Vuelta al asunto
Fandom: Harry Potter
Pareja: Sirius/Snape
Tema: #11 - Caramelo
Los vicios están más o menos enlazados unos con otros, así que para entender bien este, lo mejor es leerse el 10 (A escondidas) primero.
Aquella mañana a Sirus le costó mucho levantarse. Normalmente lo hacía (junto con Remus y Peter) cuando James se ponía a cantar en la ducha. Una verdadera tortura, mucho peor que un cruciatus. Pero ese día no lo hizo hasta que sus amigos terminaron de vestirse y se dieron cuenta de que él seguía dormido. Entonces tuvo que arreglarse a toda prisa y bajar al Gran Comedor despeinado y con el uniforme arrugado. Y a pesar de que consiguió desayunar en 3 minutos escasos, llegó tarde a Encantamientos, por lo que la profesora McGonagall lo castigó. "Un comienzo de día ideal", pensó enfurruñado Sirius mientras caminaba hacia Pociones.
-Venga, anímate, todavía queda mucho día por delante - lo animaba James.
-Piensa en positivo - aconsejaba Remus - toma un caramelo.
Caramelo. Pociones. Pociones con Snape. Y tenía un caramelo.
Una idea perverse se le ocurrió. James tenía razón, todavía se podía arreglar el día.
Severus ya estaba en el aula cuando llegaron los cuatro amigos. Les echó un vistazo, y se disponía a centrar de nuevo su vista en su libro cuando lo vio: Sirius Black con un caramelo.
Pero no era sólo Sirius Black con un caramelo, era Sirius Black comiéndose un caramelo de la manera más obscena posible. Absorbiendo ruidosamente, rodándolo en la lengua, humedeciéndose los labios... ¿es qué sólo él se daba cuenta de que Black estaba provocando con un caramelo?
Y por primera vez en seis años, Severus no fue capaz de terminar una poción correctamente.
Pareja: Sirius/Snape
Tema: #11 - Caramelo
Los vicios están más o menos enlazados unos con otros, así que para entender bien este, lo mejor es leerse el 10 (A escondidas) primero.
Aquella mañana a Sirus le costó mucho levantarse. Normalmente lo hacía (junto con Remus y Peter) cuando James se ponía a cantar en la ducha. Una verdadera tortura, mucho peor que un cruciatus. Pero ese día no lo hizo hasta que sus amigos terminaron de vestirse y se dieron cuenta de que él seguía dormido. Entonces tuvo que arreglarse a toda prisa y bajar al Gran Comedor despeinado y con el uniforme arrugado. Y a pesar de que consiguió desayunar en 3 minutos escasos, llegó tarde a Encantamientos, por lo que la profesora McGonagall lo castigó. "Un comienzo de día ideal", pensó enfurruñado Sirius mientras caminaba hacia Pociones.
-Venga, anímate, todavía queda mucho día por delante - lo animaba James.
-Piensa en positivo - aconsejaba Remus - toma un caramelo.
Caramelo. Pociones. Pociones con Snape. Y tenía un caramelo.
Una idea perverse se le ocurrió. James tenía razón, todavía se podía arreglar el día.
Severus ya estaba en el aula cuando llegaron los cuatro amigos. Les echó un vistazo, y se disponía a centrar de nuevo su vista en su libro cuando lo vio: Sirius Black con un caramelo.
Pero no era sólo Sirius Black con un caramelo, era Sirius Black comiéndose un caramelo de la manera más obscena posible. Absorbiendo ruidosamente, rodándolo en la lengua, humedeciéndose los labios... ¿es qué sólo él se daba cuenta de que Black estaba provocando con un caramelo?
Y por primera vez en seis años, Severus no fue capaz de terminar una poción correctamente.