Titulo: Noche intensiva de estudio.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Personajes: Gokudera Hayato. Tsuna, Yamamoto y Reborn.
Género: Amistad, Familia.
Rating: T
Advertencias: Ninguna.
Para:
30vicios.Tabla: 24 Horas. Hora: 03:00 A.M. = Superando la tormenta.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! no es mío, es de Akira Amano.
31/07/12.
Pasan de las dos y media de la madrugada cuando la lluvia cae más fuerte, cuando hace más viento y hasta cae granizo. Los rayos y truenos surcan el cielo nocturno haciendo rugir éste y de vez en cuando hasta vibrar el suelo y de pronto, en una de esas, la luz se va.
- ¿Eh?
Pero no vuelve a los segundos ni minutos siguientes. Todo sigue en penumbras ahí en su habitación.
- ¡Ah! ¡Esto es inútil! -se queja Tsuna, dejándose caer sobre los libros y cuadernos en la mesita donde han estado estudiando toda la noche los tres.
- ¡N-No se desanime, Décimo! -le dice Gokudera en la oscuridad, tratando de ubicarlo.- ¡Usted puede, no pierda su concentración, por favor!
- ¡Pero esto es imposible!
Sentencia, totalmente desanimado porque eso es lo último que les faltaba: que se fuera la luz ahora que hasta el café se les ha terminado y ya no hay más en la casa.
- ¡Incluso la fuerza de la naturaleza está en nuestra contra! ¡Son señales, señales! -vuelve a repetir el castaño, desesperado, y sin querer saber nada más sobre estudios o exámenes.
- ¡No se preocupe por eso, mire! -la Tormenta busca algo en su mochila sacando un par de linternas y prendiéndolas para alumbrar a ambos, tanto a su Décimo como a Yamamoto que ha estado en silencio desde que la luz se fue.- Con esto pueden seguir estudiando, mientras… -se las pasa, poniéndose de pie.- Iré por una dotación de café súper cargado para que se mantengan despiertos.
- ¡Oh! ¡Eso sería genial, Gokudera! ¡Buena idea! Haha. -el beisbolista está totalmente de acuerdo pues eso es lo que necesita: café, para mantenerse despierto y seguir estudiando esos ejercicios que comienza a entender.
- ¡Claramente para el Décimo, así que no te emociones, idiota del béisbol! -le aclara, tomando su chaqueta para abrigarse como es debido.
Afuera cae una tormenta.
- ¿Eh? Pero yo también necesito aprobar el examen, ¿lo recuerdas? Y prometiste que también me ayudarías a…
- ¡Ya lo sé, cállate!
- ¡Pero Gokudera-kun…! -Tsuna le interrumpe al ver que su pelea puede ir para largo.- ¡Ya es tarde y no deja de caer ese tormentón, no puedes salir así, es peligroso!
- ¡No se preocupe, Décimo, estaré bien! -le sonríe con entusiasmo y confianza al mirarlo.- ¿Qué son unas cuantas gotas de lluvias y algunos truenos contra mí, el Guardián de la Tormenta y su Mano Derecha?
- Pero…
- Si Gokudera te está diciendo que estará bien es porque así será "Tsuna-inútil".Además, alguien tiene que traer ese café o te quedarás dormido en media hora y todo su esfuerzo será en vano si repruebas, si ambos lo hacen. -se corrige el Hitman al referirse también a Yamamoto.
- Reborn... -al escucharlo lo alumbra con la linterna. ¿Qué no estaba dormido?
- ¡Reborn-san! -sus palabras conmueven a Gokudera.
- ¡Oh! ¿Te despertaste, niño?
Como respuesta, el Arcobaleno vuelve a acostarse y sigue roncando como hace unos segundos hacía.
- ¡Sigue dormido! -llora el castaño, pero entendiendo su punto.
Reborn tiene razón. Gokudera-kun se ofreció a ayudarlos a estudiar y ha estado con ellos todas esas horas explicándoles de la mejor manera que puede los ejercicios que vendrán a primera hora en el examen. Examen que si no pasan con calificación aprobatoria los retendrán por todo el verano con clases de regularización o puede que algo peor, la suspensión del curso o algo así de serio.
- ¡Haha! El niño habla entre sueños. -se ríe despreocupado Yamamoto, ignorándolo el de ojos verdes.
- ¿Décimo?
- De acuerdo. -asiente seguro.- ¡Pero ten cuidado, Gokudera-kun! Y si ves que la tormenta empeora busca refugio.
- ¡Sí, confíe en mí! Mientras… -le señala los ejercicios que ahora tiene que resolver.- Conteste esto y esto, y cuando vuelva los revisamos juntos.
- Bien.
- Ten cuidado, Gokudera.
- ¡Ya lo sé! -su ceño se frunce mecánicamente al escuchar al otro hablar.- ¡Y tú también contesta esos ejercicios Yamamoto, y por nada del mundo te quedes dormido, idiota!
- Haha. Sí, sí, claro. No te preocupes.
- Bueno, ahorita regreso. -se dirige a la puerta de la habitación para salir.
- Con cuidado. -le recuerda Tsuna.
- ¡Sí!
Sin más sale de la habitación de su Décimo, alumbrando su camino con su móvil para bajar las escaleras en silencio y sin despertar a nadie.
Llega hasta la entrada del lugar tomando uno de los paraguas.
Si necesita salir a esas horas y con ese clima para traer más café para su Décimo y mantenerlo despierto y centrado en los ejercicios para que pueda aprobar el examen en la mañana, entonces sin dudarlo lo hará.
Sin importarle siquiera que sean las tres de la mañana, que haga frío o afuera llueva a cantaros. Como su Mano Derecha y como Gokudera Hayato superará esa tormenta, ¡lo jura!
.::.
Pero hacerlo… es más difícil de lo que piensa en un principio.
Porque a mitad del camino termina sin paraguas al voltearle el viento éste, en cuestión de minutos termina empapado de la cabeza hasta los pies y sólo para rematar, el café se ha terminado en la tienda de conveniencia a la que ha ido por lo que va a otra.
La tormenta es violenta y no le da tregua en ningún momento. Como puede, Gokudera sigue adelante por las oscuras y mojadas calles de Namimori tiritando de frío y tratando de ver hacia dónde rayos se dirige y es que la lluvia y el viento le impiden por momentos ver cualquier cosa, y los rayos y relámpagos lo retienen de vez en cuando al escucharse tan cerca de él.
"¡Maldición, el cielo se está cayendo o qué!".
Y es que el clima no hace más que empeorar pero no se detiene más de lo necesario. Su Décimo necesita mantenerse despierto y seguir estudiando al igual que Yamamoto, ambos cuentan con él. No puede fallarles y tampoco desistir por una tormenta, él es más fuerte que eso.
- Espere un poco más, D-Décimo…
Y continúa hacia adelante, viendo después la tienda de conveniencia que ha estado buscando.
.::.
Cuarenta y cinco minutos después, Gokudera por fin vuelve a la casa de su capo.
- He vuelto… D-Décimo.
- ¿Gokudera-kun?
- ¡Gokudera!
Ambos se levantan y van a auxiliar a su amigo, notando con las lámparas que sostienen (la luz aún no vuelve) que está completamente empapado y que carga los dichosos cafés en una bandeja con plástico encima de estos.
- ¿Qué pasó, Gokudera-kun? ¡Estás completamente empapado y… frío! Ven.
Yamamoto toma los cafés que sostiene y Tsuna lo toma de la mano para guiarlo hasta su armario.
- E-Estoy bien, Décimo… -aún tirita de frío.- ¡No se p-preocupe por mí!
¿Cómo no estarlo, al verlo en esas condiciones!
- Vamos, busquemos algo de ropa para que puedas cambiarte. No quiero que te enfermes.
- ¡Pero Décimo, le digo que estoy…! -un estornudo le impide terminar su oración.
- Salud. -dice Yamamoto mirando a su amigo.- ¿Tsuna, dónde tienes las toallas para que Gokudera se pueda secar?
- En el cajón de allá. -le señala con la luz de la linterna el mueble mientras él sigue buscando algo que la Tormenta se pueda poner.- Y no, Gokudera-kun… no estás bien, si no te cambias te resfriarás así que toma, cámbiate y ponte esto.
- ¡Pero Décimo…! -la mirada que le lanza lo deja sin protestas.- De acuerdo, lo haré.
El beisbolista aprovecha que pasa a su lado para darle el par de toallas que ha tomado para él.
- Aquí tienes Gokudera, para que te seques bien.
Y el idiota no deja de sonreírle, fastidiándolo más.
- Hn. -frunce el ceño al tomarlas, ignorándolo y continuando con su camino para ir al baño y cambiarse.
Al salir del cuarto de su Décimo esboza una pequeña sonrisa pues al menos ha superado esa horrible tormenta y ahora podrán seguir estudiando tanto su Décimo como Yamamoto lo que resta de la noche y aprobar el maldito examen por la mañana.
Sí es así, entonces esa expedición en busca de café a las tantas de la madrugada y con ese clima endemoniado sin duda lo ha valido.
Fin.