Oct 08, 2006 12:09
Hubo un tiempo en que las cosas interesantes, raras, desconcertantes y molonas que pasaban en Lost, me dejaban intrigado, flipado, diciendo WTF? o queriendo ver más y más episodios. El arranque de la tercera temporada me ha dejado helado. Pero no como cuando sucede algo inesperado que te deja la sangre helada. Esta vez, simplemente me he quedado frío.
Porque el primer episodio es el que tiene que servir de empuje y arrancar con fuerza para enganchar toda la temporada, y lo único que he sacado en claro es que Jack, Kate y Sawyer están presos en el campamento de los Otros, y que las dos semanas siguientes van a ser muy duras para ellos.
Aparte de eso, hemos visto la perspectiva desde el suelo del accidente del vuelo 815 despedazándose en el aire, y hemos conocido que los Otros vivían en un vecindario próspero, en el que se organizaban clubs de lectura para debatir temas como el libre albedrío, en casitas chulas dotadas de todas las comodidades y madalenas recién horneadas. Vamos, que Bree Van de Camp no se habría sentido descolocada en esa especie de Wisteria Lane del océano. Esos cinco primeros minutos, con cancioncita de arranque al estilo Desmond en la escotilla, son molones. Pero hay demasiada paja en los otros 35. Espero que mejore.