Holaa, hoy cambio de look de journal ( y lo he hecho yo solita, qué te parece! xD) esta mañana iba a cambiar unos iconos y he terminado cambiando todo...bueno no creo que a nadie le importe mis aventuras xD Pero estoy orgullosa de cómo ha quedado :D
Como veis no tengo header porque no hay ninguno que...bueno, directamente no tengo ninguno así que si alguien lee esto, tiene tiempo libre y le apetece hacerme uno...*mira a todas partes y no ve a nadie* xD
Y como tenía ganas de subir algo y 'estrenarlo' pues ahí van dos cosillas que tenía escritas y opináis. Os cuento, el primero es un RPS de George Eads (Niiiick) y Eric Szmanda (oh oh Greg!) sobre una noticia que vio
askina_spn en internet sobre "Porqué Eric vivió en casa de George? para cuidarle al perro" O.o WTF?? he buscado la noticia pero no la he encontrado...pero creedme de que eso existió, pues de ahí salió RPS RPS!! y ahí está la tontería más grande que se me pudo ocurrir. El segundo lo hice recién acabado el marauder con el mono y fiebre que tenía y sigo teniendo de Lupin y Black (oh, cómo suena ese 'Black') Espero que os gusten (a quienes no lo hayais leído ya xDD)
El teléfono dio un tono, dos tonos...intentaba no parecer ansioso
-Joder, Georgie…dos días y una noche y ya me echas de menos?
Su voz al otro lado de la línea le cogió demasiado desprevenido. Algo absurdo porque de hecho había llamado él, pero hasta que no recuperó la capacidad del habla unos segundos demasiado largos después no se dio cuenta de que había estado aguantando la respiración.
-Dónde han quedado los buenos modales, caballero? Primero se dice ‘hola’ o algo por el estilo
-Disculpe mi descuido, alteza. Buenísimas tardes tenga usted…mejor así?
Hubo un tiempo en el que Eric era una persona tímida, estaba seguro de que lo hubo. Todo el mundo pasa por esa fase y algo le decía que ese chico estuvo metido en ella hasta hace poco, o al menos eso es lo que hacía creer a la gente. Al fin y al cabo, era actor y se le daba bien interpretar. Pocos podían ver cómo era en realidad, incluso los que habitualmente le rodeaban veían poco más que una cara de no haber roto nunca un plato…ingenuos.
Posiblemente si en aquella primera cena que realizó el equipo ‘de forenses más famoso’ no le hubiera visto cambiar su plato lleno de algo que parecía remolacha demasiado morada por el de Gary que contenía más queso rayado mientras todos miraban al que hablaba desde el escenario, pensaría igual que el resto de la gente. Pero fue ese momento en el que Eric levantó la vista y fijó su mirada en él esperando una complicidad que fue concedida con una disimulada sonrisa lo que le hizo darse cuenta de que ese Szmanda se guardaba muchas cosas. Desde ese día nació entre ellos una comodidad que no había encontrado con ninguna otra persona del reparto. Podían insultarse sin la necesidad de decir que era en broma, podían contarse cosas sin poner antes la condición de no decir nada a los demás…en cierto modo eran como unos mejores amigos que se conocen en un campamento de verano y aunque saben que no se van a volver a ver hasta las vacaciones siguientes tienen la certeza de que el otro va a estar ahí siempre. Y gracias a su condición de ‘mejor amigo de campamento’ sabía que había algo más que ironía detrás de las palabras que su amigo le decía por teléfono: ‘mejor?’ sí..claro
-Mejor…sí-respondió George
-Vale. Ahora responde: ya me echas de menos?
A qué juegas? No se oía la risa, ni las carcajadas de Eric por eso no estaba seguro de si estaba hablando en serio o no…Decidió seguir el rollo
-Tanto que me ahogo
Hay cosas que no sabía hacer y se empeñaba en que le salieran bien. Una de ellas era utilizar la ironía con la intención de que pareciera que hablaba en serio cuando en realidad lo que conseguía era hablar en serio sin más. Eric era un maestro de lo primero, y lo sabía.
George se dio cuenta del tono que había utilizado sin querer y pareció que su amigo también porque no paraba de reírse.
-No te rías. Hablo en serio, tu chucho ha dejado una peste por toda la casa y me estoy ahogando…
-No le eches la culpa a él y prueba a meterte en la ducha, anda
Si por un instante en su garganta se había formado un nudo por haber parecido demasiado sincero, se había deshecho tras su comentario.
-Te echo la culpa a ti, amigo
-A mí?-dijo entre risas
-Sí. Venís, dejáis vuestra esencia y luego os piráis-vienes, me dejas tu esencia y te piras- y créeme, entre Max y tú…
-Él también te echa de menos, tranquilo. Te envía un beso, le doy uno de tu parte?
-Si eres tan amable…dile que me encantaría que estuviera aquí para demostrarle cuánto me duele su ausencia
-Bueno, a todos nos gustaría…pero no queremos que se levanten rumores, ya sabes
Lo sabía. Por eso mismo Eric se había ido de su casa hacía dos días. Al menos, eso es lo que cree. George no se había dado cuenta de que no había respondido a su broma sobre Max, ni siquiera recordaba que estaban hablando del perro hasta que Eric preguntó:
-Querías algo en especial?
-Preguntarte qué tal en tu nueva aunque inacabada casa
-Oh, bien. Tengo mucho espacio debido a la falta de mobiliario y a que todas mis cosas ocupan los más remotos rincones dentro de cajas de cartón
-Te gusta estar solo, entonces
-Compréndeme- volvía a estar serio- aquí puedo hacer cosas sin miedo a que me espíes por detrás de la puerta
No pretendía, porque estaba molesto, pero no pudo aguantarse la risa.
Pero no quería saber sólo eso. Quería que le dijera el motivo exacto por el que había hecho la maleta y se había marchado de su casa si este se la había ofrecido hasta que la suya estuviera arreglada del todo. Quería que le dijera que no le había molestado nada en él, que no era porque no le había dejado poner la música demasiado alta, que no era por los absurdos rumores que podrían aparecer sobre ellos, que no era por ese estúpido artículo que había salido en internet o que no era por que…
-Porque necesitas intimidad, tienes novia y si alguna vez le apetece venir a verte no quiero hacer se carabina, sabes?
Tenía novia? Sí. Por supuesto. Lo había olvidado. Eric había hecho que se olvidara de esa chica que tenía desde un par de meses. Le entretenía demasiado y le divertían esas noches con botellas que terminaban estando vacías, viendo películas taquilleras sin ningún sentido y confesándose cosas vergonzosas que habrían olvidado a la mañana siguiente (al menos en teoría)
Acaso le estaba diciendo que se había ido por la posibilidad de que ella viniera?
-Me estás hablando en serio?-decía con un poco de incredibilidad
-En realidad, no. Una de las cosas que he aprendido al ver una de esas mierdas de películas es que cuando dos personas pasan demasiado tiempo juntas acaban…ya sabes. Y no quiero que te enamores de mi, Georgie
Tenía la sensación de que Eric esperaba que se riera o le contestara algo gracioso como hasta el momento, pero no fue capaz de articular palabra a pesar del tono de inocencia que había tomado su amigo. El silencio pareció intenso
-No tiene nada que ver con esos rumores que…
-Sabes de sobra que me da igual todo eso, lo hago por ti.- George quería preguntar a qué se refería pero no hizo falta- para que no tengas problemas con tu chica. Deja de preocuparte por mí, quieres?
Posiblemente si lo hubiera tenido delante hubiera hecho algo que después habría fingido querer olvidar con ese alcohol que tenía por allí guardado. Pero con miedo de provocar otro silencio revelador habló
-Llámame cuando por la noche necesites un estímulo…
-Eres el primero en mi lista de estimulantes, lo sabes de sobra
Dos días después, George entró en casa con un pequeño cachorro marrón de pastor alemán. Estaba solo en casa y se aburría, por lo que necesitaba compañía, y ya que su amigo no se la ofrecía pues habría que buscarla en otra parte…
Eric había conseguido que por unos días se olvidara de su chica, algo que no estaba seguro de que hubiera estado bien, tal vez fuera tan sencillo esta vez de olvidarse de él con su nuevo entretenimiento, el cual no paraba de lamerle la mano.
Cuando entró y enchufó el ordenador vio un mensaje de aquel en quien no quería pensar, mal asunto si empezamos así:
‘Creo que esto es lo mejor que he leído en mucho tiempo. Se acabaron tus miedos por nuestra ‘relación’ extra-profesional…’
Más abajo estaba subrayado un artículo retocado de internet…
‘…al parecer su compañero Eric Szmanda vivió con él por un tiempo para cuidarle al perro…’
Míralo. La bufanda que le rodea el cuello para taparle esas marcas que le habéis hecho la luna y tú está apunto de rozar el suelo. Por qué está tan delgado? Come la misma cantidad de chocolate que podría abastecer a un ejército y el uniforme le sigue estando grande…si siguiera las reglas de la lógica su cuerpo aumentaría y se ajustaría a su ropa. Pero aún así, le sigue pareciendo perfecto. Porque es Remus y en él todo es siempre perfecto. O debería serlo. De hecho lo sería si no se estuviera riendo como lo hace con ese tío que le sigue desde la biblioteca. Conoce muy bien la risa de Remus, y sabe cuando está siendo cortés y cuando se lo pasa bien. Qué será eso tan divertido con lo que la cara se le queda pequeña para tal sonrisa? Él también quiere enterarse. Lleva tanto rato en el mismo sitio sentado sin moverse que la gente pensará que forma parte de la decoración del castillo. Pero ellos no ven lo que él ve, ni falta que hace, porque ese licántropo es suyo. De nadie más, ni de ese capullo que va su lado. Habrá visto también lo mismo que él en Remus? Habrá descubierto también su magia? Quiere levantarse para marcar su territorio, pero moverse implica apartar la mirada para bajar del arco de piedra y eso es algo que lleva tiempo sin poder hacer. Porque le gusta mirar, le resulta fascinante, y tal vez si deja de mirarlo se pierda algo importante como ese movimiento de cabeza que hace casi inconscientemente para apartar el flequillo de su frente, o algo que le haga sospechar que el que le acompaña quiere ligar con él. Tiene que vigilar, y ya que Remus está demasiado ocupado riéndole las gracias no le queda más remedio que hacerlo él. Por algo es un perro, no? Para estar alerta a la mínima señal de ataque. Porque le está atacando, eso está claro; y se vuelve transparente cuando “no me lo creo” le sujeta los libros que tiene entre los brazos. Remus se agacha para atarse los cordones de los zapatos y el muy tonto le deja que le sujete los libros. “para qué está el suelo, Remus?”
Cuando se levanta, el amigo anónimo insiste en que no le molesta llevarlos por él, “será garrulo!” Parece que Remus le da las gracias y vuelven a caminar hacia el exterior riéndose.
-Capullo-murmura para sí mismo
-Yo también te quiero, Canuto.
Sirius se sobresalta cuando oye la voz de James a su lado, y vuelve al mundo real, al arco de piedra que da al pequeño jardín interior del colegio y a los gritos de los estudiantes que llegan a sus oídos. Estaba mejor en la burbuja lunática…
-Hola? Hay alguien en casa?-Sirius le mira sin saber qué decir- tío, pareces una estatua. Si jugaras a las estatuas ganarías sin duda
-Jugar a las estatuas? Qué clase de cosas haces tú con Lily?
Se encoge de hombros, ”a ti te lo voy a contar…”
-Qué miras?
-Nada-dice de forma seca llevándose lo que no se ha consumido del cigarro a la boca
-Vale-James mira en la misma dirección que él-Pues “nada” se dirige hacia aquí
Sirius le mira con el entrecejo fruncido, como si le molestara el sol en los ojos. En efecto, Remus va hacia ellos con su mula de carga particular. Saluda educadamente, él siempre es educado; está seguro que si se encontrara en una lucha a muerte sería educado. Presenta a su mula, y este alarga la mano.
-Encantado Sirius
-Me lo imagino.- Sirius Black en toda su esencia, maleducado y cortante. Remus entorna los ojos.
James, en cambio le estrecha la mano sin ese miedo que tiene su amigo por el contagio de una enfermedad mortal. Sirius le mira y el chico nota que sobra. Deja los libros cerca de donde el moreno tiene la pierna y se despide con un “nos veremos, Remus” con ese tonito que la gente suele utilizar con él.
Mantiene con el hombre-lobo un contacto visual electrizante, pero vuelve a sobresaltarse con la palmada que le da James en el hombro antes de alejarse haciendo señas exageradas a la pelirroja de “no te acerques que muerde.” Exacto. Si alguien se lo propone, Sirius muerde.
-“Nos veremos, Remus”? Qué ha querido decir con eso, Lunático?
-Pues creo que no hay mucho misterio en esa frase. No estoy seguro del todo pero creo que su intención era decir “nos veremos, Remus”- y añade al verla cara de Sirius-Tal vez en clase mañana?
Intenta recodar la cara del chico y asociarlo a su grupo de clase. No lo consigue. Se encoje de hombros.
-Sólo te fijas en lo que te interesa y cuando te interesa
-Me fijo en quien me interesa, Lupin…y tú me interesas. Ata cabos
-Oh-exclama con fingida sorpresa
-Y el señorito de los libros?
-Qué le pasa?
-Es interesante?
-Si te refieres a estos diez minutos que he estado hablando con él…bueno
-A mí me ha parecido un hortera-dice mientras se levanta
-Qué raro…-coge los libros de la piedra. Sirius le coge los tres de arriba y los lleva bajo el brazo. Tan contradictorio como él mismo.
Si Remus necesita que alguien le ayude a llevar cualquier cosa, ahí está él. No hace falta que le dé falsas esperanzas a un pobre chico para conseguirlo. “Qué absurdo, por Dios”
-Por qué últimamente vas con tantos tíos?- no puede mantener la boca cerrada
-Últimamente?-pregunta Remus
-Sí, joder…últimamente
“Últimamente”, qué gran palabra. Nada de “desde que nos acostamos”, nada de “desde que nos besamos”, nada de “desde que no dejo de pensar en ti y te miro y tú me miras y me pierdo” Esa palabra dice todo eso sin decirlo. Como una especie de código entre ellos, que a veces Sirius tiene la sensación de utilizar sólo él
-Por qué dices eso?
-Porque siempre te veo hablando con alguien- bravo, Sirius, el mejor argumento de la historia-Pero bueno, yo he preguntado primero, no empieces con tu jueguecito extraño. Que le he visto las intenciones a ese…-confiesa para el cuello de su camisa
-Es posible- Sirius levanta la mirada y Remus sonríe al ver su cara de horror- pero no creo haber dado muestras de las mismas intenciones, así que no te preocupes
Tiene razón. Remus siempre es agradable con la gente, sin excepción y si él le asegura que no había intención, es que no había intención (nunca lo admitirá en voz alta, pero Lily es una chica lista con eso de “habla con él antes de hacer cualquier estupidez, anda” un buen consejo, sí señor) Siente un ligero alivio en su interior. Pero sólo ahí, porque el brazo está dando muestras de cansancio. Mientras se cambia los libros de brazo pregunta:
-Para qué demonios es todo esto? Si puede saberse…
-Para el trabajo de Herbología, Canuto.
-Trabajo? Qué trabajo?
-El que han mandado esta mañana, y tú estabas en clase...-se apresura a añadir cuando pone su cara de no entender nada- al menos en cuerpo.
Sirius intenta recordar el momento en el que la profesora ha dicho nosequé sobre un trabajo; intenta recordar qué estaba haciendo él en ese momento, asegurándose de que, como decía Remus, había estado presente “si él lo dice…” pero no hay manera.
-En qué estabas pensando tú?-pregunta Remus mientras pasa por el cuadro de la Sala Común
-Vete tú a saber…- dice restándole importancia
Pues en lo único que pienso últimamente, Lunático.