Insights of Sheridan and Delenn

Jan 08, 2009 10:44

Disclaimer: Los personajes no son mios, pertenecen a Warner Brothers y JMS. Su uso es recreativo y sin ninguna intensión de lucro.

Esta es una historia que escribí que no posee betareaders, así que posee muchos errores. Se que está en español, pero si quien sea se anima a corregirlo bienvenido. Es una narracion un poco larga, quisas deba dividirla en partes. Posee spoilers de la segunda temporada desde el primer capitulo como hasta el capitulo 7 (la cena). En fin son muchos fillers del punto de vista de Sheridan, Delenn, y narraciones en tercera persona. Si alguien se molesta en leerlo, espero que lo disfrute.


Prólogo

La verdad es que esta estación no era la que el capitán John Sheridan esperaba. Diplomacia, John Sheridan jugando al diplomático!...por Dios era un soldado! Los sacrificios que había que hacer por los compromisos superiores!...ninguno de los embajadores eran, digamos que, …simpáticos…diplomáticos sí, pero de los mas repulsivos en su trato a veces, siempre detrás de intereses ocultos, siempre debiendo estar pendiente de no ser embaucado en el trato más perjudicial para él… La verdad es que la falta de caracteres femeninos en la milicia era algo desquiciante a veces. Esa asperidad en el trato. No podía hablar de su segunda al mando, eficiente, si, pero dura como la vodka rusa que personificaba. Anna alivianaba mucho la carga de testosterona intoxicante que debía manipular en sus relaciones de trabajo…pero Anna ya no estaba, hace mucho que ya no estaba, y realmente le hacía falta el toque femenino en su vida. Era un pensamiento egoísta, extrañarla por su femineidad y jovialidad, pero la verdad era que le hacía falta un poco de delicadeza.

Por eso tenía tanta curiosidad en conocer a la embajadora de Mimbar, sabía que no era muy querido por los mimbaris, todo ese embrollo de orgullos heridos y vainas. También  sabía que los mimbaris eran reservados, solían tener un trato bastante distanciado con los otros, pero poseían ciertas elegancias en sus modales que aligeraban las interacciones (claro, dependiendo de la casta).Y ni decir del misticismo que les rodeaba. Eran como los discípulos perfectos de los Vorlons…jejeje…

Así que se sorprendió bastante cuando el joven agregado solicitó permiso para que la embajadora se uniera a la mesa directiva - “pero claro que puede pasar, he estado esperando poder conocer a la embajadora” - que preguntas son esas por Dios!

Quedó boquiabierto, cautivado por la gracia de sus movimientos, la expectación que causó al quitar la capucha lentamente, y la belleza que reveló fueron devastadores… no pudo evitar sonreír como un idiota, y la gran sorpresa que se llevó fue, que ella también le sonrió, y estaba seguro que fue a el, por que esos hermosos ojos verdes lo miraron solamente a el. Si que saben alagar con sutilezas- pensó sacudiéndose la idea de que una embajadora desconocida le allá ofrecido sus encantos de forma particular- pero si que fue un detalle muy agradable. Parecía casi como si la embajadora hubiese estado oyendo sus pensamientos y hubiese querido complacerlo con el toque femenino que anhelaba, por que este simple encuentro había bastado para suavizar los duros días que había pasado desde que llegó a Babilón 5.

Delenn, dijo,…un puente de entendimiento entre las dos razas….intrigante…

------------------------------------------------- o---------------------------------------

John se sentía culpable por su ininteligible atracción hacia la embajadora; claro era lógico, tomando en consideración que ella era el santo grial delante de la aridez que representaban los demás embajadores. Pero que Diablos hacía pensando en la embajadora!....

La embajadora revoloteaba como una mariposa entre la multitud, graciosa y delicada, pero con una fiereza peculiar… oh no! no querías discutir con ella, por que revelabas la verdadera mimbari que había oculta debajo de las túnicas. Pero la verdad es que pocas veces debía discutir con la embajadora, por que para variar, siempre buscaba el bien común, sus causas eran justas y coherentes, lo cierto es que su presencia era un alivio delante de todas las agendas ocultas. Los mimbaris nunca dicen toda la verdad, pero que arte tenían para manejarla.

Le fascinaba tener una de esas suertes de un día en los que ambos coincidían en el Jardín Zen, era refrescante y mágico escuchar a Delenn hablar del universo, una visión positiva que le alegraba varios días de una semana. Sin mencionar lo melodiosa que su voz sonaba, con su peculiar acento y su calmada forma de hablar, como que siempre estaba contando un cuento de cama para niños. Le parecían embriagadoras las atenciones que le dedicaba la embajadora, siempre con una sonrisa empuñada en los labios, casi como si le coqueteara. Pero naaaa! eran de diferentes culturas, el lenguaje corporal no podía significar lo mismo en todas partes de la galaxia, de seguro la embajadora hambrienta de aprendizaje y deseosa de agradar, había estudiado lenguajes corporales humanos sin detenerse a diferenciar cuales correspondían a relaciones comerciales, cuales a amigos y cuales a romances…aun así le parecía divertido imaginar que la embajadora le coqueteaba. Misteriosa la tía…aunque siendo un poco más sinceros, admitiéndolo casi solo de forma subconsciente, el capitán no veía que la embajadora tuviera iguales atenciones para con otros individuos.

----------------------------------------------------------o-------------------------------

Delenn se acerco briosa al capitán, le sonrió a Franklin, mientras le dedicaba una reverencia, y le dijo: Me gustaría hablar con usted capitán, a solas. John no supo por que la expresión a solas dicha por la boca de esta bella mujer le hacia sentir un escalofríos a través de todo su cuerpo…Dios! La verdad es que tenia demasiado tiempo sin una mujer, era increíble como sus paranoias de los flirteos de la embajadora hacían que se olvidara por completo de Anna…pero sus paranoias casi se volvieron reales cuando la embajadora dijo que “quería tener una cena con el comandante para hablar de lo que sea que no fuera de tratados o fronteras”…un día te disparan y al próximo te invitan a cenar, dijo Sheridan mientras sonreía…lo cierto era que la embajadora tenia una forma peculiar e imaginativa de despertar la curiosidad del comandante.

-------------------------------------------------------------o----------------------------

Delenn no tenía que entender, sólo obedecer. La profecía lo decía, estaba escrita. Kosh, a su manera particular se lo había asegurado. Tenia que entrar en la crisálida. Ella se convertiría en un puente de entendimiento, se lo que fuere que esto significara, ya fuera que se fuera a sacrificar, ya fuera que se fuera herir, ha transformar…no, ella no tenia que entender, pero hubiese sido tan fácil si hubiese entendido, quizás no tendría tanto miedo…

Pero lo que pasó no se lo estaba esperando... en un principio se espantó de lo que vio al momento de salir de su sueño inducido…y el dolor, el insoportable dolor…pero ella había aceptado su destino de sacrificio y sufrimiento, si era lo que debía hacer para evitar otra guerra de destrucción y perdición….pero cuando el doctor Franklin comenzó a desprenderle la piel, ella misma se asqueo..En que se había convertido??? Que era???

Y en verdad que era y que se había convertido eran excelentes preguntas, por que cuando Franklin termino de “limpiarla” …bueno, seguía teniendo atributos conocidos por ella, pero era …era casi humana. Esto era algo que realmente no había esperado…increíblemente esto la desilusionó de cierta forma, más que la idea de ser un fenómeno…es mas fácil manejar las situaciones mas trágicas, ya ella había aceptado su miseria, pero con este nuevo estado, bueno, ella no sabia que hacer. Claro, ahora si era evidente, ser un puente entre las dos razas…Valen! Cuantos dolores de cabeza le iba dar esta situación, si hubiese muerto, bueno, hubiese sido un mártir, pero ahora…ahora no sabía que era lo siguiente que debía hacer…

Si nunca se hubiese mirado al espejo, nunca se hubiese percatado de su cambio, se sentía igual de forma superficial, como si llevara un disfraz…pero por dentro, por dentro había cambiado; era más…frágil.

Nunca se caracterizó por ser una persona temerosa, pero ahora tenía miedo, estaba en una situación que nadie le podía ayudar, sola en su estatus, sabia que pagaría caras consecuencias por adelantarse a lo que había mandado el consejo, nunca antes un Satai se había sublevado ante una decisión de la unidad….

Siempre había considerado a los humanos en su anatomía como mimbaris deformes…ese extraño exceso de pelo en la cabeza que era una reminiscencia de su antecesores salvajes, ninguna utilidad en un ser superior… las orejas tan grandes y elevadas, y esa ausencia de hueso… eran tan débiles físicamente, tan poco estándares, cada humano era único, ninguno se parecía al siguiente….no conseguían conciliar sus decisiones, y a esta altura de su evolución se dejaban llevar por sus pasiones, muchos de sus accionares carecían de motivos lógicos, por lo menos para un mimbari ( y muchas otras especies también lo habían admitido)…aun así poseían profundas filosofías, tan variadas como sus propias características biológicas. No eran tan pomposos como los centauris (aunque algunos podían llegar a serlo) y aunque tenían un parecido mayor con estos, lo cierto es que un humano recordaba mas aun mimbari…deforme.

Su hermosa corona de casta, ya no la tenía, por lo menos no tan ostentosa como antes… y el cabello, que “cosa” tan extraña…le rosaba la piel y se sobresaltaba, no acostumbrada a la sensación. Sus otras partes intimas, por lo menos por fuera, parecían iguales…imaginaba que por dentro debía de haber cambiado, pero Franklin le informaría… no tenía sentido preocuparse ahora por eso, debía prepararse para presentarse al consejo.

-------------------------------------------o----------------------------------------------

Lennier le informó de los pormenores que habían pasado desde su entrada en la crisálida. Sinclair se había marchado para mimbar, y Sheridan Starkiller había asumido control de Babylon 5, Por Valen!, como iba a sobrellevar esta terrible carga sola; Lennier era una gran ayuda asistencial, más no emocional…Trató de recordar que era una satai, no podía huir por siempre de su encuentro con Starkiller, había escuchado buenas cosas del humano, no podía ser tan malo… recogió todas las fuerzas que le quedaban y se colocó en la túnica…. Y se preparó para cambiar su vida definitivamente.

------------------------------------------------------------o-----------------------------

Lennier la anunció en el consejo, respiro profundo, y entró…nunca se imaginó lo que iba a encontrar, una mirada sonriente de un bien parecido humano, que hubiese derretido el mas grande los glaciares de los polos de mimbar…Su sonrisa le devolvió todas las fuerzas que había sentido perdida, se sintió extrañamente apoyada y no pudo mas que devolverle la sonrisa. No pudo evitar aferrarse a la mirada del Starkiller, no quería ver a nadie más, ni quería dejarla ir, no fuera que se desplomara…y de repente sintió calma y pudo hablar, ella sería un puente.

-------------------------------------------o----------------------------------------------

Casi todas las especies sapiensales necesitan de compañeros para perpetuar la continuidad de la misma, excepto uno que otros casos especiales. Cada especie a determinado los rituales necesarios para garantizar que ese futuro a perpetuar sea el mejor que se pueda obtener. Los mimbaris no eran la excepción. Había leído mucho sobre los rituales humanos de conseguir compañeros de perpetuación, y muchos eran poco ortodoxos y poco formales. Franklin le había explicado que en su cuerpo ahora circulaban hormonas que eran las responsables de las características pasionales de los humanos, estas mismas hormonas intervenían en el proceso de selección de compañero. Bueno eso explicaba los poco predecibles que eran los humanos. Los mimbaris no las poseían, eso explicaba su facilidad para controlar sus emociones. Franklin les explicó que estos químicos en la sangre iban a potenciar sus experiencias, por que esta era la forma que el cerebro humano asimilaba las mismas. Iba a encontrar desconcertante esas “sensaciones”…bueno, quizás eso explicaba por que se sintió desequilibrada después de conocer al capitán, se sentía tan desconcertada de cómo este hombre tan odiado por la sociedad mimbari y este tan afable y simpático ( y buenmozo?) podían ser el mismo… lo que no entendía era como sus hormonas se habían disparado… que? Su cuerpo había considerado una posible pareja en el capitán…que chistoso… debería preguntarle a Franklin si existían medicinas que ayudaran a bloquear estos locos químicos que se disparaban a la menor excitación…

------------------------------------------------o-----------------------------------------

Delenn había encontrado la presencia del capitán refrescante, y la vez vigorizante. Con lo poco que había podido tratarlo, había podido percatarse que era un hombre íntegro. Ella podía ver que se preocupaba mucho por tomar la decisión moralmente correcta - que no siempre estaba de la mano con la más diplomática -. Era un hombre dinámico, siempre en movimiento; simple de trato, muy galante y respetuoso; con una voz armónica y agradable, hombre de pocas palabras, pero de profundo significado. Analizándolo se dio cuenta de que había encontrado al ejemplar adecuado para ayudarle a entender a los humanos. Sabría que Sheridan (Starkiller ya no era un nombre que le apelara, ni le hiciera honor) no le pondría máscaras a su humanidad, además éste, de forma inconciente quizás, le había ofrecido su amistad sin pedir nada a cambio, le había brindado su confianza y agrado por razones que realmente ella no entendía - y que apreciaba más de lo que el capitán pudiese llegar a entender, tomando en consideración lo que representaban los mimbaris todavía para los humanos -, además serviría para entender mejor a la persona que ahora lideraba la estación, y tratar de averiguar por que razones pudo haber sido elegido para esta posición, que los humanos sabían representaba un insulto para los mimbaris…saber que había detrás de este individuo tan enigmático… así que lo decidió, iba a programar una reunión de “no negocios” con el capitán.

---------------------------------------o--------------------------------------------------

Malditas hormonas! - con el perdón de Valen - por que se disparaban cada vez que conversaba con el capitán…era una petición simple la que hacía, quería una cena para hablar sobre los humanos, pero se sintió tan aprehensiva con el aparente nerviosismo del capitán ante la propuesta, pero bueno, ya estaba hecha y ya el había accedido…ahora algo a lo que no le daba importancia la tenía toda preocupada. Al parecer había pedido algo muy grande al capitán, debía buscar la forma de agradarle y recompensarle el favor, que al menos valiera la pena…ya sabía! Se iba a vestir como humana…jejeje….sería divertido.

---------------------------------------o--------------------------------------------------

Ya no le parecía tan divertida la idea de las indumentarias humanas…eran tan escasas…y ceñidas…y reveladoras…aunque de alguna morbosa forma le hacían sentir…prohibida. Bueno sería divertido ver la reacción del humano en cuestión.

---------------------------------------o--------------------------------------------------

Había hecho todos los arreglos para la cena. La embajadora no había especificado nada sobre los requisitos de la misma, así que hizo los preparativos para el único tipo de cenas que conocía bien, una cena romántica en un hermoso restaurante. Bueno, no sería exactamente una cita, pero eso le ayudaría a sentirse fuera del ambiente de trabajo y ha hablar libremente, que imaginaba que era lo que deseaba la embajadora. John se preguntaba para sus adentros que más deseaba la embajadora. Le estremecía como esta mujer pedía lo que deseaba, y lo peor, lo conseguía.

Le informó a la embajadora la hora y el lugar de la cena. Vaya, y creí que no iba tener oportunidad nunca de usar mis esmoquin…

Al llegar la embajadora al lugar se quedó boquiabierto…que mujer más deliciosa…ujummm….hermosa!, podía ver que se sentía un poco temerosa, tímida; eso la hacia más hermosa todavía, por que no era una belleza elaborada, era natural, emanaba de cada poro de su cuerpo…en sus vestimentas habituales se veía siempre solemne y bella, pero en este hermoso vestido negro de pronunciando escote, ceñido a su curveante figura, se veía sensual y bella, como la mujer que realmente era, pensó. Se limpio la garganta y como todo un caballero le apartó la silla para que tomara asiento. Esta mujer hermosa deseaba cenar con el, bueno el no veía ningún problema en eso! Y era de él nada más, para su disfrute personal, estaba dispuesto a repartir trompadas a cualquiera que la mirara demasiado, era con EL que ella estaba cenando…

Esto parecía el inicio de una profunda amistad…

---------------------------------------o--------------------------------------------------

Se sintió inmensamente alagada por el comportamiento del capitán. La verdad es que se sentía vulnerable y a la vez poderosa en ese vestido. Aunque no comprendió por que se sintió tan aliviada de que al capitán le hubiese gustado.

Le divirtió mucho la expresión tonta que poseía el capitán al verla: una media sonrisa, con una gran boca abierta, ojos centellantes, y una actitud posesiva para con ella. Le agradó mucho que él la protegiera de las miradas furtivas como lo hizo, se sintió protegida.

Esto parecía el inicio de una profunda amistad…

1

Hablaron de todo y de nada. Rieron. Callaron y se miraron. Suspiraron. Se volvieron a reír. Por horas y horas. Ninguno quería terminar la velada, pero el solitario camarero que bostezaba y la falta de comensales en el resto de las mesas, les decía que ya habían sobrepasado las horas “diplomáticas”.

Delenn no se había equivocado, y se sentía satisfecha por ello. Sheridan no era un hombre de caretas. Simple y franco. Inclusive, cuando no quería hablar de algo sólo decía: me gustaría que no hablásemos de eso…con una hermosa sonrisa dibujada en la cara, casi suplicando que el tema no fuera tratado, como diciendo: pero si insistes no pondré objeción. No indagó mucho en el historial militar del capitán, el solo contó casi toda la historia de su vida. No tuvo que adentrarse mucho en la mente del humano, de una extraña manera, Sheridan había logrado arroparla con sus pensamientos e ideas, y si en algún momento le había quedado alguna duda de la capacidad del caballero, todas y cada una de ellas se esfumaron luego de terminado este hermoso encuentro.

Por su parte, John no había quedado menos sorprendido con la reunión. Realmente la embajadora era una mujer especial. Carismática y divertida. Muy profesional, pero jamás prepotente. Una mujer reservada, pero receptiva. Ni un minuto se sintió aburrido o incomodo - Ni siquiera en los silencios que a veces conquistaban la mesa - era una sensación extraña, como reencontrarse consigo mismo. Reconocerte en el otro. Si, sonaba poético, pero como había dicho, era una sensación difícil del explicar.

Después de la cena, ninguno de los dos últimos comensales del restaurante volvería a ser igual. Los dos se miraron y sonrieron. Sheridan no perdió la oportunidad de ser un caballero y pagó la cuenta. La embajadora no quería, ya que ella había invitado, pero el capitán le presentó un argumento que no tuvo forma de debatir: era un ritual humano que en una cena entre un hombre honorable y una mujer, sin importar las condiciones del encuentro, el hombre invitara, de la mujer no aceptar estaría ofendiendo su hombría…bueno, y no queríamos eso, verdad?…Quizás Delenn no tenía la menor idea de que significaba “hombría” y de seguro le preguntaría en algún momento futuro al capitán que significaba…pero lo cierto era que se sentía profundamente deleitada del considerado esfuerzo que hacía el capitán por halagarla.

John se dispuso a salir del restaurante. Se levantó de la silla, suavemente haló la silla de Delenn y le ayudó a pararse. La miró tiernamente y le ofreció su brazo para que se apoyara. Le explicó que era una costumbre humana que un caballero escoltara del brazo hasta un lugar seguro a una hermosa mujer. Delenn sonrió y se sonrojó ante el comentario. Mirándolo de vuelta con la misma ternura tomó su ofrecimiento. Intentó protestar ante la insistencia del capitán de acompañarla hasta su cabina: era tarde y realmente estaba lejos del restaurante y de la propia cabina del capitán, pero el con más ahínco dijo que exactamente por esas razones debía acompañarla, además eran tradiciones…touché!

El camino efectivamente era largo, pero a ninguna de las dos sonrientes almas solitarias parecía importarle mucho. Inclusive parecía que querían alargar más el trayecto, por que ambos caminaban con una parcimonia de procesión. Siguieron conversando amenamente, reconfortándose en la presencia de cada uno, pero lamentablemente Babilón 5 no era indefinidamente largo, y llegaron a la Cabina de la embajadora. Con todo el ademán del mundo, Sheridan tomó con su mano libre la delicada mano de la embajadora que se apoyaba en su brazo, la retiró lentamente y la acercó a su boca, plantándole un delicado beso, mientras decía: “ha sido un absoluto placer pasar esta velada con usted embajadora, gracias por dedicarme parte de su valioso tiempo. Aquí termina una etapa de los rituales de cena humano…”

La embajadora lo miró un segundo a los ojos, pero desvío la mirada en el momento en que Sheridan plantó el beso en su mano. En ese mismo instante se le subieron todos los colores al rostro y se puso casi escarlata. Después de un par de segundos - que parecieron casi una eternidad - logró recuperar su capacidad de habla y subiendo la mirada otra vez, con un poquito de compostura le dijo: “No capitán, quien tiene que agradecerle por esta enriquecedora y entretenida velada soy yo…y capitán… ¿Hay más etapas del ritual de la cena? ¿Cuál es la siguiente etapa entonces?” Dijo con cara inquisitiva y sincera curiosidad. La embajadora pudo jurar que vio centellear los ojos avellanas del capitán, y entonces fue a éste al que se le subieron los colores al rostro, y riendo le dijo: “embajadora, usted además de agradable es una mujer muy inteligente….je je je….creo que ya es tarde y debe estar cansada, le prometo embajadora, que le seguiré relatando sobre las demás etapas del ritual de la cena, de hecho, puede usted contar absolutamente con ello” y con una brillante y hermosa sonrisa, que parecía que podía sustituir la nebulosa que ardía fuera de la estación, soltó la mano de la embajadora (que todavía sostenía). Esta suspiró casi imperceptiblemente, como extrañando inmediatamente el tacto y el calor de la mano que le sostuvo. Miro brevemente su solitaria mano, pero no pudo despegarse por mucho tiempo de los ojos del capitán. Tampoco pudo resistir devolver la sonrisa. No entendía mucho lo que estaba pasando pero se sentía un poco intimidada por la presencia de la figura masculina en ese momento, y al hacerse conciente de este pensamiento le comenzaron a fallar las rodillas, pero hizo un último esfuerzo para mantener la calma y el decoro, y simplemente dijo: “Buenas noches capitán”.

“Buenas noches embajadora”, le devolvió y se quedó observando como la embajadora se desvanecía en su cabina. Miró un momento más la puerta cerrada, entonces se marchó, silbando.

Si hubiese tenido una mente sólo un poquito menos racional, hubiese abierto la puerta para verificar si el capitán seguía allí, y si fuera aun menos racional hubiese deseado que así fuera.

babylon 5, j/d, beginning, s/d

Previous post Next post
Up