Un mundo...

Apr 15, 2007 16:13




"Feel my heart burning
Deep inside... yearning
I know it is coming" - Anathema

Unos tiempos marcados por la infancia, por la alegría, por la continúa evolución de la personalidad, y cambios tanto personales, como espaciales, pero por otra parte también son tiempos de transición, de aprendizaje, de las ganas de ser mayor y de las primeras bofetadas que da nuestra señora, la vida. Son tiempos que mientras los vives siempre piensas que son malos pero que ha medida que pasa el tiempo y echas un vistazo al pasado ves que esos tiempos eran mejores que los actuales.

Una nueva historia de recuerdos intentaba escribir, una de esas historia que conceden a las ganas de pensar y reflexionar sobre lo ocurrido, pero esta vez no me veo capaz de escribir algo así mientras me rodee la nostalgia de unos mail, unas fotos, unas cartas o unos escritos que me invitan a pensar que siempre hubo tiempos pasados.
Pero, por desgracia, a medida que pasa el tiempo esas cosas se deterioran, se difuminan, desaparecen o se derriten como si de un cubito de hielo se tratase. Unas huellas que con el paso del tiempo serán marcadas por otros sitios, personas o cosas y nadie, excepto nosotros sabremos que ese día estuvimos ahí y que existieron.

Y, mientras piensas que durante un periodo de tu vida no ha cambiado nada y que siempre ha seguido igual es cuando sin querer te topas con una fotografía de algún conocido, un mail de alguien, un lugar simbólico y, inmediatamente té teletransportas a través de la mente al momento y te das cuenta de que esa realidad solamente se podrá repetir en nuestros espejos.

Piensas que no aprovechaste el momento, te preguntas porque ha cambiado tanto y te das cuenta de que un trocito de tu corazón desapareció con aquel tiempo. Y querrías recuperarlo pero ese trocito de corazón esta junto a otros, en un mundo impregnado de huellas olvidadas, momentos difuminados y recuerdos lejanos.
Un mundo donde la mente del ser humano es incapaz de alcanzar.
Un mundo donde la puerta es la Nostalgia.

Hay que ser conscientes de que nosotros mismos somos los héroes de nuestra vida y como tales no hay que dejar que el villano nos invada y infecte nuestra mente de momentos malos y que nos provoque recuerdos deteriorados, y producirnos tristeza haciéndonos olvidar de los buenos instantes que tiene la vida.
Un mundo donde el villano es el cerebro y el héroe es el corazón.
Un mundo donde no abunda el momento y sí el recuerdo.

Aprovechando la tinta escasa que queda en esta mente, invito a que cada uno de nosotros se ponga el traje de héroe y echemos nuestros males a un mundo lejano, a un mundo que no alcance nuestra mente. Y vivamos la nostalgia en cada momento de nuestras vidas.

Unas fotos olvidadas, un mail deteriorado, unas cartas sin tinta...
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