El caso es que TVE se ha decidido por fin a estrenar la cuarta temporada de Smallville, y eso en el mismo fin de semana que estrenará Veronica Mars. Así que entre ayer y hoy tenemos un fin de semana completito para ver cómo siguen las aventuras de Clarkito en Kansas o cómo la detective adolescente más carismática ever nos cuenta qué pasó con Lilly Kane. Aprovechando la ocasión, echaré la vista atrás para recordar cómo me enganché a Smallville, y cómo lo hice con la Vero.
Lo de Smallville empezó cuando TVE anunció una serie con unos efectos especiales en plan Bullet Time de Matrix y todo eso. Pero por problemas de horarios, empecé a verla a mitad de temporada, después de haberme familiarizado con los personajes leyendo los posts de la serie en el foro de cajatonta, donde
targaryen y compañía hablaban de gente como Sopaman, mechas papi Kent, o la doctora Max Factor pestañas perfectas (que era aquella que se casó con Lex), al tiempo que aclaraban los misterios del meteorito, aka Kriptonita, en sus diversas variantes, a saber: Si yo soy la kriptonita roja, si él es la kriptonita azul, quién coj... eres tú. Con todo esto, no me pude resistir a seguir la serie. Y después de la primera temporada, vinieron las otras dos. Lo mejor solían ser siempre los finales, donde granjas enteras eran borradas del mapa, tornados inoportunos aparecían en pleno baile del instituto, o escapadas en moto hacia la gran ciudad nos dejaban con la boca abierta. Y así hasta llegar a la tercera temporada, la última emitida por TVE hasta ahora, en cuyo final había una limpieza de reparto que hacía pensar que Mr. Proper, en plan "Avon llama", había llegado a Villachica. Tras los acontecimientos de este final, no pude esperar y acudí raudo a la mula, para preguntar por Chloe y que me dijera cómo seguía todo. Y llegó su prima y más o menos contaron algo, y ahí me quedé. Así que ahora seguiré esta cuarta temporada, de la que no he visto más que el primer episodio. A ver si está entretenida y no baja tanto el nivel como leí en varios sitios hace tiempo.
Por otro lado, hoy tenemos estreno de Veronica Mars ¡en la 2! Me pregunto si la 2 es lo más parecido a la UPN en nuestra tele pública. Digo yo que sí, y que por eso seguirá manteniendo ese aire de minorías que parece tener por aquí, al menos hasta ahora que no se ha emitido. Yo espero que aunque no tenga una audiencia enorme, la mantengan y la traten bien, porque merece la pena. De esta no he empezado a ver la segunda temporada aún, porque me terminé la primera en diciembre, justo al mismo tiempo de empezar con los virus. Creo que nunca olvidaré la noche que vi el último episodio, y después me fui a acostar. Los delirios que causa la fiebre durante el sueño me hicieron ver una y otra vez al asesino de Lilly pululando por mi cabeza.
Y después de todo esto, me he enterado por
stu_kaa de que ambas series están nominadas (más bien, son candidatas a los votos del público) a pasar a formar parte de la parrilla de la nueva CW, la cadena resultado de la fusión de la WB y la UPN, a partir de la próxima temporada. Todo porque tienen que unir las dos parrillas en una, y claro, rodarán cabezas. Entre las candidatas a quedarse o irse, están también Everwood, Embrujadas, Supernatural o One Tree Hill.