Después de una eternidad~

Jul 14, 2008 18:43

Por fin recordé que hace tiempo no subo algo, lo cual no debería ser porque las historias que tengo comienzan a acumularse, y me da lata ponerlas todas de una.

Así que, sin más, dejo aquí una historia para
retos_a_lacarta :

Título: Como terciopelo.
Pairing/Personaje: Takeshi Yamamoto/Hayato Gokudera.
Prompt: #01 Tacto.
Resumen: Había algo intrigante en el joven, algo que le resultaba particularmente irresistible al beisbolista. 
Notas: Este fic llevaba mucho tiempo escrito, pues es de antes que me decidiera a tomar la tabla. Primero comencé a probar y de ahí salió esta, y me atrevo a decir que es una de las primeras que escribí de este fandom. No sé si seré yo, pero me parece notar un cambio en el estilo; sutil, pero ahí está.
Palabras: 593.
Tabla: aquí.

La clase avanzaba lentamente y hacía un calor apenas soportable. Algunos alumnos usaban sus cuadernos para abanicarse mientras escuchaban con aburridas expresiones el monótono monólogo del profesor, mientras otros dormían descaradamente reposando las cabezas en los brazos. A través de la ventana abierta podía escuchar el sonido que hacían los que estaban en clases de Educación Física, posiblemente más cómodos que aquellos que estaban encerrados en los salones. Yamamoto dejó escapar un suspiro, contando los minutos que faltaban para el próximo receso en el reloj que se encontraba sobre la pizarra. Resignado ante la idea de que sin importar cuánto tratara, de todos modos no conseguiría concentrarse lo suficiente como para entender de qué hablaba el hombre frente a él, giró la cabeza y fijó su atención en el chico de cabello plateado que escribía en su cuaderno como si fuera inmune al sofocante calor.
Una fresca brisa de viento entró por la ventana, moviendo suavemente el cabello de Gokudera. Yamamoto se quedó mirando cómo el italiano dejaba de escribir, apoyando la cabeza en una mano y mirando al profesor con aire ausente. Había algo intrigante en el joven, algo que le resultaba particularmente irresistible al beisbolista. Adoraba el cabello de Gokudera. No era que simplemente lo encontrara atractivo, o que le llamara la atención de alguna forma. Ni él mismo era capaz de ponerlo en palabras. Lo único que sabía era que debía luchar constantemente contra los deseos de tocarlo. Sin duda daría cualquier cosa por ser capaz de enredar sus dedos en su plateado cabello, aún más por sentirlo contra su rostro… Aquella era su agonía personal.
Un murmullo generalizado anunció que la clase había terminado. El profesor ya había desaparecido y en ese momento Gokudera se estiraba en su asiento. Yamamoto se puso de pie con una amplia sonrisa en su rostro.
-Esa clase se me hizo eterna -murmuró Tsuna en medio de un bostezo.
-¡A mí también! -exclamó con entusiasmo Gokudera, acercándosele con rapidez.
Yamamoto se aproximó al grupo y Gokudera lo recibió con un audible gruñido. El beisbolista rió, mientras decía:
-Bueno, al menos ahora podemos almorzar. ¿Por qué no vamos a la azotea?
Gokudera le dirigió una mirada asesina, como si realmente creyera que con ella podría llegar a matarlo. Al constatar que eso no era posible, murmuró entre dientes, de mal humor como de costumbre:
-¿Por qué no te vas a hacer lo que sea que los maniáticos del béisbol como tú suelen hacer y desapareces?
Yamamoto rió despreocupadamente, y se dio el lujo de palmear su cabeza mientras decía con una amplia sonrisa:
-Si te la pasas molesto te saldrá una úlcera estomacal.
-No digas idioteces -respondió Gokudera torciendo la cabeza, quitando la mano de Yamamoto con un rápido y brusco ademán.
Yamamoto sonrió despreocupadamente, sin embargo un brillo en sus ojos llamó enseguida la atención de Tsuna.
-Yamamoto, hoy pareces más contento que de costumbre. ¿Sucedió algo bueno?
-Nada en particular, Tsuna -se apresuró a contestar, con cierta nota de nerviosismo en su voz.
Tsuna lo miró encogido de hombros, pero decidió no seguir preguntando. En cambio, tomó su comida y salió del salón, seguido de cerca por Gokudera. Yamamoto miró entonces su mano, apenas capaz de contener la alegría que en ese momento llenaba su pecho.
Suave como el terciopelo.
-Yamamoto, vamos a comer ahora.
La voz de Tsuna proveniente de la puerta del salón de clases interrumpió sus pensamientos. Levantó la mirada y en su rostro apareció una sonrisa tan brillante que bien pudo haber encandilado a quienes la vieran.
-¡Enseguida voy!

claim : gokudera, !fanfic, comunidad : retos a la carta, tabla : sentidos, claim : yamamoto, fandom : katekyo hitman reborn!

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