Dec 21, 2005 03:05
Me acuerdo de tu abrigo verde de botones enormes y me digo que no volvería a retenerte en aquel portal ni una noche más. Pero luego me acuerdo de tu cara de sueño por las mañanas y de cómo me decías - mientras tratabas de no reírte para que tu enfado simulado sonara convincente - que sólo yo tenía la culpa de aquello, y decido que valió la pena.
De todas formas, ya renuncié a intentar recuperar esos días y por eso no viajé a Madrid. Y no creo que vayan a aparecer nuevos recuerdos medio inventados, aquí. A partir de ahora me temo que sabré que omitirlos.
Y siempre hay algún trozo averiado del día
que no puedes borrar, pero te gustaría.
Siempre voy al bar del aeropuerto
cuando quiero ponerme triste
y siempre pido y nunca tienen
aquellas galletas de la suerte.
Mirando las gotas estrellarse
como golondrinas en la noche,
como pequeños sueños con el ala rota,
Dime qué hay detrás de esas sonrisas tan tristes,
un motor que no funciona
o sólo corazones rotos.
Es mejor un cielo acostumbrado a defraudar
que fábricas de anhelos esparcidos por la lluvia.
Diego Vasallo - la vida te lleva por caminos raros.