Mar 17, 2010 21:39
"Tienes la edad en que yo empecé a triunfar del miedo. Del miedo a todo, piénsalo bien.
Miedo al padre, que descubre lo que no deseamos; al profesor, que puede estropear tantos proyectos; al fracaso o al éxito; al castigo justo o injusto; a la verdad y a la mentira; a al humillación o al desprecio de los demás.
Miedo a la decepción de la amistad, y al enemigo real o imaginario. Miedo al miedo, que es capaz de transformarnos en cómplices de cuanto malo hay en el mundo. Miedo a proclamar nuestra verdad frente a las monótonas medias verdades de los otros...
Plantéatelo desde ahora mismo como me lo planteó a mí quien me amó más que nadie: con rigidez y raciocinio. Aparte de las fuerzas sobrehumanas, nadie más que tú, en tu interior, puede dañarte. Quien quiera hacerlo sin tu consentimiento, es que se beneficia. Escúpele a la cara.
Frente a las amenazas, las zancadillas, los falsos juicios, los desaires de los poderosos, siente tristeza y asco: miedo no. Frente a las agresiones, las violencias, los chantajes, siente desprecio o ira: miedo no. Miedo no tengas tú. Exorcízate de él. Hasta que seas, por dentro y por fuera, todo lo independiente que puede ser un hombre, hazte fuerte. Y apoya a los demás débiles: ésa es una gimnasia que te fortalecerá el hombro.
Cuando llegue la hora de arrimarlo, resistirá un miedo mucho más pesado de lo que creíste nunca resistir".
(c)