Titulo: Cuento contigo.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Personajes: Gokudera, Tsuna y Yamamoto.
Género: Amistad.
Rating: T
Advertencias: Ninguna.
Para:
30vicios. Tabla: 24 Horas. Hora: 09:00 A.M. = Confiando en...
Resumen: Gokudera se encargaría de eso, y más ahora que Yamamoto estaba ahí con su Décimo.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! es y pertenece a Amano Akira.
01/11/12.
09:00 (AM) Confiando en...
- ¡Yamamoto!
Son las primeras palabras que Gokudera pronuncia apenas y lo ve entre la gente.
- ¡Espere un poco más, por favor, Décimo!
- S-Sí. -contesta por lo bajo Tsuna sin dejar de sobarse la cara que tiene raspada y le duele.
Al reconocer esa voz, Takeshi ve a sus amigos unos pasos más allá por lo que va hacia ellos.
- ¿Gokudera? ¿Tsuna? -pero le sorprende la forma en la que los encuentra ese día. Tsuna está sentado en el suelo, un poco enterregado y con algunos raspones en la cara y Gokudera está a su lado calmándolo.- ¿Qué ha pasado, chicos?
- ¡Le han robado su cartera a su Décimo, te lo explicaré después con más calma! -y se pone rápidamente de pie para verlo directo a los ojos.- ¡Hey, quiero que cuides al Décimo, que no te apartes de él! ¿De acuerdo? ¡Iré tras esos tipos!
- ¿Eh? ¡Pero Gokudera-kun eso puede ser…!
- ¡No se preocupe por eso, Décimo! -le sonríe tranquilamente.- ¡Estaré bien! -su mirada vuelve a centrarse en el Guardián de la Lluvia al afilarse de nuevo.- ¡¿Me entendiste, Yamamoto?!
- Sí, me quedaré y no me apartaré de Tsuna. -asiente al haberlo entendido.
- ¡Bien! -y entonces él saca un par de dinamitas, mirando el reloj que tiene a un costado. Son las nueve de la mañana, muy temprano para matar a alguien pero ellos se lo han buscado.- ¡Haré volar a esos infelices por haberse metido con el Décimo! -se decide.
- ¿Gokudera-kun?
Y dicho esto se va corriendo tras ellos porque esto no se quedaría así. Recuperaría la cartera de su capo y los haría pagar por las heridas que le habían hecho al empujarlo antes de echarse a correr. Podía hacerlo, ahora que sabía que Yamamoto estaba con él. Porque sí, puede que no lo admitiera ni lo dijera en voz alta pero hoy y siempre, contaba y confiaba en Yamamoto.
Fin.