Dec 18, 2005 17:39
Me levanté muy lejos.
Sabía que fuera estaría nublado, todo el día. Antes de despertarme, incluso.
Porque a las tres del mediodía aún seguía dormido.
Y a las tres menos cuarto soñé con Nastenka. Lloraba en un cine. Antes de que comenzara la película.
En realidad no era ella. Ni siquiera se le parecía. Pero lloraba porque su hombre de treinta y cinco años estaba en el extranjero y sabía que este año tampoco iba a volver.
Hoy ni siquiera lloverá.