Pues nada, aquí estoy otra vez, de vuelta en la oficina después de seis días encerrada en el Salón del Cómic de Barcelona. Qué estrés, por Diox, qué cansancio, qué de tó... y qué poco disfruta una el Salón cuando se lo tiene que pasar metidita en un stand, atendiendo al público, a la prensa, a los amigos... Si no llega a ser por los del stand del Salón de Granada, que cada dos por tres venían a traerme cervecita y jamón, creo que habría matado a alguien.
Para mí el Salón empezó el miércoles pasado. Aunque esta vez no tuve que hacer nada en el stand porque nos lo ha hecho a medida una empresa y lo han montado ellos, sí que me tocó descargar cajas y guardarlas. Después de eso, mi jefe desapareció y durante 4 días quedé a cargo del stand: empleadas (lo más fácil de manejar porque eran colegas,
quickquotes y Vane, la hermana de Iván. Si alguien tenía que ganarse la pasta, prefería que lo hicieran las amigas); distribuidores, gente de prensa, libreros, imprentas... los dos primeros días, que fueron flojos en ventas, los pasé atendiendo a todos los que querían hacer negocios con nosotros o darnos a conocer. Los otros dos, atendiendo a los aficionados. Aún no sé qué me estresa más.
El lunes aún seguía yo en el Salón, supervisando el desmontaje, ¡¡y otra vez con cajas para arriba y para abajo!! Estoy molida, no me siento las piennas... ni los brazos, ni la espalda, ni los ojos, ni...
Lo mejor del Salón es la gente. Llevo tantos años en el mundillo que los conozco a todos, y todos me iban trayendo cosas: de Glénat me llegó lo último de Purita Campos, de Norma, la colección de El Escorpión, de Planeta prácticamente un carro de la compra lleno de libros (el jefe me metió en el stand y me dijo: "coge lo que quieras." ¿Y quién soy yo para llevarle la contraria?) El Doctor e Iván nos estuvieron inflando a chuches, y de esa misma tienda Mónica me trajo un globo en forma de conejo rosa. Comí tres días con Lexa, y otro con MaC, Oriol y El Doctor. Tomé café con los grandes gurús del cómic, de los que aprendí un montón para darle otro enfoque a la editorial, y descubrí que en este mundillo se me aprecia, algo realmente importante. ¿He comentado ya que estuve bien servida de cerveza? ^_____^
Y, por supuesto, no hay que olvidar las visitas insignes:
samuris,
ivoryvampire (sin corsé ¬¬),
hannole,
nuriwan... No menciono a El Doctor porque prácticamente vivía en mi stand cuando no estaba firmando.
Cosas curiosas: la concentración de muñecas. El domingo llegó un montón de peña con muñecas de ésas de 700 euros. Bluefairys, Dolphys y no sé qué más (para detalles a
quickquotes, que es la experta). Nos dedicamos a parar a todo el que pasaba por delante del stand con una y les hicimos fotos. En cuanto pueda, las cuelgo. Es todo un mundo...
... Un mundo tan increíble como el del cosplay. También hice fotos a gente disfrazada. Incluso a mí me ha sorprendido comprobar que tengo una predilección sospechosa por fotografiar a niñas monas. Si no me gustaran tanto las porras, empezaría a comprarme pero que ya camisas de franela... Entre las niñas monas, por cierto, está
samuris... jejejee... si me deja cuelgo su foto, pa que la veáis en todo su esplendor rosa.
Total, que estoy agotada y durante prácticamente una semana he estado desconectada del mundo. Por eso cuando me ha dado por mirar mi correo he encontrado 45 mensajes. Y uno de ellos era de..... ¡¡¡¡M!!!!
Sí, señores, sí, M Strikes back. Hay que joerse. Que me echa de menos, que hace dos meses desde nuestro "último contacto" y no puede dejar de pensar en mí, que le importo más de lo que creía, que está loco por mí...
O sólo loco, como bien apuntó
quickquotes.
Me quedo con su forma de empezar el mail: "Ya sé que esto que te escribo tendrá el silencio por respuesta..." Estará loco, pero no es tonto, porque silencio es todo lo que va a tener de mí. ¿Por qué sólo le intereso a los psicópatas? Sniff...
Los chicos del stand de Granada, entre cerveza y cerveza, se maravillaban de que estuviera soltera. "¡¡Vente pa'l sur, niña, que allí se te comerían a bocaos!!" Al parecer, en el sur los hombres tienen más hambre. Será cuestión de plantearse un cambio de aires, aunque sólo sea para echar un buen polvo, coño.