(no subject)
¡Primera entrada para
fanfic100_es ! Bastantes fics (para ser yo xD), así que estoy bastante satisfecha.
Empezamos:
Título: Té.
Personaje/Pairing: Kyouya Hibari/I-Pin.
Prompt: #089 Trabajo.
Resumen: El negocio estaba yendo bien, y por eso el señor Kawahira le había pedido que fuese a la base de los Vongola para agradecerles por ser clientes frecuentes del local de comida china.
Notas: Este es un pedido de
darkilluz , que hace un tiempo me pidió un Hibari/I-Pin. Es la primera vez que escribo de ellos, y está hecho con mucho amor (xD).
Palabras: 1057.
Tabla: aquí.
El negocio estaba yendo bien; no podía quejarse. El señor Kawahira se encontraba conforme y de buen humor, y por eso le había pedido a I-Pin que llevara a la base de los Vongola unas cuantas porciones del nuevo plato que ofrecerían a partir del siguiente mes, todo gratis como agradecimiento por ser clientes frecuentes del local de comida china.
Si bien la mansión estaba fuertemente custodiada, I-Pin era conocida por todos y nadie le ponía problemas si ella deseaba ingresar a alguna habitación. Por eso, se tomó la libertad de ir a dejar ella misma la comida a la cocina (saludando cortésmente a todo el que se cruzara en su camino) y luego se dirigió al despacho del décimo líder de la familia para saludarle y pasarle los buenos deseos del señor Kawahira.
Lo encontró sentado frente a su escritorio, con una gran cantidad de papeles apilados a su lado.
-Este… ¿Sawada-san? -preguntó tímidamente, asomando la cabeza por la puerta.
Tsuna levantó la cabeza y la saludó con una sonrisa.
-I-Pin, adelante -la invitó, haciendo un ademán. La joven entró a la habitación, cerrando la puerta tras de sí-. No sabía que vendrías. Perdón por el desorden, se me ha juntado mucho trabajo últimamente.
El Vongola se rascó la nuca, avergonzado. I-Pin sonrió.
-No hay problema. El señor Kawahira me pidió que trajera unos platos que comenzará a vender el próximo mes; los dejé en la cocina. También, le agradece mucho que prefiera nuestra comida.
-No era necesario, pero muchas gracias.
La sonrisa en el rostro de I-Pin se ensanchó. La joven hizo una reverencia, mientras decía:
-Nos vemos entonces.
-¿Te vas? -preguntó Tsuna-. ¿Por qué no te quedas un rato? Así…
El sonido emitido por un pequeño celular vibrando interrumpió a Tsuna. El joven miró en la pantalla del aparato quién llamaba, y no había que ser un genio para adivinarlo, pues la expresión de pánico en su rostro lo decía todo. I-Pin se sonrojó.
-Hi-Hibari-san -tartamudeó el Vongola. Era curioso ver tan asustado al líder de la familia más influyente y poderosa de la Mafia-. ¿Los documentos? ¡Ah! ¡Esos documentos! Enseguida se los mandaré. Se me había olvidado… -agregó en un susurro, como si esperara que al otro lado no lo escuchara Hibari. Sin embargo, al parecer, sí lo había hecho, pues lo siguiente que hizo Tsuna fue alejarse el celular del oído, para luego agregar, prácticamente a gritos-. Sí, ¡enseguida los mando! ¡Prom…!
Se interrumpió a sí mismo, acercándose nuevamente el aparato. Luego de un segundo, dejó escapar un amargo suspiro, dejándolo a un lado en el escritorio.
I-Pin quería preguntar qué había sucedido, pero Tsuna parecía tan devastado que le costó reunir el valor para hacerlo, pese a que interiormente la curiosidad la mataba. Apretó los puños con nerviosismo.
-¿Sawada-san?
Tsuna la miró.
-I-Pin, ¿podrías hacerme un favor? -sin esperar respuesta, rebuscó entre los papeles esparcidos sobre el escritorio. Finalmente, sacó una carpeta-. ¿Podrías ir a las instalaciones de La Fundación y entregarle estos documentos a Hibari-san? Iría yo, pero estoy ocupado y…
-P-Por supuesto -tartamudeó la chica, rogando por no parecer tan nerviosa como de verdad estaba. Podía sentir la sangre acumulándose en su rostro.
El Vongola sonrió, mientras I-Pin tomaba con manos temblorosas la carpeta. No podía ocultar su felicidad. Le gustaba ir a visitar a Hibari, pero sabía que a éste no le gustaba ser molestado y por lo tanto no podía ir tanto como quisiera; pero esta vez era distinto, porque sí tenía una excusa para visitarlo. Hizo una rápida reverencia y salió apresurada de la mansión. Si no hubiera estado en las nubes, se habría fijado en la sonrisa cómplice de Tsuna.
Avanzaba a toda velocidad, mientras ensayaba mentalmente lo que diría cuando estuviese frente a él. Siempre se ponía muy nerviosa, tartamudeando cosas sin sentido. Por eso, incluso preparó una lista de temas de conversación, que incluía temas que iban desde el clima hasta la situación política actual. De más está decir que todo lo olvidó apenas llegó al lugar. La recibió Kusakabe.
-I-Pin-chan, es bueno verte por aquí -la saludó.
-Buenos días, Kusakabe-san -saludó ella cortésmente, inclinando la cabeza-. ¿Dónde está Hibari-san?
Kusakabe la guió por la antigua casona estilo japonés, a través de un laberinto de pasillos. Finalmente se detuvo frente a una de las habitaciones. Se arrodilló y abrió la puerta.
-Kyou-san, tiene visitas -Se hizo a un lado para dejar el paso libre a I-Pin.
La joven entró, sonriendo tímidamente. Se sintió sonrojar cuando Hibari fijó sus penetrantes ojos en ella. Se sentó frente a él y sintió la puerta cerrarse. Ahora sí; estaban solos. Solos. Su corazón dio un salto.
-¿Y bien? -preguntó él, sin rodeos.
-S-Sí -murmuró ella, pasándole la carpeta que Tsuna le había mandado-. Sawada-san mandó estos documentos; son los que usted había pedido.
Hibari dejó escapar un gruñido, señal de que no era necesaria más explicación. Hubo un momento de silencio, que fue rápidamente roto por I-Pin.
-Uh, Hibari-san, hoy es un día muy bonito, ¿no cree? Hace calor, pero no demasiado, y hay una brisa que…
Hibari cerró la carpeta con brusquedad, e I-Pin supuso que no era momento para una charla sobre el clima. Hibari no estaba de humor, o al menos eso parecía.
-No era necesario que vinieras, Sawada pudo haber mandado los documentos por el ordenador.
-¡¿Qué?! -chilló la joven.
Pudo sentir su cara enrojeciendo y sus orejas calientes. Si no era necesario que se presentara para llevar los documentos, ¿por qué se lo había pedido Tsuna? Ahora se sentía terriblemente avergonzada; ojalá la tierra pudiera abrirse y tragársela.
-Lo- lo siento mucho -balbuceó, poniéndose torpemente de pie.
Habría salido corriendo de la habitación de no haber sido porque él la había detenido, llamándola por su nombre. Se giró, mirándolo con expectación mezclada con un poco de pánico.
Él tardó en responder. Dejó escapar un suspiro y señalando la pequeña tetara que tenía a un lado con un ademán, dijo:
-Ya que estás aquí, bebe un poco.
Ella lo miró con incredulidad, y luego su rostro se iluminó.
-Claro -respondió con una sonrisa, sentándose nuevamente frente a él.
Lo observó mientras servía cuidadosamente el té en dos pequeñas tazas. Mientras tanto, pensaba en la razón de Tsuna para enviarla. Cualquiera haya sido, tendría que agradecerle después.
Las que siguen: con
full_xstacy nos pusimos como desafío escribir una historia en 100 palabras. Estas son mis intentos fallidos y la respuesta al reto:
Título: Costumbre.
Personaje/Pairing: Takeshi Yamamoto/Lambo.
Prompt: #010 Años.
Resumen: Era lo que siempre sucedía: una explosión, mucho humo, y luego el joven que era reemplazado por un niño.
Notas: Escrito en segunda persona.
Palabras: 136.
Tabla: aquí.
Podrías decir que ya estas acostumbrado; una pequeña explosión y, sobre todo, mucho humo. El joven que estaba delante de ti es reemplazado por un niño. Entonces te alegra que estén en una pastelería; el cambio se pudo haber producido estando en un lugar peor.
El niño te mira con curiosidad y parece reconocerte, pero al fijarse en el pastel que tiene en frente pierde todo interés en ti. Lo saludas casualmente y él te responde un “hola” con la boca llena. Ríes y observas cómo come.
Otra explosión y el joven vuelve; tú le das la bienvenida con una sonrisa. Él se disculpa por lo sucedido (algo sobre lo torpe que era diez años atrás) y tú vuelves a reír, divertido más que nada porque a tu chico no parece agradarle encontrar su plato vacío.
Título: Juramento.
Pairing/Personaje: Gamma/Uni.
Prompt: #011 Rojo.
Resumen: Él había jurado que la protegería con su vida y no por simple formalismo; no quería verla herida.
Notas: Supongo que es spoiler si no sabes quiénes son los personajes (?)
Palabras: 136.
Tabla: aquí.
-¡Ay!
La pequeña había estado felizmente corriendo en el jardín de la mansión hasta que súbitamente se tropezó. De inmediato Gamma corrió hacia ella, preocupado.
-Princesa, ¿está bien? -preguntó apenas llegó, agachándose a su lado.
Uni le mostró las manos, que ahora exhibían unos pequeños cortes de donde la sangre, de un rojo intenso, comenzaba a manar.
-No es nada -dijo ella serenamente.
Gamma tomó las manos de la niña, pequeñas en comparación con las suyas, y besó sus heridas con cuidado. Ella lo miró, con curiosidad.
-Nunca más, princesa. Nunca más.
Nunca más me asustes así. Él había jurado que la protegería con su vida y no por simple formalismo; no quería verla herida. Ella rió suavemente, y Gamma no pudo evitar preguntarse si acaso la pequeña había tenido la oportunidad de leer sus pensamientos.
Título: Remembranza.
Personaje/Pairing: Hayato Gokudera.
Prompt: #037 Sonido.
Resumen: El sonido del piano era lo único que lo conectaba con ella, por eso lo amaba.
Palabras: 171.
Tabla: aquí.
Amaba el sonido del piano. Claro, amaba la música y el piano era un instrumento con el cual podía dejar volar su imaginación, creando melodías que de algún modo le ayudaban a olvidarse de sus problemas y su irritación permanente; pero esa no era la única ni la principal razón.
Cerró los ojos, mientras dejaba que sus manos se movieran libremente sobre el teclado. Aquel sonido era lo único que tenía que lo conectaba con su madre; era lo único que tenía que realmente le recordaba a ella. Escuchar ese suave sonido era como volver a esos días, en los que tenía la oportunidad de estar con aquella única persona a la que había conseguido amar sincera y genuinamente. Casi podía oír una vez más su dulce voz, oler su agradable perfume y sentir la calidez de sus brazos rodeándolo.
Sintió un nudo en la garganta, y antes de que pudiera darse cuenta, sus ojos se humedecieron. Pero no dejó de tocar.
Porque después de todo, amaba el sonido del piano.
Título: En la fila de reclutas.
Personaje/Pairing: Colonnello/Lal Mirch.
Prompt: #040 Vista.
Resumen: Podía reconocer el potencial cuando lo veía y eso era algo de lo que se sentía orgullosa; y estaba segura de que él era una causa perdida.
Notas: Esta pareja siempre me ha llamado la atención, y si bien no se especifíca cómo era la relación entre ambos, es así como me la imagino xD. En otras palabras: no me odien por el OOC ;O;
Palabras: 196.
Tabla: aquí.
Recorrió la fila de nuevos reclutas con el ceño arrugado. Llevaba años siendo instructora, y estaba segura de poder reconocer a alguien fuerte de alguien débil con sólo mirarle. Podía ver el potencial, y eso era algo de lo que se sentía orgullosa.
Fijó su atención en el joven al final de la fila. Era rubio y poseía unos ojos azules que brillaban con arrogancia y suficiencia. Está más confiado de lo que debería, pensó ella. Era capaz de reconocer el potencial cuando lo veía, y sabía que él no tendría futuro.
-¡Hey! -exclamó él, sonriendo ampliamente-. Te ves muy joven para ser nuestra instructora; ¿por qué no mejor vamos a beber algo…?
Antes de que el recluta pudiera agregar algo, la instructora apretó su puño y lo golpeó con fuerza en el rostro, haciendo que cayera ruidosamente al suelo.
-¡Vuelves a decir algo y juro que te partiré la cabeza a golpes! -amenazó ella, mostrando su puño.
El joven pareció reír. Ella lo miró con furia, segura de que no pasaría mucho antes de que el recluta se fuera rendido a causa de sus inhumanos entrenamientos; y estaba segura de que no lo extrañaría.
Y la ganadora:
Título: Buenas noches.
Personaje/Pairing: Colonnello/Lal Mirch.
Prompt: #087 Vida.
Resumen: La única excusa que conseguía dar para su existencia era la venganza; era suficiente para ella, pero sabía que a él no le hubiera gustado.
Palabras: 100.
Tabla: aquí.
Era conciente de lo vacía que estaba su vida. La única excusa que conseguía dar para su existencia era la venganza; era suficiente para ella, pero sabía que a él no le hubiera gustado.
Atravesó la oscura habitación con paso lento. Miró la foto que había sobre su escritorio, a un lado de la cama. Apenas sí había luz en la pieza, pero no la necesitaba porque de todos modos la veía tanto que conocía cada detalle de ella. Podía ver la sonrisa del joven cada vez que cerraba los ojos.
-Buenas noches -murmuró, metiéndose en la cama-, idiota…
fanfic100_es ! Bastantes fics (para ser yo xD), así que estoy bastante satisfecha.
Empezamos:
Título: Té.
Personaje/Pairing: Kyouya Hibari/I-Pin.
Prompt: #089 Trabajo.
Resumen: El negocio estaba yendo bien, y por eso el señor Kawahira le había pedido que fuese a la base de los Vongola para agradecerles por ser clientes frecuentes del local de comida china.
Notas: Este es un pedido de
darkilluz , que hace un tiempo me pidió un Hibari/I-Pin. Es la primera vez que escribo de ellos, y está hecho con mucho amor (xD).
Palabras: 1057.
Tabla: aquí.
El negocio estaba yendo bien; no podía quejarse. El señor Kawahira se encontraba conforme y de buen humor, y por eso le había pedido a I-Pin que llevara a la base de los Vongola unas cuantas porciones del nuevo plato que ofrecerían a partir del siguiente mes, todo gratis como agradecimiento por ser clientes frecuentes del local de comida china.
Si bien la mansión estaba fuertemente custodiada, I-Pin era conocida por todos y nadie le ponía problemas si ella deseaba ingresar a alguna habitación. Por eso, se tomó la libertad de ir a dejar ella misma la comida a la cocina (saludando cortésmente a todo el que se cruzara en su camino) y luego se dirigió al despacho del décimo líder de la familia para saludarle y pasarle los buenos deseos del señor Kawahira.
Lo encontró sentado frente a su escritorio, con una gran cantidad de papeles apilados a su lado.
-Este… ¿Sawada-san? -preguntó tímidamente, asomando la cabeza por la puerta.
Tsuna levantó la cabeza y la saludó con una sonrisa.
-I-Pin, adelante -la invitó, haciendo un ademán. La joven entró a la habitación, cerrando la puerta tras de sí-. No sabía que vendrías. Perdón por el desorden, se me ha juntado mucho trabajo últimamente.
El Vongola se rascó la nuca, avergonzado. I-Pin sonrió.
-No hay problema. El señor Kawahira me pidió que trajera unos platos que comenzará a vender el próximo mes; los dejé en la cocina. También, le agradece mucho que prefiera nuestra comida.
-No era necesario, pero muchas gracias.
La sonrisa en el rostro de I-Pin se ensanchó. La joven hizo una reverencia, mientras decía:
-Nos vemos entonces.
-¿Te vas? -preguntó Tsuna-. ¿Por qué no te quedas un rato? Así…
El sonido emitido por un pequeño celular vibrando interrumpió a Tsuna. El joven miró en la pantalla del aparato quién llamaba, y no había que ser un genio para adivinarlo, pues la expresión de pánico en su rostro lo decía todo. I-Pin se sonrojó.
-Hi-Hibari-san -tartamudeó el Vongola. Era curioso ver tan asustado al líder de la familia más influyente y poderosa de la Mafia-. ¿Los documentos? ¡Ah! ¡Esos documentos! Enseguida se los mandaré. Se me había olvidado… -agregó en un susurro, como si esperara que al otro lado no lo escuchara Hibari. Sin embargo, al parecer, sí lo había hecho, pues lo siguiente que hizo Tsuna fue alejarse el celular del oído, para luego agregar, prácticamente a gritos-. Sí, ¡enseguida los mando! ¡Prom…!
Se interrumpió a sí mismo, acercándose nuevamente el aparato. Luego de un segundo, dejó escapar un amargo suspiro, dejándolo a un lado en el escritorio.
I-Pin quería preguntar qué había sucedido, pero Tsuna parecía tan devastado que le costó reunir el valor para hacerlo, pese a que interiormente la curiosidad la mataba. Apretó los puños con nerviosismo.
-¿Sawada-san?
Tsuna la miró.
-I-Pin, ¿podrías hacerme un favor? -sin esperar respuesta, rebuscó entre los papeles esparcidos sobre el escritorio. Finalmente, sacó una carpeta-. ¿Podrías ir a las instalaciones de La Fundación y entregarle estos documentos a Hibari-san? Iría yo, pero estoy ocupado y…
-P-Por supuesto -tartamudeó la chica, rogando por no parecer tan nerviosa como de verdad estaba. Podía sentir la sangre acumulándose en su rostro.
El Vongola sonrió, mientras I-Pin tomaba con manos temblorosas la carpeta. No podía ocultar su felicidad. Le gustaba ir a visitar a Hibari, pero sabía que a éste no le gustaba ser molestado y por lo tanto no podía ir tanto como quisiera; pero esta vez era distinto, porque sí tenía una excusa para visitarlo. Hizo una rápida reverencia y salió apresurada de la mansión. Si no hubiera estado en las nubes, se habría fijado en la sonrisa cómplice de Tsuna.
Avanzaba a toda velocidad, mientras ensayaba mentalmente lo que diría cuando estuviese frente a él. Siempre se ponía muy nerviosa, tartamudeando cosas sin sentido. Por eso, incluso preparó una lista de temas de conversación, que incluía temas que iban desde el clima hasta la situación política actual. De más está decir que todo lo olvidó apenas llegó al lugar. La recibió Kusakabe.
-I-Pin-chan, es bueno verte por aquí -la saludó.
-Buenos días, Kusakabe-san -saludó ella cortésmente, inclinando la cabeza-. ¿Dónde está Hibari-san?
Kusakabe la guió por la antigua casona estilo japonés, a través de un laberinto de pasillos. Finalmente se detuvo frente a una de las habitaciones. Se arrodilló y abrió la puerta.
-Kyou-san, tiene visitas -Se hizo a un lado para dejar el paso libre a I-Pin.
La joven entró, sonriendo tímidamente. Se sintió sonrojar cuando Hibari fijó sus penetrantes ojos en ella. Se sentó frente a él y sintió la puerta cerrarse. Ahora sí; estaban solos. Solos. Su corazón dio un salto.
-¿Y bien? -preguntó él, sin rodeos.
-S-Sí -murmuró ella, pasándole la carpeta que Tsuna le había mandado-. Sawada-san mandó estos documentos; son los que usted había pedido.
Hibari dejó escapar un gruñido, señal de que no era necesaria más explicación. Hubo un momento de silencio, que fue rápidamente roto por I-Pin.
-Uh, Hibari-san, hoy es un día muy bonito, ¿no cree? Hace calor, pero no demasiado, y hay una brisa que…
Hibari cerró la carpeta con brusquedad, e I-Pin supuso que no era momento para una charla sobre el clima. Hibari no estaba de humor, o al menos eso parecía.
-No era necesario que vinieras, Sawada pudo haber mandado los documentos por el ordenador.
-¡¿Qué?! -chilló la joven.
Pudo sentir su cara enrojeciendo y sus orejas calientes. Si no era necesario que se presentara para llevar los documentos, ¿por qué se lo había pedido Tsuna? Ahora se sentía terriblemente avergonzada; ojalá la tierra pudiera abrirse y tragársela.
-Lo- lo siento mucho -balbuceó, poniéndose torpemente de pie.
Habría salido corriendo de la habitación de no haber sido porque él la había detenido, llamándola por su nombre. Se giró, mirándolo con expectación mezclada con un poco de pánico.
Él tardó en responder. Dejó escapar un suspiro y señalando la pequeña tetara que tenía a un lado con un ademán, dijo:
-Ya que estás aquí, bebe un poco.
Ella lo miró con incredulidad, y luego su rostro se iluminó.
-Claro -respondió con una sonrisa, sentándose nuevamente frente a él.
Lo observó mientras servía cuidadosamente el té en dos pequeñas tazas. Mientras tanto, pensaba en la razón de Tsuna para enviarla. Cualquiera haya sido, tendría que agradecerle después.
Las que siguen: con
full_xstacy nos pusimos como desafío escribir una historia en 100 palabras. Estas son mis intentos fallidos y la respuesta al reto:
Título: Costumbre.
Personaje/Pairing: Takeshi Yamamoto/Lambo.
Prompt: #010 Años.
Resumen: Era lo que siempre sucedía: una explosión, mucho humo, y luego el joven que era reemplazado por un niño.
Notas: Escrito en segunda persona.
Palabras: 136.
Tabla: aquí.
Podrías decir que ya estas acostumbrado; una pequeña explosión y, sobre todo, mucho humo. El joven que estaba delante de ti es reemplazado por un niño. Entonces te alegra que estén en una pastelería; el cambio se pudo haber producido estando en un lugar peor.
El niño te mira con curiosidad y parece reconocerte, pero al fijarse en el pastel que tiene en frente pierde todo interés en ti. Lo saludas casualmente y él te responde un “hola” con la boca llena. Ríes y observas cómo come.
Otra explosión y el joven vuelve; tú le das la bienvenida con una sonrisa. Él se disculpa por lo sucedido (algo sobre lo torpe que era diez años atrás) y tú vuelves a reír, divertido más que nada porque a tu chico no parece agradarle encontrar su plato vacío.
Título: Juramento.
Pairing/Personaje: Gamma/Uni.
Prompt: #011 Rojo.
Resumen: Él había jurado que la protegería con su vida y no por simple formalismo; no quería verla herida.
Notas: Supongo que es spoiler si no sabes quiénes son los personajes (?)
Palabras: 136.
Tabla: aquí.
-¡Ay!
La pequeña había estado felizmente corriendo en el jardín de la mansión hasta que súbitamente se tropezó. De inmediato Gamma corrió hacia ella, preocupado.
-Princesa, ¿está bien? -preguntó apenas llegó, agachándose a su lado.
Uni le mostró las manos, que ahora exhibían unos pequeños cortes de donde la sangre, de un rojo intenso, comenzaba a manar.
-No es nada -dijo ella serenamente.
Gamma tomó las manos de la niña, pequeñas en comparación con las suyas, y besó sus heridas con cuidado. Ella lo miró, con curiosidad.
-Nunca más, princesa. Nunca más.
Nunca más me asustes así. Él había jurado que la protegería con su vida y no por simple formalismo; no quería verla herida. Ella rió suavemente, y Gamma no pudo evitar preguntarse si acaso la pequeña había tenido la oportunidad de leer sus pensamientos.
Título: Remembranza.
Personaje/Pairing: Hayato Gokudera.
Prompt: #037 Sonido.
Resumen: El sonido del piano era lo único que lo conectaba con ella, por eso lo amaba.
Palabras: 171.
Tabla: aquí.
Amaba el sonido del piano. Claro, amaba la música y el piano era un instrumento con el cual podía dejar volar su imaginación, creando melodías que de algún modo le ayudaban a olvidarse de sus problemas y su irritación permanente; pero esa no era la única ni la principal razón.
Cerró los ojos, mientras dejaba que sus manos se movieran libremente sobre el teclado. Aquel sonido era lo único que tenía que lo conectaba con su madre; era lo único que tenía que realmente le recordaba a ella. Escuchar ese suave sonido era como volver a esos días, en los que tenía la oportunidad de estar con aquella única persona a la que había conseguido amar sincera y genuinamente. Casi podía oír una vez más su dulce voz, oler su agradable perfume y sentir la calidez de sus brazos rodeándolo.
Sintió un nudo en la garganta, y antes de que pudiera darse cuenta, sus ojos se humedecieron. Pero no dejó de tocar.
Porque después de todo, amaba el sonido del piano.
Título: En la fila de reclutas.
Personaje/Pairing: Colonnello/Lal Mirch.
Prompt: #040 Vista.
Resumen: Podía reconocer el potencial cuando lo veía y eso era algo de lo que se sentía orgullosa; y estaba segura de que él era una causa perdida.
Notas: Esta pareja siempre me ha llamado la atención, y si bien no se especifíca cómo era la relación entre ambos, es así como me la imagino xD. En otras palabras: no me odien por el OOC ;O;
Palabras: 196.
Tabla: aquí.
Recorrió la fila de nuevos reclutas con el ceño arrugado. Llevaba años siendo instructora, y estaba segura de poder reconocer a alguien fuerte de alguien débil con sólo mirarle. Podía ver el potencial, y eso era algo de lo que se sentía orgullosa.
Fijó su atención en el joven al final de la fila. Era rubio y poseía unos ojos azules que brillaban con arrogancia y suficiencia. Está más confiado de lo que debería, pensó ella. Era capaz de reconocer el potencial cuando lo veía, y sabía que él no tendría futuro.
-¡Hey! -exclamó él, sonriendo ampliamente-. Te ves muy joven para ser nuestra instructora; ¿por qué no mejor vamos a beber algo…?
Antes de que el recluta pudiera agregar algo, la instructora apretó su puño y lo golpeó con fuerza en el rostro, haciendo que cayera ruidosamente al suelo.
-¡Vuelves a decir algo y juro que te partiré la cabeza a golpes! -amenazó ella, mostrando su puño.
El joven pareció reír. Ella lo miró con furia, segura de que no pasaría mucho antes de que el recluta se fuera rendido a causa de sus inhumanos entrenamientos; y estaba segura de que no lo extrañaría.
Y la ganadora:
Título: Buenas noches.
Personaje/Pairing: Colonnello/Lal Mirch.
Prompt: #087 Vida.
Resumen: La única excusa que conseguía dar para su existencia era la venganza; era suficiente para ella, pero sabía que a él no le hubiera gustado.
Palabras: 100.
Tabla: aquí.
Era conciente de lo vacía que estaba su vida. La única excusa que conseguía dar para su existencia era la venganza; era suficiente para ella, pero sabía que a él no le hubiera gustado.
Atravesó la oscura habitación con paso lento. Miró la foto que había sobre su escritorio, a un lado de la cama. Apenas sí había luz en la pieza, pero no la necesitaba porque de todos modos la veía tanto que conocía cada detalle de ella. Podía ver la sonrisa del joven cada vez que cerraba los ojos.
-Buenas noches -murmuró, metiéndose en la cama-, idiota…