Thornley y Big Wreck
Ian Thornley
El músico canadiense Ian Thornley es el protagonista de estas dos bandas. La primera de ellas, Big Wreck, la formó en Boston con sus compañeros de estudios en el Berklee College of Music. Al final terminaron dejando la carrera, y se dedicaron al grupo en cuerpo y alma. Su estilo rozaba el neo-prog y el rock duro, una mezcla de grunge con la parte mas rockera de Extreme( si me lo permite los fans), podría colar como descripción.
Después de hartarse de tocar en mil garitos de todo el estado y cosechar una cierta fama, consiguieron sacar su primer disco en el 97.
In Living Memory Of... es un disco de muy buena música, con producción que huye de la típica post-grunge que inunda el mercado.
Un debut de libro.
Tras 4 años de sequía editaron un segundo album, The Pleasure And The Greed, apoyados por Nickelback (repelus!) y no tuvo mucho exito. Un disco cargado de riffs sureños potenciados al maximo que convence pero no se comió un colín. Si os mola mucho el primer disco oís este y comparais, pero no empeceis por él. Ian colabra al mismo tiempo en algunos temas de Nickelback como guitarra, con los que han entablado mucha amistad. Big Wreck se separan en 2002 y Ian vuelve a Toronto.
Thornley
De vuelta en Canadá empieza a escribir material, y su colega Chad Kroeger(Nickelback) le empuja a editar un disco, que es producido por Gavin Brown. Así nace Thornley, madurez musical y de talentos. Ian reune a 3 musicos de primera calidad y lanza el disco Come Again a mediados de 2004. Desprovisto de la parte progresiva de Big Wreck, en este disco nos encotramos con una banda post-grunge con verdadera personalidad. A diferencia de otros muchos grupos del estilo, la voz de Thornley es única, versatil y reconocible. Aporta cosas nuevas al estilo, que en los tiempos que corren es raro. El sonido conseguido se aproxima bastante al resultado de Audioslave, sobre todo por la voz (y es que este tio canta bien). Los riffs de guitarra son verdaderas cargas de profundidad de rock lanzadas directamente hacia las mentes cansadas de tanto pop flojete y poco sincero.
La segunda pista, del mismo nombre que el LP, es un himno a la superación personal y a la lucha de un músico por desarrollarse en contra las insatisfacciones de la vida. Temas como Beautiful o Easy Comes merecen haber estado en puntos altos de listas de ventas (o de descargas) ;)
¿Dicen que el rock vuelve? Espero que así sea.
El músico canadiense Ian Thornley es el protagonista de estas dos bandas. La primera de ellas, Big Wreck, la formó en Boston con sus compañeros de estudios en el Berklee College of Music. Al final terminaron dejando la carrera, y se dedicaron al grupo en cuerpo y alma. Su estilo rozaba el neo-prog y el rock duro, una mezcla de grunge con la parte mas rockera de Extreme( si me lo permite los fans), podría colar como descripción.
Después de hartarse de tocar en mil garitos de todo el estado y cosechar una cierta fama, consiguieron sacar su primer disco en el 97.
In Living Memory Of... es un disco de muy buena música, con producción que huye de la típica post-grunge que inunda el mercado.
Un debut de libro.
Tras 4 años de sequía editaron un segundo album, The Pleasure And The Greed, apoyados por Nickelback (repelus!) y no tuvo mucho exito. Un disco cargado de riffs sureños potenciados al maximo que convence pero no se comió un colín. Si os mola mucho el primer disco oís este y comparais, pero no empeceis por él. Ian colabra al mismo tiempo en algunos temas de Nickelback como guitarra, con los que han entablado mucha amistad. Big Wreck se separan en 2002 y Ian vuelve a Toronto.
Thornley
De vuelta en Canadá empieza a escribir material, y su colega Chad Kroeger(Nickelback) le empuja a editar un disco, que es producido por Gavin Brown. Así nace Thornley, madurez musical y de talentos. Ian reune a 3 musicos de primera calidad y lanza el disco Come Again a mediados de 2004. Desprovisto de la parte progresiva de Big Wreck, en este disco nos encotramos con una banda post-grunge con verdadera personalidad. A diferencia de otros muchos grupos del estilo, la voz de Thornley es única, versatil y reconocible. Aporta cosas nuevas al estilo, que en los tiempos que corren es raro. El sonido conseguido se aproxima bastante al resultado de Audioslave, sobre todo por la voz (y es que este tio canta bien). Los riffs de guitarra son verdaderas cargas de profundidad de rock lanzadas directamente hacia las mentes cansadas de tanto pop flojete y poco sincero.
La segunda pista, del mismo nombre que el LP, es un himno a la superación personal y a la lucha de un músico por desarrollarse en contra las insatisfacciones de la vida. Temas como Beautiful o Easy Comes merecen haber estado en puntos altos de listas de ventas (o de descargas) ;)
¿Dicen que el rock vuelve? Espero que así sea.