New York, New York 1/?
Personajes: Kevin y Scotty
Motivo: Porque se merecen unas vacaciones.
Dedicado: a adishatz, por darme esta idea y ayudarme a llevarla a cabo. Puede que no sea lo que te esperabas, pero es lo que te puedo ofrecer.
Kevin encendió el ordenador y sonrió al ver el fondo de pantalla. Nada más ver la fotografía había pensado en hacer una especie de panel con ella y colgarla en su nueva oficina, pero luego pensó que sería mala idea, pues se pasaría más tiempo mirando a la pared que trabajando en algún caso. Luego había pensado ponerla en un marco y dejarla encima de su mesa, pero esto tampoco era conveniente pues se conocía. Así que acabó decidiendo que la pondría en un marco en la estantería, para verla al llegar y al irse, de este modo recordaría lo que tiene esperándole en casa y tendría un motivo para aplicarse más en su trabajo para acabar antes la jornada. A pesar de todo esto, no había podido evitar ponerla de fondo de pantalla.
***
Kevin sabía que no les quedaba mucho tiempo para ser ellos, que dentro de poco pasarían a ser tres, o puede que cuatro, por lo que quería pasar algún tiempo con su marido antes que eso. Ese año no habían podido celebrar su aniversario como era debido, para variar, por lo que Kevin pensó en una pequeña escapada, dado que un viaje más largo no sería apropiado debido al estado de su familia. Quería algo nacional, alguna escapada romántica, pero no se le ocurría nada. Había pensado en Mississippi, para conocer la tierra donde se había criado su marido, pero no le parecía el sur un buen lugar para dar rienda suelta a su amor, por lo que solo le quedaba la costa y el norte. Era cierto que podía llevarle a San Francisco, a Scotty siempre le había echo ilusión conocer esa ciudad, pero Kevin quería algo un poco más lejos.
La solución le vino mientras volvía a casa. Gracias al semáforo en rojo de la esquina que siempre cogía para volver a casa. “Festival de Teatro de Nueva York”. Scotty siempre le hablaba de los tres años que vivió en Nueva York, de cómo había disfrutado y de lo mucho que le gustaba esa ciudad. Una vez incluso, llegó a reconocer que de no ser por Kevin y porque su vida era él, volvería a la ciudad que nunca duerme. Nueva York era la solución, por lo que Kevin se desvió en el semáforo y se dirigió a la agencia de viajes que tenía más próxima.
‘Estoy en casa.’ Dijo dejando el maletín y la chaqueta y dirigiéndose a la cocina. Su marido estaba allí, preparando la cena.
‘Llegas tarde.’ Le dijo sin girarse, colocando la masa sobre la tarta de cerezas.
‘Lo siento.’ Kevin le dio un beso en el cuello y se dirigió a la nevera a por agua fría. Había hecho un calor horrible todo el día y no veía el momento de llegar a casa y ducharse. ‘¿Me da tiempo a ducharme antes de cenar?’
‘Te hubiera dado si hubieses llegado antes.’ Le contestó Scotty dirigiéndose a él y dándole un ligero beso en los labios. Kevin le miró y dejó el agua después de darle un trago. Scotty metió la tarta en el horno.
‘No estás de humor, ¿Verdad?’ Scotty miró el horno cerrado con la tarta dentro y suspiró.
‘Lo siento. No es por ti, es que he tenido un mal día.’
Kevin se acercó a él por detrás y le tocó los hombros, masajeandoselos. ‘¿Qué sucede, cariño?’
‘Nada. Bueno, que estoy un poco cansado y sigo sin encontrar poissonnier.’
‘¿No tenías hoy tres entrevistas?’ Dijo ejerciendo más presión sobre los músculos más duros.
‘Sí, pero ninguno sirve.’
‘Scotty...’
‘Lo sé, ya lo sé. Tengo que elegir a alguien, pero no hago más que buscar y buscar y no encuentro lo que quiero. No sé. Quizás sea todo muy precipitado. Creo que deberíamos posponer la abertura.’
‘¿Qué? ¡Pero si es el sueño de tu vida!’
‘Lo sé, Kevin, pero no es buen momento. Quizás debería esperar a que Saul mejore o a que...’
‘¿A qué, Scotty? ¿A que se cure? ¿A que la situación familiar sea mejor? ¿A qué?’ Dijo dándole la vuelta para mirarle a los ojos. ‘Es tú sueño. Tuyo. No dejes que mi familia se interponga. Sé egoísta por una vez en la vida.’
‘No sé si podré.’ Le dijo al cabo de unos segundos.
Kevin le miró. Conocía a su marido y su generosidad y cariño eran una de las cosas que le enamoró en un origen, pero ahora debía disfrutar. Por eso se separó de él y se dirigió a su maletín. Scotty le miró curioso y cuando Kevin le puso en las manos un sobre le miró sorprendido.
‘Ábrelo.’ Le dijo. Scotty no le debatió. Al hacerlo vio los billetes y la reserva del hotel. No se lo podía creer.
‘Kevin...’ Fue lo único que pudo articular.
‘Quería darte una sorpresa, por nuestro aniversario. Sé que no estamos muy bien de dinero y, aunque me gustaría haberte llevado a París una semana, pensé que te gustaría volver a NY. Conmigo.’ Miró a Scotty pero este le seguía mirando fijamente. ‘Como siempre hablas de tu vida allí, pensé que...’
No pudo acabar la frase pues los labios de Scotty se lo impidieron. Con la mano izquierda le cogió la cabeza para evitar hacerle daño. Fue un besó apasionado, sincero.
‘¿Lo he hecho bien?’
‘Sí, Kevin. Lo has hecho muy bien.’ Dijo con una amplia sonrisa en los labios.
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Motivo: Porque se merecen unas vacaciones.
Dedicado: a adishatz, por darme esta idea y ayudarme a llevarla a cabo. Puede que no sea lo que te esperabas, pero es lo que te puedo ofrecer.
Kevin encendió el ordenador y sonrió al ver el fondo de pantalla. Nada más ver la fotografía había pensado en hacer una especie de panel con ella y colgarla en su nueva oficina, pero luego pensó que sería mala idea, pues se pasaría más tiempo mirando a la pared que trabajando en algún caso. Luego había pensado ponerla en un marco y dejarla encima de su mesa, pero esto tampoco era conveniente pues se conocía. Así que acabó decidiendo que la pondría en un marco en la estantería, para verla al llegar y al irse, de este modo recordaría lo que tiene esperándole en casa y tendría un motivo para aplicarse más en su trabajo para acabar antes la jornada. A pesar de todo esto, no había podido evitar ponerla de fondo de pantalla.
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Kevin sabía que no les quedaba mucho tiempo para ser ellos, que dentro de poco pasarían a ser tres, o puede que cuatro, por lo que quería pasar algún tiempo con su marido antes que eso. Ese año no habían podido celebrar su aniversario como era debido, para variar, por lo que Kevin pensó en una pequeña escapada, dado que un viaje más largo no sería apropiado debido al estado de su familia. Quería algo nacional, alguna escapada romántica, pero no se le ocurría nada. Había pensado en Mississippi, para conocer la tierra donde se había criado su marido, pero no le parecía el sur un buen lugar para dar rienda suelta a su amor, por lo que solo le quedaba la costa y el norte. Era cierto que podía llevarle a San Francisco, a Scotty siempre le había echo ilusión conocer esa ciudad, pero Kevin quería algo un poco más lejos.
La solución le vino mientras volvía a casa. Gracias al semáforo en rojo de la esquina que siempre cogía para volver a casa. “Festival de Teatro de Nueva York”. Scotty siempre le hablaba de los tres años que vivió en Nueva York, de cómo había disfrutado y de lo mucho que le gustaba esa ciudad. Una vez incluso, llegó a reconocer que de no ser por Kevin y porque su vida era él, volvería a la ciudad que nunca duerme. Nueva York era la solución, por lo que Kevin se desvió en el semáforo y se dirigió a la agencia de viajes que tenía más próxima.
‘Estoy en casa.’ Dijo dejando el maletín y la chaqueta y dirigiéndose a la cocina. Su marido estaba allí, preparando la cena.
‘Llegas tarde.’ Le dijo sin girarse, colocando la masa sobre la tarta de cerezas.
‘Lo siento.’ Kevin le dio un beso en el cuello y se dirigió a la nevera a por agua fría. Había hecho un calor horrible todo el día y no veía el momento de llegar a casa y ducharse. ‘¿Me da tiempo a ducharme antes de cenar?’
‘Te hubiera dado si hubieses llegado antes.’ Le contestó Scotty dirigiéndose a él y dándole un ligero beso en los labios. Kevin le miró y dejó el agua después de darle un trago. Scotty metió la tarta en el horno.
‘No estás de humor, ¿Verdad?’ Scotty miró el horno cerrado con la tarta dentro y suspiró.
‘Lo siento. No es por ti, es que he tenido un mal día.’
Kevin se acercó a él por detrás y le tocó los hombros, masajeandoselos. ‘¿Qué sucede, cariño?’
‘Nada. Bueno, que estoy un poco cansado y sigo sin encontrar poissonnier.’
‘¿No tenías hoy tres entrevistas?’ Dijo ejerciendo más presión sobre los músculos más duros.
‘Sí, pero ninguno sirve.’
‘Scotty...’
‘Lo sé, ya lo sé. Tengo que elegir a alguien, pero no hago más que buscar y buscar y no encuentro lo que quiero. No sé. Quizás sea todo muy precipitado. Creo que deberíamos posponer la abertura.’
‘¿Qué? ¡Pero si es el sueño de tu vida!’
‘Lo sé, Kevin, pero no es buen momento. Quizás debería esperar a que Saul mejore o a que...’
‘¿A qué, Scotty? ¿A que se cure? ¿A que la situación familiar sea mejor? ¿A qué?’ Dijo dándole la vuelta para mirarle a los ojos. ‘Es tú sueño. Tuyo. No dejes que mi familia se interponga. Sé egoísta por una vez en la vida.’
‘No sé si podré.’ Le dijo al cabo de unos segundos.
Kevin le miró. Conocía a su marido y su generosidad y cariño eran una de las cosas que le enamoró en un origen, pero ahora debía disfrutar. Por eso se separó de él y se dirigió a su maletín. Scotty le miró curioso y cuando Kevin le puso en las manos un sobre le miró sorprendido.
‘Ábrelo.’ Le dijo. Scotty no le debatió. Al hacerlo vio los billetes y la reserva del hotel. No se lo podía creer.
‘Kevin...’ Fue lo único que pudo articular.
‘Quería darte una sorpresa, por nuestro aniversario. Sé que no estamos muy bien de dinero y, aunque me gustaría haberte llevado a París una semana, pensé que te gustaría volver a NY. Conmigo.’ Miró a Scotty pero este le seguía mirando fijamente. ‘Como siempre hablas de tu vida allí, pensé que...’
No pudo acabar la frase pues los labios de Scotty se lo impidieron. Con la mano izquierda le cogió la cabeza para evitar hacerle daño. Fue un besó apasionado, sincero.
‘¿Lo he hecho bien?’
‘Sí, Kevin. Lo has hecho muy bien.’ Dijo con una amplia sonrisa en los labios.
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