me voy a hacer un tatuaje que ponga 'nunca más bebas cócteles exóticos ni te hagas la dura pidiendo el más fuerte que tengan'.
que luego pasa lo que pasa, una sale doblada del bar en cuestión y la noche degenera hasta el punto de que en sólo tres horas se pasa de ser una persona presentable a un mono trepafarolas y dios sabe qué cosas más. qué lastimica de aquellos que por pura casualidad se cruzaron conmigo por la calle el sábado noche. verme agarrada a un cartel, haciendo
la sentadilla cósmica en medio de la calzada, subida en un pilote para que los coches no aparquen en la acera, y sentada en una ventana cantando el último hit de andy y lucas son cosas que igual no son fáciles de olvidar.
pero he descubierto que el coñac con ginebra y ron es más alucinógeno que las setas. sino que se lo pregunten a la puerta del váter de cierto bar, ja!
la vuelta a casa fue dura. el trayecto que normalmente me cuesta hacer unos 15 minutos lo hice en hora y cuarto, porque iba perdiendo el zapato izquierdo cada dos pasos. tenía el pie idiota.
eso sí, este sábado sólo a cervezas, lo juro por la resaca que me duró dos días!
ya sólo queda una semana. miedo.