May 31, 2015 11:50
Ven, ven a mí, ven para alimentar mi escepticismo.
Si como dice mi reina digna,
todo pasa por algo en esta vida, tú llegaste para eso.
Sería que tendría hambre...
Una vez más las palabras desaparecen,
y sólo queda lo que hicimos y lo que no.
Dónde quedaron las intenciones,
dónde están las infinitas ganas...
nuestros maravillosos planes?.
Jugamos a hacer preguntas de esas que cambiaban la vida,
pero sin ninguna otra intención que la de saciar nuestra infantil curiosidad.
Tú, que eres tan como yo.
Tú que no dejas de ser un niño.
Tú, que te has enterrado en vida en algún instante de tus treinta.
Y después de todas las noches,
lo que nunca olvidaré serán las diminutas siestas
que encajé dentro de tus brazos.
Mi ego, y mi ausencia de tacto,
me grita que te diga que sigues perdido,
y yo no soy tu rosa blanca de los vientos.
Que así sea.