Oct 19, 2006 10:27
Ya es oficial: me voy a ir a vivir con J. Sólo falta encontrar un lugar en el que habitar, un hogar lejos del hogar lo suficientemente amplio para que no nos matemos pero no tanto como para que nos sea imposible pagarlo.
Llevo exactamente 4 días inmersa en la auténtica búsqueda de piso y ya estoy por arrancarme las venas con anzuelos oxidados.
"¿Qué precios habíais pensado? ¿¡¡700 euros!!? Uy, por eso no vais a encontrar nada. Tal vez por 800... Ah, y se piden 6 meses de aval bancario, eso es innegociable."
Claro, y si quieren, de paso, les dejo un riñón de fianza. Total, que sólo de gastos de entrada están pidiéndote casi un millón de pelas. ¡¡Oiga, que sólo quiero alquilar el piso, no pedir la mano de su heredero!! Es una locura.
La búsqueda de pisos también me ha aportado otros descubrimientos igualmente inquietantes: el abismo que separa a hombres y mujeres a la hora de estipular prioridades en la vivienda.
Veréis, resulta que cuando me mude (sea adonde sea) no me podré llevar mi armario ropero porque es de la dueña de mi actual piso. Así que, hablando con J., le comenté que aparte de dinero para la mudanza, fianzas y demás, yo iba a necesitar también dinero para comprarme un nuevo armario ropero (uno de Ikea al que ya le he echado el ojo ^__^). A esto él exclamó, escandalizado:
-- ¡Pero eso no es algo imprescindible! Podrías tener la ropa apilada en sillas hasta que ahorres para el armario. Yo no voy a comprarme nada de eso. Con una cama pequeña y un armario de esos de tela y cremallera, me conformo.
Llegados a este punto yo estaba al borde del soponcio. ¿Vivir sin muebles? ¡¡Eso es una heregía!! Tras discutir largamente el tema, J. y yo sacamos una curiosa conclusión: las mujeres no podemos vivir sin muebles, nos dan sensación de hogar, nos hacen sentir seguras, como si teniendo un armario donde colgar la ropa ya nada pudiera pasarnos. Los hombres, por lo visto, podrían pasarse años durmiendo sobre un colchón en el suelo sin que les importe. Mientras tengan tele, ordenador y nevera, lo demás es secundario.
PD: en otro orden de cosas, quiero informaros de que mi mala racha continúa. En este momento de "despojemos a Roja de todo cuanto le hace feliz", los del departamento comercial de Microsoft han llamado para reclamarme la consola Xbox que nos dieron hace unos meses. Maldita sea... no follo, en breve me prohibirán comer y, encima, ahora tampoco voy a poder jugar. ¿¡¡Qué será lo próximo, colarse en mi casa y robarme mis zapatos!!!?
buscando piso,
hombres