Os parecerá el peor momento del mundo y tal vez lo sea, pero entenderme, no voy a ver el capi 100 hasta mañana no sé a qué hora.
Salgo de trabajar, me voy a yoga, me voy a casa, cojo la maleta, me voy a la estación, cojera el autobús, llegaré a Valladolid a las mil y me iré a la cama que mañana a madrugar para que me saquen sangre y luego cita con el endocrino.
A mí me da un chungo antes de ver el 100 y estoy disparada buscando datos aunque me prometí que no lo iba a hacer, pero a quien quiero engañar soy débil y el 100, el 100 va a ser lo mejor capitulo del mundo mundial y me va a hacer cambiar mi premisa sobre este fic, el cual empecé en verano, cuando todo esto tenía sentido y no ahora cuando nos han dado la quinta vuelta de tuerca a la relación de Booth y Brennan.
Y es que releyendo el fic para poder hacer la continuación me he dado cuenta de...
a) tengo que cambiar como poco el nombre del abuelo de Booth, pero no puedo cambiar la premisa de que Brennan conoció a Pops antes de tiempo, porque el fanfic es eso… y haber como meto lo que sabemos hay a mayores en esta relación, una vez emitido el 100, la relación de Booth y Brennan quiero decir
b) Angela le suelta más o menos el mismo royo a Brennan que en "100 primeros besos", hay diálogos que parecen calcados y yo sin acordarme. Si es que sólo puedes dar un numero limitada de explicaciones para la sin razón.
Bueno, pues eso. Que antes de que este fic deje de tener completamente sentido. Voy a ver si lo acabo. Porque el tema de la amnesia como que ya está en otro plano existencial, ¿no? Y mucho más en el punto en el que yo creia que iba a estar Brennan y en el que "sigo" pensando que estaba al comienzo de temporada.
Os dejo una recopilación de los capítulos anteriores por si no sabeis de que iba.
Capítulo I Capítulo II Capítulo III Capítulo IV Y arriesgándome a que nadie lea, porque todo el mundo está pensando en el 100. Yo tambien, no penseis...
Capitulo V
La noche era tan oscura como el azabache, pero no tan hermosa. Una luna redonda como un queso estaba tapada por nubarrones que anunciaban tormenta. El Ferrari 599 GTB Fiorano que Brennan había alquilado, única y exclusivamente para agradar a Booth, volaba en carreteras secundarias a más de 200 kilómetros por hora.
Estaba enfadado.
Ella nunca le había visto tan enfadado y seguía sin entender con claridad el porqué del mosqueo, aunque en el fondo se pudiera hacer una ligera idea.
Booth sin memoria, sin todos sus recuerdos etiquetados con precisión, con un pasado incierto… sin saber exactamente cuál era su conducta habitual había estado bien, fantásticamente bien si se recordaba con beso incluido, hasta lo del pequeño vástago nunca concebido.
Ella se lo había explicado cómo era. Racionalmente y sin demasiada emoción, aunque aún le dieran pálpitos al recordar los sentimientos que la revolvieron la psique al pensar en tener un hijo suyo.
Una petición sin efectos secundarios.
Un intercambio puramente comercial.
Un favor…
A parte.
No le obligó.
Él tomó la decisión sin presión. Ella le dijo que sin compromiso… Sin embargo Booth estaba furioso y lo de conducir aquel coche, cosa que Brennan pensó le haría feliz, sólo había conseguido enfurecerle aún más.
La mujer estaba un poco asustada, nunca pensó que nada de lo que hiciera su compañero la podría asustar, pero en la última curva se vio con los sesos derramados en un terraplén y para alguien con su profesión, eso era ver demasiado.
- Podrías ir más despacio por favor - dijo Brennan con una voz que intentaba parecer calmada, rompiendo el silencio de más de media hora.
Booth echo un vistazo rápido al cuentakilómetros, luego al espejo retrovisor y freno en seco, sin decir palabra, bajando en una décima de segundo la velocidad del coche en más de 100 kilómetros.
Era más que posible que ni se hubiera dado cuenta de la velocidad que llevaba.
Sus mandíbulas estaban tan apretadas que Brennan podía notar como sus dientes se desgastaban.
- Lo que no comprendo es que quisieras un hijo mío sin mi - dijo el hombre enfadado despertado de su reclusión verbal.
Brennan hubiera preferido que se hubiera quedado calladito un rato más.
- Olvídalo ya - su tono rozaba la suplica - por favor-, pero Booth no la escuchó.
- Según tus propias palabras pasamos juntos más de 14 horas al día - dijo el agente sin perder de vista la carretera-. Me implicó en tu vida, en tus relaciones sociales, espió a tus “pretendientes”, pero no podría ver a “mi hijo” - su tono de voz era demasiado alto.
Booth jamás la había hablado con tanta dureza.
- Era una donación - casi gritó la mujer. Se estaba cansando de tener que explicarlo una y otra vez.
- Te percatas de lo estúpido que suena eso - y su voz parecía herida y sus palabras parecían querer marcarse a fuego en su alma.
La doctora respiro hondo y decidió en décimas de segundo volver a intentarlo por las buenas, otra vez. Él estaba herido. Había estado enfermo y ella no sólo no se había dado cuenta, si no que le puso en una situación que sabía era difícil para él, con mucho estrés y sentimientos encontrados.
Por mucho que quisiera negarlo ella lo sabía, conocía a Booth y sabía que aquello era una mala idea.
Pero quería un hijo, quería un hijo suyo.
Siguió adelante por egoísmo, sin embargo nunca deseo hacerle daño.
Jamás…
- El tema quedó zanjado antes de tu operación - dijo con los ojos anegados en lágrimas, pero sin permitir que salieran, intentado mostrar tranquilidad-. No querías hijos sin ser padre. Bien. Lo acepte, lo entendí - según sus palabras resonaban en su cabeza su calma desaparecía y su tono de voz aumentaba-. Tema cerrado. Lo siento. Fue una mala ida. Y fue mi idea. Un error. Perdóname. Soy humana. Me equivoque - dijo casi gritando, sin ni siquiera pensar que ella no creía estar equivocada, no tanto -.Yo lo olvide. ¡Olvídalo tú! Por favor - y aquello sonó a suplica.
Y por primera vez, y al notar las lágrimas de Brennan intentando salir desesperadas de sus ojos por segunda vez en un día, Booth la miró con compasión, sintiéndose un poco culpable por su monumental enfado, e intentó ponerse en su lugar… pero le dolía demasiado. Todo dolía demasiado.
- No puedo olvidarlo - dijo casi en un susurro-. No creo que pueda. Lo siento.
Brennan se intentó esconder de sí misma, encogiéndose en el asiento y bajando la cabeza, en un intento infructuoso de ocultar las lágrimas que se le escapaban de los ojos.
- Ya lo olvidaste una vez - susurro la mujer con aire acusador y dolorido-. No es tan difícil.
Booth no podía creer lo que estaba escuchando.
¡¿Le culpaba de haberla olvidado?!
La mujer guardaba en su interior demasiados sentimientos encontrados. Su complejidad le seguía sorprendiendo con cada nuevo descubrimiento.
Todos los sentimientos que Brennan había ido acumulando estructuralmente alrededor de él se agolpaban en su cabeza sin orden. Adiós a la compatibilización. Sus mandíbulas se tensaban. Sentía los latidos de su corazón a mil. Sus ojos se inundaban en lágrimas y apretaba más aún sus mandíbulas para evitar llorar.
No iba a llorar.
¡¡No iba a llorar!!
Cada vez que se mostraba débil ante él perdía parte de su ser y al final mostrar debilidad ante él la hacía sentirse relativamente bien, lo que era un grave error. Su mente, su cuerpo, todo lo que era se había vuelto contra ella.
Hacía cinco años su vida era fácil. No era tan intensa, pero era más fácil. Había aprendido a estar sola. A cubrir sus necesidades básicas, solo conviviendo con su razón y algún compañero de cama ocasional. No permitía que nada la afectara. Y eso estaba bien.
Llevaba más de 15 años perfeccionando esa técnica por la cual todo la resbalaba y era capaz de creer que nada le afectaba y entonces, entonces llego primero Ángela, quién la dio un sutil empujón, y luego llego él, quién de un golpe certero descolocó su vida. Y no sólo descolocó su vida, es que la hizo sentir cosas que creía no podía volver a sentir y la hizo dependiente de su mirada.
Consiguió despertar su corazón.
Que hiciera cosas sin razón.
La dio algo que perder.
La había convencido, cuando ella sabía que era una promesa imposible, de que nunca la abandonaría… Casi lo había perdido cuatro veces. Las dos primeras veces fue por salvarla la vida a ella, la tercera en teoría también. Y luego aquel puto tumor, cuando ella ya se veía amamantando a sus hijos.
¿Alguna vez le vio fuera de la ecuación?
¡Maldito fuera él, la línea y el FBI!
¿Tan horrible hubiera sido follarselo la primera vez?
Ahora…
¿A quien quería engañar?
¿A quién diablos quería engañar?
- Para - dijo Brennan de repente en un tono inexpresivo.
- ¿Qué? - Booth no llego a entender.
No había seguido hasta ese límite el proceso mental de la antropóloga, cosa que por otro lado suponía que le pasaba a menudo.
- ¡Qué pares! - dijo casi gritando.
Los ojos de Brennan brillaban como la luna.
- ¿Dónde?
- ¡Donde puedas!¡¡Para!!
Booth se asustó ligeramente, no sabía si a Bones le estaba dando un ataque al corazón o un ataque de histeria, pero fuera lo que fuera parecía que no obedecerla no era una opción posible.
La carretera estaba completamente vacía, a su derecha tenía un terraplén así que dio un volantazo, seguido de un frenazo al llegar a la tierra que había al otro lado de la carretera. En cuanto el coche frenó, Brennan salió de él y comenzó a caminar sin mirar atrás.
- ¿A dónde crees que vas? - Booth gritó mientras salía del coche, aunque dejo las luces encendidas.
- A mi hotel.
- Estamos a más de 30 kilómetros de una casa - Booth la seguía mientras la hablaba-. Y no hay ni una luz en toda la carretera - Brennan parecía no escucharle-. Aparte llamaste para cancelar la reserva ¿recuerdas? Estas siendo completamente irracional - al ver que lo de razonar no cumplía su cometido, corrió hacia ella y la agarro de un brazo-. ¡Vuelve al coche! - y aquello sonó como una orden.
La mujer se dio la vuelta de golpe, soltándose de su brazo. Booth freno en seco y se asusto un poco porque algo le decía que nadie ordenaba nada a la Doctora Temperance Brennan, pero le recibió una cara medio desencajada llena de lagrimas. Sus mandíbulas seguían tensas y parecía furiosa.
- Si soy racional mal. Si soy irracional peor. Aclárate. ¡No puedo más! ¿Qué quieres de mí?
El rostro de Booth se había calmado, también su voz cuando susurro.
- La verdad
- ¿Qué verdad? - Las lágrimas caían sin orden por los ojos de la mujer pero parecía más serena, más consciente- Tú eres el que puede leer en las personas. Yo sólo leo en los huesos - sus ojos se clavaron con fuera en los de Booth cuando por fin pregunto-. ¿Cuál crees tú que es la verdad?
El agente miro fijamente a los ojos azules de la mujer que tenía en frente y vio en su mente cada una de las veces que la había mirado a los ojos, y vio en ella cada una de las cosas que había visto en ella a lo largo de aquellos años, su inteligencia, su sabiduría, su torpeza social, su sonrisa, su corazón. Cada uno de sus recuerdos se hizo vivido en su mente. Uno a uno, desde aquel día que la interrumpió en su clase para pedirla ayuda, hasta la última mirada que le dedico al cerrar sus ojos antes de la operación.
De repente todo tenía un sentido demasiado real.
Dio un paso hacia ella esperando que ella se apartara, pero parecía anclada a la tierra. Acaricio sus mejillas secando sus lágrimas. Paseo sus manos sobre su pelo. Le dio un tierno beso en la punta de la nariz. Ella no se movió.
-Te quiero - dijo Booth consciente de cada silaba, consciente de que era todo o nada, de que el desenlace de la historia había llegado.
Bones se dejo caer sobre su pecho abrazándole con fuerza sin creer sus palabras.
-No me recuerdas. No soy tu mujer - dijo triste con su rostro pegado a su pecho.
-Si eres mi mujer.
Booth correspondió al abrazo mientras besaba su pelo.
-Lo siento -, ambos susurraron al mismo tiempo.
Y por un segundo todo desapareció a su alrededor, estaban él, ella y la luna curiosa que les miraba desde el cielo. Abrazados como una sola persona. Llorando como niños al que se les rompió su juguete preferido, pero esperanzados porque mama lo supiera arreglar.
Y no sé si continuara...
Si he de seguir las premisas del último, tal vez haya dos capis más, que menos que despedirnos de Pops, no? Y pensar que cuando empece a escribir esto no conociamos a Pops.
Acepto de buena gana todo tipo de criticas, menos insultos hacia mi persona :-p