cuando intento decirte que te odio, no es verdad»
Capitanía General de Chile se cruzó de brazos y de piernas, ladeando el rostro; pensó que ese ¡Te detesto! había quedado bien en claro.
-«Porque sé que en realidad… mm…»
Y al no verlo, entendió que estaba solo. (Y no supo qué dolió más).
-«Con mentiras trato de escapar de ti»
Capitanía General de Chile empujó al niño de cabellos rubios, haciéndole una mueca de asco. (¡Aléjate de mí, huinca tarado!)
-«Quisiera expresar todo lo que hay en mi corazón»
Y esa vez, Capitanía no pudo huir; puede porque sus piernas temblaban, o su sonrojo quemaba, o porque… simplemente, su manito rozó la de Virreinato del Río de la Plata sin darse cuenta y la apartó enseguida.
-«Perdóname»
Capitanía se mordió el labio inferior y ladeó el rostro. (Aceptar esa flor no significa nada, Virreinato, aún le pareces desagradable).
-«Deja de sentirte mal»
El pequeño niño sonrió un poco, rozando la otra manito. (Pero, esta vez, Capitanía no la apartó).
-«Porque aún si sientes temor... »
Martín sólo abrazó a Manuel desde los hombros, por atrás, acercándolo a su cuerpo. (Y que no, que no dijeran nada de lo correcto que se siente).
-«Hoy quiero expresar todo lo que hay en mi corazón»
Manuel apretó los ojos, el corazón latiendo tan rápido que asusta; pero no pensó en ello y sólo atinó a darse cuenta que la piel de Martín también podía ser cálida.
-«Esfuérzate, Manuel»
Quizás, por esas pocas veces, Martín cerró su boca. (Y por eso, Manuel le agradeció… sólo un poquito).
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