TÍTULO: Cosas de niños
FANDOM: Harry Potter
PAREJA: Harry/Draco
RATING: R
SPOILERS: situado en el sexto libro más o menos. Creo. No sé, algo así.
NOTAS: WTF es más o menos mi reacción a este fic. Están echando la segunda peli en Canal Sur ahora mismo y he tenido el irrefrenable deseo de volver al fandom, colour me surprised. Erm, hace eones que no escribo de Harry Potter, así que por eso es corto, y por eso debéis decirme la mierda tan grande que he escrito para que pueda quitarlo de internet en lugar de sufrir vergüenza por los siglos de los siglos.
NOTAS 2: éste se lo regalo a
heiko_g por Navidad.
En lo que respecta a Draco Malfoy, Harry sabe que esto es sólo el siguiente paso lógico en una relación que peca de infantil desde el primer momento. Cuando comienza, es todo ataques verbales, batallas sobre temas importantes extrapoladas al patio de un colegio. Avanza con la guerra, cuando los conceptos comienzan a tener cuerpo, y sangre sucia o híbrido es mucho más que un insulto infantil. Es un estigma penalizado, perseguido. Es el primer paso al mundo adulto, que tiene los cimientos en la niñez, aprendido a base de repetición. Esto es sólo el siguiente nivel. Que pasa de palabras a acciones, de competitividad infantil a peones en una guerra que involucra a todos. Clavarse las uñas, tirarse del pelo, arrancarse sangre a mordiscos. Todo ello es una pelea de niños inexpertos, nada más. Excepto que ahora intercalan empujones y embestidas en esquinas polvorientas del castillo. Buscan sombras en las que odiarse entre gemidos y atacarse por todos los medios que encuentran, dominarse el uno al otro.
Nunca deja de ser una guerra, incluso si Harry se corre en la boca de Draco y entierra los dedos entre los mechones de pelo rubio. A veces piensa en Ginny, porque esto es una traición, una traición en toda regla. Pero una traición adictiva, que no parece poder evitar.
Comienza (continúa) con insultos, con moratones que tratan de esconder bajo la ropa. Y a veces hay algún que otro momento de descanso, un pequeño intermedio entre guerras. Cubiertos de sudor y jadeando en alguna clase vacía, con la ropa descolocada y los botones de la camisa arrancados. A veces Harry le mira y ve a Draco deshecho, pero siempre con esa sonrisa altiva en los labios. Algo menos amenazante, algo menos peligrosa, y casi como si entendiera lo que hacen a escondidas. Como si fuera algo más que hacerse gritar mutuamente. Y a veces se mira, y cree que lo entiende, cómo extrapolan todo lo que está ocurriendo fuera a un terreno que conocen, que son capaces de controlar.
Es su pequeña batalla, su pequeño conflicto entre estas paredes de piedra, labrándose poco a poco desde el primer día, para explotar en lo que tienen ahora.
En lo que respecta a Draco Malfoy, Harry tiene claro que inevitable es un apelativo que se queda corto.