(no subject)
TÍTULO: Libertad es estar solo
FANDOM: Heroes
PAREJA: Mohinder/Heidi (Nathan/Heidi, Nathan/Mohinder)
RATING: R
SPOILERS: 5 years gone!verso, o algo.
NOTAS: wala, llevaba como... meses queriendo escribir Mohinder/Heidi xD
there once was a time I was sure of the bond
when my hands and my tongue and my thoughts were enough
we are the same but our lives move along
and the third one between replaces what once was love
-Between, Vienna Teng-
Aprenden a compartir entre las sábanas, que, al fin y al cabo, es lo que han hecho siempre. Para entonces, Nathan ha dejado de ser Nathan. Mohinder lo sabe, Heidi lo sabe. Quizá no de una forma consciente, concisa, pero es una sensación visceral que ninguno puede ignorar. Y es el siguiente paso lógico, en realidad, buscar lo que han perdido el uno en el otro, incluso si no saben exactamente lo que quieren encontrar.
Así que Mohinder se aprende su cuerpo, el contraste de piel oscura contra piel de porcelana. Lo traza con las yemas de los dedos, después, observando cómo Heidi se estremece contra él, a medio camino hacia el sueño, en ese estado de relajación post-coital. Y sonríe, cuando le acaricia los antebrazos, Heidi inclina la frente contra su hombro.
Son hoteles con nombres falsos, y como si realmente creyesen que a alguien le importa. Como si realmente creyesen que vale la pena esconderlo. Y es que hace mucho tiempo que dejó de ser importante. Que dejó de ser adulterio, y pasó a ser una amistad sin límites definidos.
Nathan lo sabe. El presidente. Deja de ser Nathan en algún momento, excepto si es alguna fiesta benéfica, y se siente con ánimo de follarle, y Mohinder ni siquiera tiene fuerzas para decirle que no. Entonces es NathanNathanNathan y su frente presionada contra sus omóplatos, las uñas de Nathan clavándose en su cadera. La sensación de que hay algo que no está bien, y de que está traicionando a alguien. A Heidi. A sí mismo.
Es extraño, cómo funcionan esas cosas.
Y aún así es un tema tabú entre ellos, incluso cuando sabe que piensan en lo mismo.
-Nathan estará fuera esta semana -dice Heidi, como si Mohinder no lo supiera.
Pero no es eso lo que quiere decir, ¿verdad? No es una oportunidad. Porque lo dice como si lamentase algo, y como si no consiguiera desentrañar el puzzle. Lo dice también pensando en ocupar el tiempo. En ir al teatro, y conversaciones tomando un té, sólo con sonrisas vagas y besos lánguidos hasta las tres de la mañana. Y quizá, quizá terminen sobre el sofá, con la ropa deshecha y los dedos Mohinder acariciándola por debajo de la ropa interior.
Más que sexual, íntimo. Reconfortante.
Y es Nathan, y no lo es, al mismo tiempo.
FANDOM: Heroes
PAREJA: Mohinder/Heidi (Nathan/Heidi, Nathan/Mohinder)
RATING: R
SPOILERS: 5 years gone!verso, o algo.
NOTAS: wala, llevaba como... meses queriendo escribir Mohinder/Heidi xD
there once was a time I was sure of the bond
when my hands and my tongue and my thoughts were enough
we are the same but our lives move along
and the third one between replaces what once was love
-Between, Vienna Teng-
Aprenden a compartir entre las sábanas, que, al fin y al cabo, es lo que han hecho siempre. Para entonces, Nathan ha dejado de ser Nathan. Mohinder lo sabe, Heidi lo sabe. Quizá no de una forma consciente, concisa, pero es una sensación visceral que ninguno puede ignorar. Y es el siguiente paso lógico, en realidad, buscar lo que han perdido el uno en el otro, incluso si no saben exactamente lo que quieren encontrar.
Así que Mohinder se aprende su cuerpo, el contraste de piel oscura contra piel de porcelana. Lo traza con las yemas de los dedos, después, observando cómo Heidi se estremece contra él, a medio camino hacia el sueño, en ese estado de relajación post-coital. Y sonríe, cuando le acaricia los antebrazos, Heidi inclina la frente contra su hombro.
Son hoteles con nombres falsos, y como si realmente creyesen que a alguien le importa. Como si realmente creyesen que vale la pena esconderlo. Y es que hace mucho tiempo que dejó de ser importante. Que dejó de ser adulterio, y pasó a ser una amistad sin límites definidos.
Nathan lo sabe. El presidente. Deja de ser Nathan en algún momento, excepto si es alguna fiesta benéfica, y se siente con ánimo de follarle, y Mohinder ni siquiera tiene fuerzas para decirle que no. Entonces es NathanNathanNathan y su frente presionada contra sus omóplatos, las uñas de Nathan clavándose en su cadera. La sensación de que hay algo que no está bien, y de que está traicionando a alguien. A Heidi. A sí mismo.
Es extraño, cómo funcionan esas cosas.
Y aún así es un tema tabú entre ellos, incluso cuando sabe que piensan en lo mismo.
-Nathan estará fuera esta semana -dice Heidi, como si Mohinder no lo supiera.
Pero no es eso lo que quiere decir, ¿verdad? No es una oportunidad. Porque lo dice como si lamentase algo, y como si no consiguiera desentrañar el puzzle. Lo dice también pensando en ocupar el tiempo. En ir al teatro, y conversaciones tomando un té, sólo con sonrisas vagas y besos lánguidos hasta las tres de la mañana. Y quizá, quizá terminen sobre el sofá, con la ropa deshecha y los dedos Mohinder acariciándola por debajo de la ropa interior.
Más que sexual, íntimo. Reconfortante.
Y es Nathan, y no lo es, al mismo tiempo.