A Day In The Life
Quiero aclarar que hago esto con la intencion de desahogarme y cuando lo lea, pensar: "Oh, que gracioso lo que me sucedio aquel dia, ji ji ji". Estoy segura de que mas adelante lo que me paso me va a parecer muy divertido.
Seguro que si.
Algun dia.
Miercoles 02 de Agosto:
Luego de pasar una de esas mañanas en las que parece que todo sale mal en el trabajo, e inexplicablemente muerta de sueño, me propongo llegar lo mas rapido posible a casa. La rutina diaria es asi: Por la mañana voy al hospital (soy radiologa) hasta las 13:00 hs; justo la hora en que mi marido entra a trabajar. Por lo tanto todos los dias viene con Ramiloco, hablamos dos segundos, yo me lo llevo a casa y el sigue alli hasta la noche. Y como dije, ese dia estaba especialmente apurada. Venia un lindo dolor de cabeza asomando en el horizonte, y era dia de cobro. Tenia pensado pasar por un cajero para sacar algo de dinero, comprar algo de almorzar y si Dios queria ¡Dormir! un rato. Asi que le dije al enano que si se portaba bien en el viaje, tenia un regalito para el. Una de las alumnas de Asistente Dental me habia regalado un autito y lo llevaba en la cartera. Ya viajando, al niñito se le antoja el regalo YA. Se lo doy porque ya estaba harta de oirlo, y todos los pasajeros mas que yo. Se le cae al suelo una vez. Dos veces. Lo guardo nuevamente. Los alaridos de mi hijito hacen temblar los cristales. Con el dolor de cabeza ya comodamente instalado, llego a mi destino. Para que me deje caminar en paz a buscar el dinero, le compro unos caramelos con las pocas monedas que me quedaban.
*ya se lo que puede pensarse acerca de mi conducta como madre, sobornando a un niño para que se porte bien. Pero ese dia, ¡no daba mas!!. Le hubiera dado CUALQUIER COSA. Era darle los caramelos o cometer un crimen*
Llego por fin al cajero. Hacemos la cola y cuando casi era nuestro turno (y los caramelos se terminaban) reviso mi cartera buscando la tarjeta...FUCK! NO ESTABA!!
Habia quedado en mi casa, muy comoda guardada en un cajon. Maldiciendo con los dientes apretados, le digo a mi hijo: "Vamos, vamos a casa, te hago una sopita, yo me tomo una aspirina y cuando se me pase un poco salimos a comprar comida". De mas esta decir que esto ocasiono otro ataque de llanto: "Pero ibamoz a id a Madonaz!!"(lease McDonnald's).
Hablando para distraerlo, llegamos a la esquina de casa, donde casualmente, venden muchos, muchos caramelos. Por supuesto, mi hijo clava los pies en el suelo y no hay manera de hacerlo andar. Es decir si, hay una manera, que fue llevarlo tomado de una oreja. Al fin! Gracias a Dios! llego a casa, con la mano libre tanteo las llaves en mi bolsillo...
¿debo continuar?
SI! LO CREAN O NO; ME DEJE LAS LLAVES EN EL TRABAJO!!
Solte la oreja del flaco y me sente en los escalones de la entrada. No podia hablar asi que eche un vistazo al reloj: 14:10hs. Con dos monedas, una jaqueca de record, una culpa horrible porque Ramiro no habia almorzado, y una mezcla de furia y abatimiento, respire hondo un par de veces para tranquilizarme. Y comence a explicarle a mi hijo que teniamos que viajar OTRA MALDITA VEZ al hospital, recuperar las llaves y volver. Como se nego a seguir caminando ("eztoy muy canzado") lo lleve en brazos, a sus 16 kilos, para ser precisa. En la entrada de la Guardia me esperaba Laura, mi compañera. Mi cara debia ser bastante elocuente ("No das mas, tenes ganas de llorar, ¿no?")pero bueno, le agradeci murmurando, porque todavia me costaba hablar.
Volvimos a casa e hice la dichosa sopita para mi hijo y le di de almorzar. Hora: 15:00.
Mi marido no se entero. En parte porque cuando llego, aun tenia esa jaqueca.
Que no se detuvo hasta la mañana siguiente.
Fin
Comico, ¿verdad?
Seguro que si.
Algun dia.
Miercoles 02 de Agosto:
Luego de pasar una de esas mañanas en las que parece que todo sale mal en el trabajo, e inexplicablemente muerta de sueño, me propongo llegar lo mas rapido posible a casa. La rutina diaria es asi: Por la mañana voy al hospital (soy radiologa) hasta las 13:00 hs; justo la hora en que mi marido entra a trabajar. Por lo tanto todos los dias viene con Ramiloco, hablamos dos segundos, yo me lo llevo a casa y el sigue alli hasta la noche. Y como dije, ese dia estaba especialmente apurada. Venia un lindo dolor de cabeza asomando en el horizonte, y era dia de cobro. Tenia pensado pasar por un cajero para sacar algo de dinero, comprar algo de almorzar y si Dios queria ¡Dormir! un rato. Asi que le dije al enano que si se portaba bien en el viaje, tenia un regalito para el. Una de las alumnas de Asistente Dental me habia regalado un autito y lo llevaba en la cartera. Ya viajando, al niñito se le antoja el regalo YA. Se lo doy porque ya estaba harta de oirlo, y todos los pasajeros mas que yo. Se le cae al suelo una vez. Dos veces. Lo guardo nuevamente. Los alaridos de mi hijito hacen temblar los cristales. Con el dolor de cabeza ya comodamente instalado, llego a mi destino. Para que me deje caminar en paz a buscar el dinero, le compro unos caramelos con las pocas monedas que me quedaban.
*ya se lo que puede pensarse acerca de mi conducta como madre, sobornando a un niño para que se porte bien. Pero ese dia, ¡no daba mas!!. Le hubiera dado CUALQUIER COSA. Era darle los caramelos o cometer un crimen*
Llego por fin al cajero. Hacemos la cola y cuando casi era nuestro turno (y los caramelos se terminaban) reviso mi cartera buscando la tarjeta...FUCK! NO ESTABA!!
Habia quedado en mi casa, muy comoda guardada en un cajon. Maldiciendo con los dientes apretados, le digo a mi hijo: "Vamos, vamos a casa, te hago una sopita, yo me tomo una aspirina y cuando se me pase un poco salimos a comprar comida". De mas esta decir que esto ocasiono otro ataque de llanto: "Pero ibamoz a id a Madonaz!!"(lease McDonnald's).
Hablando para distraerlo, llegamos a la esquina de casa, donde casualmente, venden muchos, muchos caramelos. Por supuesto, mi hijo clava los pies en el suelo y no hay manera de hacerlo andar. Es decir si, hay una manera, que fue llevarlo tomado de una oreja. Al fin! Gracias a Dios! llego a casa, con la mano libre tanteo las llaves en mi bolsillo...
¿debo continuar?
SI! LO CREAN O NO; ME DEJE LAS LLAVES EN EL TRABAJO!!
Solte la oreja del flaco y me sente en los escalones de la entrada. No podia hablar asi que eche un vistazo al reloj: 14:10hs. Con dos monedas, una jaqueca de record, una culpa horrible porque Ramiro no habia almorzado, y una mezcla de furia y abatimiento, respire hondo un par de veces para tranquilizarme. Y comence a explicarle a mi hijo que teniamos que viajar OTRA MALDITA VEZ al hospital, recuperar las llaves y volver. Como se nego a seguir caminando ("eztoy muy canzado") lo lleve en brazos, a sus 16 kilos, para ser precisa. En la entrada de la Guardia me esperaba Laura, mi compañera. Mi cara debia ser bastante elocuente ("No das mas, tenes ganas de llorar, ¿no?")pero bueno, le agradeci murmurando, porque todavia me costaba hablar.
Volvimos a casa e hice la dichosa sopita para mi hijo y le di de almorzar. Hora: 15:00.
Mi marido no se entero. En parte porque cuando llego, aun tenia esa jaqueca.
Que no se detuvo hasta la mañana siguiente.
Fin
Comico, ¿verdad?