Titulo: ¡Vaca Estúpida!
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Personajes: Gokudera Hayato & Lambo. Tsuna & Yamamoto.
Género: Familia. Humor.
Rating: T
Advertencias: Ninguna.
Para:
minutitos. Tabla:
Te... Tema: #02. Te odio.
Resumen: Gokudera ya lo sabía. Odiaba a la Vaca Estúpida y ese día quedó más que confirmado.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! no es mío. Es de Akira Amano.
04/03/12.
No es secreto para nadie que a Gokudera no le gustan los niños y sobre todo, que se lleva terriblemente mal con Lambo.
Ni uno ni otro se soportan. La mayor parte del tiempo que se ven o están en la misma habitación terminan discutiendo y casi siempre golpeándose mutuamente si es que nadie los detiene a tiempo.
El problema con ellos radica en que Gokudera no es para nada paciente ni tolerante con Lambo, y éste, que le gusta fastidiar demasiado a la Tormenta cada vez que puede. He ahí el gran detalle y el dolor de cabeza de más de uno.
Ese día y pese a eso, Tsuna invita a su casa a Gokudera-kun y a Yamamoto para hacer la tarea juntos. En otras palabras, para que la Tormenta les explique por favor cómo es que se resuelven esos problemas de Geometría porque él de verdad que no entiende nada sobre esos triángulos, círculos y numeritos en su cuaderno. Está más que perdido, vamos.
- Y entonces, Décimo… tiene que encontrar el radio del círculo de esta forma.
Gokudera subraya por segunda vez la fórmula con la que lo tienen que hacer, haciendo cálculos en la esquina superior del cuaderno hasta llegar a la respuesta.
- ¿Lo ve? La respuesta es 8 cm. ¿Entiende por qué?
Tanto el beisbolista como él miran con detenimiento las operaciones que el italiano a hecho, tratando de descifrar de dónde vienen los números y por qué ha dado ese resultado.
Pero no, Tsuna sigue sin entenderlo. Es tan complicado y extraño que por más que mira el problema y la respuesta no-lo-entiende. Oh, y en cambio, su cabeza comienza a doler.
- ¡Ah! ¡Yo ya entendí! -dice feliz Yamamoto, a diferencia del castaño que se desanima más al ver que como siempre, sigue siendo el último que sigue sin entender nada.
Por momentos, se siente más mal.
- ¿Sí? -es entonces cuando una venita aparece en la frente de Gokudera al dirigirse al espadachín luego de ver a su capo desanimado por su causa.- ¡Pues no te pregunte a ti, idiota del béisbol, así que tú quédate callado!
- Haha. ¿Pero qué dices, Gokudera? -le sonríe divertido en cambio, sin afectarle para nada sus palabras.- Los tres estamos resolviendo esto, ¿o no?
- ¡El Décimo y yo, querrás decir! Además… -lo señala con su dedo índice de manera acusadora.- ¿Cuándo fue que te invitaste tú solo a venir, eh?
- Chicos, por favor… no peleen.
Tsuna trata de calmarlos, y sólo para volverse más tenso y delicado el ambiente alguien más entra en escena en ese momento.
- ¡Lambo-san ha llegado! -dice sonriente el joven Bovino, brincando a la mesa donde ellos están haciendo los deberes y ganándose con ello su atención.
- ¡Lambo! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Te dije que íbamos a estudiar, qué no nos molestarás!
- Pero Lambo-san está aburrido… -comenta sin interés, cambiando su expresión al segundo siguiente al ocurrírsele una idea.- ¡Tsuna, juega conmigo! ¿Sí?
El escuchar su petición, él simplemente suspira.
- Ah, te dije que no puedo. Ve con mamá, ¿quieres?
- ¡No! -se niega, haciendo una pequeña rabieta.- ¡Quiero que tú juegues conmigo, Tsuna! ¡Juega conmigo, juega conmigo!
- Esto… cómo te lo explico para que lo entiendas, Lambo… -murmura por lo bajo, sin saber qué hacer ahora.
Para estas alturas, Gokudera ya está más que molesto y con una venita palpitante en su frente al ver la pataleta que Lambo le está haciendo a su Décimo y los problemas innecesarios que le está causando con su berrinche. Como es de esperarse, se enoja más.
“¡Si serás, Vaca Estúpida!”.
- ¡Tsuna! -el otro le vuelve a insistir con más determinación.- ¡Juega con Lambo-san, ahora! ¡Vamos!
- Pero…
Hayato no puede contenerse más.
- ¡El Décimo te dijo que no! -le interrumpe a éste, mirando al Guardián del Rayo con ira contenida en sus pupilas.- ¿Es que no entiendes o qué, Vaca estúpida? ¡Ve a otro lado a jugar por ahí!
- ¿Ah? ¡Tú cállate, estúpidera! ¡Lambo-san no te está hablando a ti! ¡No te metas!
- ¡Qué dijiste!
Ambos comienzan con su lucha intensa de miradas, haciendo que el castaño suspire de nuevo pues sabe lo que vendrá después: una pelea inevitable entre los dos.
- ¡Eres tan molesto y escandaloso…! ¡No te soporto! -masculla entre dientes la Tormenta, queriendo golpearlo en ese preciso instante.
- ¡Tú eres el que eres él molesto, odioso y aburrido, estúpidera!
- ¿Hah? ¡Repite eso de nuevo, Vaca Estúpida! -se acerca más a él, al ver como le saca la lengua.
- ¡Dije que eres molesto, aburrido y….!
Tsuna le pone la mano en la boca al pequeño Bovino al cargarlo para impedir que sigan peleando.
- Ya es suficiente ustedes dos… Gokudera-kun, Lambo, basta.
- ¡Lo… lo siento mucho, Décimo!
Hayato se disculpa con él, haciendo una reverencia para demostrarle su arrepentimiento. La culpa como siempre ha sido de Lambo por hacerlo enojar y molestarlo.
- Buuu, Tsuna también es aburrido…
- ¡Vaca Estúpida! -le reprende, por la forma tan desconsideraba y ofensiva de dirigirse a su querido capo al bajarlo de nuevo éste de nuevo a la mesa.
- N-No… no le hagas caso, Gokudera-kun. -un tic le da en su ojo.- Mejor… mejor volvamos a hacer la tarea, ¿quieres?
- S-Sí, tiene razón.
Pero al ver que regresaran a hacer la tarea o estudiar (le da igual) se enoja pues volverán a ignorarlo y él, sigue aburrido y con ganas de jugar con alguien así que no se los permitirá.
- ¡Si nadie va a jugar con Lambo-san, entonces tampoco seguirán haciendo esta tontería!
Y sin darles tiempo a reaccionar, toma el cuaderno de Tsuna y unas hojas más, rompiéndolas todas hasta dejarlas en pedacitos. No conforme con eso y para terminar de rematar, las lanza a su alrededor como si fueran confeti.
- ¡Eh!
- ¡Hii!
La exclamación de Gokudera y Yamamoto son opacadas por el grito más fuerte y horrorizado de Tsuna, luego de ver como Lambo acaba de romper su tarea y varias hojas más, todas ellas sumamente importantes y para entregar mañana.
- Haha. Y ahí va nuestra tarea... -dice Yamamoto con una sonrisita despreocupada, muy diferente de la reacción que la Tormenta tiene.
- ¡Vaca Estúpida! ¿Pero qué diablos has hecho? ¡Te… odio! -le grita realmente enojado, agarrándolo del cabello para luego estamparlo contra la mesa y él llanto de éste no se hace esperar.- ¡Cállate! ¡Te mataré en este instante!
- Espera, Gokudera...
- ¡Gokudera-kun, detente por favor!
Ambos tienen que sujetar con todas sus fuerza a su amigo para impedir que en efecto, mate a Lambo. Y es que esta vez, es muy diferente a todas esas veces en las que Gokudera se enoja con el pequeño Guardián, corroborándolo su expresión y gritos.
- ¡Décimo…. Yamamoto, suéltenme! -trata de liberarse a toda costa.- ¡Ya estoy realmente harto de todas las estupideces de esta maldita Vaca Estúpida, lo mataré de una vez por todas!
- ¿Qué? ¡No, no puedes hacer eso, Gokudera-kun! -se aferra con más fuerza a él para impedirlo.
- Tranquilízate, es sólo un niño.
- ¡Un niño y una mierda! ¡Yo lo mato ahorita mismo!
- ¡No!
Ellos siguen luchando para retener a Gokudera, él por liberarse y sacar sus dinamitas para hacerlo estallar en mil pedazos y Lambo, llorando desconsolado y murmurando entre sollozos un “Tengo que… calmarme” sin llegar a lograrlo.
Aquello, dura largos e interminables minutos.
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Al final de ese día, tanto el beisbolista como él tuvieron que sacar a Gokudera-kun de su habitación y hacer que volviera a su casa porque no dejaba de decir que lo soltarán para matar a Lambo y en el estado irracional en el que estaba, no dudaban de que fuera así y Tsuna no quería que nadie muriera en su casa.
Seguía teniéndole miedo a los fantasmas y conociendo lo enfadoso que Lambo era, no dudaba que aún muerto, lo seguiría molestando y no, ¡qué Dios lo libre! No quería, muchas gracias.
Desde entonces… Gokudera no ha puesto un pie dentro de la casa de su Décimo pese a desearlo más que nada, controlándose al saber que la Vaca Estúpida está ahí e invitando mejor a su capo a su departamento aunque Yamamoto también se invitara solo.
Ya lo ha dicho antes y ahora lo dice más seguro y con más convicción. Él, odia a la Vaca Estúpida y no quiere tener nada que ver con él. Por eso, es que ahora lo está evitando o lo ignora cuando ambos se encuentran en algún lugar.
Es eso, o matarlo. Claro que su Décimo se lo ha prohibido y hasta le ha hecho jurar que no lo hará, teniendo entonces que cumplir con la promesa como buena Mano Derecha que es.
Que si no… la Vaca Estúpida en definitiva ya no estaría ahí, molestando a nadie más.
Fin.