(no subject)
FANDOM: Mentes Criminales
PAREJA: Hotch/Rossi (Hotch/Haley)
TABLA: Wilde
RATING: PG-13
SPOILERS: hasta el 3x06, asumo
PROMPT:
Siempre hay algo ridículo en las emociones de la gente que uno ha dejado de amar
-
Y esa semana, Hotch consigue que le peguen un tiro. De hecho, esa semana consigue un par de horas encerrado con un homicida extremista en un solar dejado de la mano de dios que García localiza gracias a un milagro y un móvil que no estaba apagado. Consigue que el equipo llegue más o menos a tiempo, y consigue recibir un tiro a media carrera para apartarse del campo de fuego.
Muy exitoso, eso.
Y Reid y David están sobre él, David con una mano apretándole el abdomen -supone que la herida, porque un dolor punzante emana de allí, y no puede moverse demasiado- y Reid blanco como la cera y haciendo gestos a lo que supone que son los paramédicos.
Tiene un equipo previsor, piensa. Y se ríe un poco, y tose. Dave le mira como si fuera a matarle, pero importa poco, porque entonces todo se emborrona.
-
Le gustan los sedantes. Hacen que todo sea ligeramente más brillante, y desde luego, menos complicado. Cuando despierta, es de las primeras cosas que nota. Tres visitas del médico y un interrogatorio completo sobre su estado físico después, dejan pasar al equipo, y Hotch vuelve a agradecer silenciosamente el sedante, porque la avalancha de gente probablemente le habría dado un dolor de cabeza bastante significativo.
Pero contesta los “estoy bien” con voz seca y apenas sin moverse, y espera a que se cansen de preguntar y la habitación se despeje.
Al final sólo queda Dave, y casi se lo espera.
-Eres idiota.
Respira hondo y espera pacientemente el resto de la reprimenda. No deja de ser nuevo, porque normalmente es él el que está en el otro lado, bramando la lista de razones por las que ponerse en línea de fuego es una muy mala idea.
-¿En qué coño estabas pensando?
Hotch trata de incorporarse, y la cama gruñe. “Estaba tratando de dejaros línea de disparo.” Y Dave se queda muy quieto y en silencio durante un segundo, sólo parpadeando.
-Sí, un trabajo cojonudo -musita finalmente.
La enfermera le echa de la habitación, entonces, y Hotch resopla, y se deja caer (controladamente) contra la almohada.
-
David está en la habitación, cuando Haley entra. Hotch lleva allí un par de días y le duelen todos los músculos de no hacer nada. Ocupa el tiempo en ver la televisión y dormir, y es lo que hace cuando Haley llega. Ni siquiera sabía que David estaba allí, sólo abre los ojos y Haley está en medio de su campo de visión.
David tiene un periódico en la mano, está apoltronado en la silla, y se incorpora de golpe cuando Haley entra y él abre los ojos. Parece un gato nervioso, por la manera en la que se revuelve en el sitio.
Hotch no se mueve, y no habla, mientras David y Haley se saludan con reticencia y tres años de distancia. “David,” dice, y Dave le estrecha la mano y sale de la habitación sin apenas mediar palabra.
Haley se vuelve a hacia él. Tiene el pelo más corto, más oscurecido. “Hey,” murmura. No se mueve, y tiene las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta. No le mira directamente a los ojos, y se muerde los labios. “Me enteré y pensé...” se para a media frase y se humedece los labios con la punta de la lengua. “Espero que no te importe.”
Hace eso, eso de sonreír como si le diera vergüenza, y esa pequeña arruga en la frente, y Hotch no puede evitar que le arranque una sonrisa.
-Está bien -y luego lo medita un poco, lo siguiente-. Me alegra que estés aquí.
Se acerca con menos reticencia para sentarse en el borde de la cama. Cuando trata de agarrarle la mano, Hotch no la quita, pero tampoco la mueve, y mucho menos corresponde. Haley le sonríe, y hablan un poco de todo y de nada. De Jack, del nuevo trabajo de Haley, de la nueva pareja de Haley.
-¿Qué tal te van a ti las cosas? -y duda un poco al hablar.
A Hotch no le extraña. “Recibiendo tiros,” dice, y tose un poco al reírse. “Lo normal.”
-Y... -aparta la mirada al hablar, y juguetea con un hilo suelto de su camisa - ¿estás...? Ya sabes. ¿Estás viendo a alguien?
Hotch enarca las cejas, y tiene la boca abierta para contestar algo (que realmente no sabe qué es), cuando David toca a la puerta con los nudillos. Lo cual es muy propicio y apropiado. Lleva dos cafés en la mano y se inclina con el hombro contra el marco.
-¿Interrumpo? -con una media sonrisa.
La cara de Haley le dice que sí, pero Hotch se incorpora un poco en la cama. “No, pasa,” y Haley aprieta los labios y comienza a levantarse. Se aclara la garganta antes de hablar.
-Debería irme -comenta, mientras se pone la chaqueta -. Me alegra que estés bien, Aaron.
Se despide de David con un movimiento de cabeza, y David deja uno de los cafés sobre la mesilla y sonríe. Espera a que salga de la habitación para dejarse caer sobre su silla y poner los pies encima de la mesa.
Hotch le mira, y él se encoge de hombros. “¿Qué?” y no le queda más remedio que resoplar y recoger su café.
-
“Soy amable,” y para cuando cierra la boca, Hotch ya le está mirando desde el asiento del coche con las cejas enarcadas. “Puede que no sea todo lo amable que me permite mi potencial,” aclara. “Pero soy amable.”
Hotch se muerde los labios. No con mi ex. Pero ya han tenido la conversación. Termina con alguno de los dos contra la pared y Hotch no quiere que se le salten los puntos.
-Cierra la boca y llévame a casa -termina diciendo, y Rossi gira las llaves y el motor ruge.
No le mira mientras saca el coche del parking. “Estoy pensando en ponerte un cascabel,” comenta, “para que la gente te vea antes de disparar.”
Hotch pone los ojos en blanco.
-Conduce y calla.
PAREJA: Hotch/Rossi (Hotch/Haley)
TABLA: Wilde
RATING: PG-13
SPOILERS: hasta el 3x06, asumo
PROMPT:
Siempre hay algo ridículo en las emociones de la gente que uno ha dejado de amar
-
Y esa semana, Hotch consigue que le peguen un tiro. De hecho, esa semana consigue un par de horas encerrado con un homicida extremista en un solar dejado de la mano de dios que García localiza gracias a un milagro y un móvil que no estaba apagado. Consigue que el equipo llegue más o menos a tiempo, y consigue recibir un tiro a media carrera para apartarse del campo de fuego.
Muy exitoso, eso.
Y Reid y David están sobre él, David con una mano apretándole el abdomen -supone que la herida, porque un dolor punzante emana de allí, y no puede moverse demasiado- y Reid blanco como la cera y haciendo gestos a lo que supone que son los paramédicos.
Tiene un equipo previsor, piensa. Y se ríe un poco, y tose. Dave le mira como si fuera a matarle, pero importa poco, porque entonces todo se emborrona.
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Le gustan los sedantes. Hacen que todo sea ligeramente más brillante, y desde luego, menos complicado. Cuando despierta, es de las primeras cosas que nota. Tres visitas del médico y un interrogatorio completo sobre su estado físico después, dejan pasar al equipo, y Hotch vuelve a agradecer silenciosamente el sedante, porque la avalancha de gente probablemente le habría dado un dolor de cabeza bastante significativo.
Pero contesta los “estoy bien” con voz seca y apenas sin moverse, y espera a que se cansen de preguntar y la habitación se despeje.
Al final sólo queda Dave, y casi se lo espera.
-Eres idiota.
Respira hondo y espera pacientemente el resto de la reprimenda. No deja de ser nuevo, porque normalmente es él el que está en el otro lado, bramando la lista de razones por las que ponerse en línea de fuego es una muy mala idea.
-¿En qué coño estabas pensando?
Hotch trata de incorporarse, y la cama gruñe. “Estaba tratando de dejaros línea de disparo.” Y Dave se queda muy quieto y en silencio durante un segundo, sólo parpadeando.
-Sí, un trabajo cojonudo -musita finalmente.
La enfermera le echa de la habitación, entonces, y Hotch resopla, y se deja caer (controladamente) contra la almohada.
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David está en la habitación, cuando Haley entra. Hotch lleva allí un par de días y le duelen todos los músculos de no hacer nada. Ocupa el tiempo en ver la televisión y dormir, y es lo que hace cuando Haley llega. Ni siquiera sabía que David estaba allí, sólo abre los ojos y Haley está en medio de su campo de visión.
David tiene un periódico en la mano, está apoltronado en la silla, y se incorpora de golpe cuando Haley entra y él abre los ojos. Parece un gato nervioso, por la manera en la que se revuelve en el sitio.
Hotch no se mueve, y no habla, mientras David y Haley se saludan con reticencia y tres años de distancia. “David,” dice, y Dave le estrecha la mano y sale de la habitación sin apenas mediar palabra.
Haley se vuelve a hacia él. Tiene el pelo más corto, más oscurecido. “Hey,” murmura. No se mueve, y tiene las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta. No le mira directamente a los ojos, y se muerde los labios. “Me enteré y pensé...” se para a media frase y se humedece los labios con la punta de la lengua. “Espero que no te importe.”
Hace eso, eso de sonreír como si le diera vergüenza, y esa pequeña arruga en la frente, y Hotch no puede evitar que le arranque una sonrisa.
-Está bien -y luego lo medita un poco, lo siguiente-. Me alegra que estés aquí.
Se acerca con menos reticencia para sentarse en el borde de la cama. Cuando trata de agarrarle la mano, Hotch no la quita, pero tampoco la mueve, y mucho menos corresponde. Haley le sonríe, y hablan un poco de todo y de nada. De Jack, del nuevo trabajo de Haley, de la nueva pareja de Haley.
-¿Qué tal te van a ti las cosas? -y duda un poco al hablar.
A Hotch no le extraña. “Recibiendo tiros,” dice, y tose un poco al reírse. “Lo normal.”
-Y... -aparta la mirada al hablar, y juguetea con un hilo suelto de su camisa - ¿estás...? Ya sabes. ¿Estás viendo a alguien?
Hotch enarca las cejas, y tiene la boca abierta para contestar algo (que realmente no sabe qué es), cuando David toca a la puerta con los nudillos. Lo cual es muy propicio y apropiado. Lleva dos cafés en la mano y se inclina con el hombro contra el marco.
-¿Interrumpo? -con una media sonrisa.
La cara de Haley le dice que sí, pero Hotch se incorpora un poco en la cama. “No, pasa,” y Haley aprieta los labios y comienza a levantarse. Se aclara la garganta antes de hablar.
-Debería irme -comenta, mientras se pone la chaqueta -. Me alegra que estés bien, Aaron.
Se despide de David con un movimiento de cabeza, y David deja uno de los cafés sobre la mesilla y sonríe. Espera a que salga de la habitación para dejarse caer sobre su silla y poner los pies encima de la mesa.
Hotch le mira, y él se encoge de hombros. “¿Qué?” y no le queda más remedio que resoplar y recoger su café.
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“Soy amable,” y para cuando cierra la boca, Hotch ya le está mirando desde el asiento del coche con las cejas enarcadas. “Puede que no sea todo lo amable que me permite mi potencial,” aclara. “Pero soy amable.”
Hotch se muerde los labios. No con mi ex. Pero ya han tenido la conversación. Termina con alguno de los dos contra la pared y Hotch no quiere que se le salten los puntos.
-Cierra la boca y llévame a casa -termina diciendo, y Rossi gira las llaves y el motor ruge.
No le mira mientras saca el coche del parking. “Estoy pensando en ponerte un cascabel,” comenta, “para que la gente te vea antes de disparar.”
Hotch pone los ojos en blanco.
-Conduce y calla.