Tengo una foto en la cabeza. Tengo una fotografía que no soy capaz de hacer, que no soy capaz de encontrar. Es de noche, completamente oscuro, no hay luces, sólo los faros de un coche que iluminan una carretera de un sólo sentido (uno solo). Las líneas de la carretera son amarillas y este coche, este coche no sé de qué color es ni quién lo conduce. La carretera está mojada por la nieve, que se ha derretido un poco. Estamos en Suecia, quizás. Hoy yo también estoy en Suecia, estoy dentro de esa fotografía sacada en Suecia. El suelo resbala, es como una cuchara de metal que alguien ha lamido. Es como el hígado cuando lo extraes y lo colocas sobre la mesa de autopsias. Sobre esa carretera apenas iluminada por los faros cegadores del coche, una chica corre. Esta chica lleva las piernas desnudas, los pies descalzos. Lleva sólo un jersey negro, ancho y largo, que apenas le tapa la ropa interior. Tiene el pelo rubio y corto, y mira hacia atrás. Veo el terror en sus ojos, veo el aire que le falta a su boca. Hay un río de sangre en uno de sus gemelos, muy fino, como de una pequeña herida. La luz de los faros hace que su cara se vuelva completamente blanca, así que no veo su sudor, pero veo sus ojos brillar, un punto negro, como un animal, asustado, que corre con todas sus entrañas, corre por la vida, huye de la muerte, y sin embargo, la muy estúpida, corre hacia la oscuridad de la garganta de esa carretera escapando de la luz del coche. Tengo esta fotografía en la cabeza pero en realidad escucho el motor del coche, escucho el ruido de las ruedas intentando aferrarse a la nieve derretida, escucho los jadeos de la chica, que corre al borde del ahogo, y escucho el sonido que hace su pelo peleándose contra el viento, y cierro los ojos y sigo viendo esta fotografía en movimiento, y tengo frío, estoy helada y apago la luz, quiero pedirle al sol que se vaya, a este verano impuntual, quiero pedirle que se lleve mis vestidos, mis sandalias, que me deje a solas con la lana y el fuego, y que me deje ir a esa carretera, iluminada tan solo por los faros del coche, que me deje ser esa chica o estar con esa chica o rescatar a esa chica, ya que no puedo, no puedo, no puedo rescatarme a mí misma.