Nov 05, 2006 19:18
Es domingo. El día del Señor para muchos y el último día del fin de semana para casi todos. Y, como ya va siendo habitual, el día de mi actualización. La semana pasada hice campana, lo sé y me disculpo. Pero os puedo asegurar que fue por causas mayores y ajenas a mi persona (no entraremos en detalles). Sin embargo, aquí estoy. Nunca es tarde si la dicha buena. O algo así, ¿no?
En mi última entrada mencioné una película que había visto en el cine y que me había encantado. Iba a decir que me había dejado un buen sabor de boca, pero he rectificado, pq realmente el sabor es bastante amargo. Pero eso no quita que sea, desde mi parecer, una gran película. Se llama Hijos de los hombres. El punto de partida es bastante desasosegante. Año 2027. El planeta está superpoblado y, además, los hombres y mujeres son estériles. Hace 18 años que no nace ningún niño. La raza humana está abocada a la extinción. Ése es el punto de partida del filme, basado en una novela de ciencia ficción de P. D. James. ¿Poco original? Eso es lo que pensé yo en un primer momento. "Otra peli sobre un futuro apocalíptico". Ése fue mi segundo pensamiento. Pero a pesar de todo me animé a ir al cine (y mira que con el precio de las entradas hoy en día es un verdadero acto de fe). Quizás me persuadió el director, Alfonso Cuarón, responsable entre otras de Harry Potter y el prisionero de Azkaban y de Y tu mamá también. O el actor principal, el magistral y camaleónico Clive Owen.
No lo sé, pero lo cierto es que fui. Me hundí en esa incómoda butaca de la sala a oscuras con más prejuicios de los aconsejables, y desde la primera escena me enganchó. Los prejuicios volaron por los aires junto con la primera bomba que estalla en pantalla. Ese primer (y no único) plano secuencia me dejó literalmente amarrada en la butaca y me catapultó de lleno en la historia. Ahí la película me había desarmado, pero los siguientes 100 minutos me acabaron de rematar. Es un filme duro, crítico con la sociedad actual y nuestros valores (o falta de ellos), crudo, que no se anda con rodeos y con una estética cercana al documental que convierte la ficción en algo dolorosamente cercano al espectador. Sin embargo, entre tanta desesperanza, hay motivos para seguir luchando y para no rendirse. Eso es lo que extraje yo del filme. O lo que quise llevarme a casa de él. Da qué pensar. Y el personaje que interpreta Michael Caine es simplemente encantador. Bueno, no sé, quizás tú que estás leyendo esto has visto la película y no te ha gustado nada de nada. Eso es lo bueno del cine o de cualquier arte, la libertad para sentir, emocionar o indignar. Sea cual sea tu opinión, me encantaría conocerla. Pleeeeeeeaseeeeeeee.
Bueno, más tarde regreso con un nuevo fic. Por ahora nada más.