Los opuestos se atraen: ¿Qué se te ofrece?
Título: Los opuestos se atraen
Título del capítulo: ¿Qué se te ofrece?
Género: Humor
Clasificación: PG / T
Prompt: #5 "Risas/Lágrimas"
Palabras: 338
Notas: Para mafi_ariadne , que hace mucho que te debo algo. También, gracias a ter_killer y a minddelirium por ayudar :)
Link a la tabla
Arthur suspiró: estaba haciendo tanto alboroto por una simple llamada, que se sentía estúpido.
Hacía dos o tres horas que le estaba dando vueltas al asunto. Ya había preparado el teléfono, su agenda, la cual tenía el número al que llamaría, y un vaso de agua por si le daba sed.
Pero él mismo sabía que todos los preparativos que hacía eran para evadir la llamada que deseaba realizar. Cuando tomaba la bocina, se inventaba una excusa y colgaba. La primera fue que probablemente la charla sería larga, por lo que necesitaría tener algo para beber cerca. Una vez volvió de la cocina con el vaso de agua fresca, volvió a tomar el teléfono; pero sólo para preguntarse qué hora sería. Colgó de nuevo, preguntándose si allí no sería una mala hora para llamar… pero luego recordó que aquel país europeo no quedaba lejos de él.
Exasperado, se tomó el cabello con ambas manos para revolvérselo. Luego se las llevó al rostro, en señal de frustración.
¡Por el amor a todo lo bueno y al té con scons, él era el gran Reino Unido! ¡Había conquistado los siete mares como pirata, había ganado incontables batallas, colonizado territorios alrededor de todo el mundo…! Y en esos momentos, no encontraba las agallas para tomar el teléfono y hacer una simple y sencilla llamada.
-Basta.
En un momento de fugaz decisión, tomó el teléfono, buscó el número y lo marcó. Esperó unos segundos y del otro lado por fin le contestaron; entonces, en un francés básico pero bien hablado, se dio a conocer y pidió que lo comunicasen con el dueño de casa. Esperó un poco más, mientras oía voces lejanas y una risa muy bien conocida.
-Royaume-Uni, comment ça va? -dijo la voz burlona de Francis.
-Bien, gracias. Y no, no vamos a conversar en tu idioma -contestó con la agresividad de siempre. De nuevo, una risa del otro lado.
-¿Qué se te ofrece?
Y he allí el problema. En realidad no tenía ninguna razón para hablar con el francés.
Título del capítulo: ¿Qué se te ofrece?
Género: Humor
Clasificación: PG / T
Prompt: #5 "Risas/Lágrimas"
Palabras: 338
Notas: Para mafi_ariadne , que hace mucho que te debo algo. También, gracias a ter_killer y a minddelirium por ayudar :)
Link a la tabla
Arthur suspiró: estaba haciendo tanto alboroto por una simple llamada, que se sentía estúpido.
Hacía dos o tres horas que le estaba dando vueltas al asunto. Ya había preparado el teléfono, su agenda, la cual tenía el número al que llamaría, y un vaso de agua por si le daba sed.
Pero él mismo sabía que todos los preparativos que hacía eran para evadir la llamada que deseaba realizar. Cuando tomaba la bocina, se inventaba una excusa y colgaba. La primera fue que probablemente la charla sería larga, por lo que necesitaría tener algo para beber cerca. Una vez volvió de la cocina con el vaso de agua fresca, volvió a tomar el teléfono; pero sólo para preguntarse qué hora sería. Colgó de nuevo, preguntándose si allí no sería una mala hora para llamar… pero luego recordó que aquel país europeo no quedaba lejos de él.
Exasperado, se tomó el cabello con ambas manos para revolvérselo. Luego se las llevó al rostro, en señal de frustración.
¡Por el amor a todo lo bueno y al té con scons, él era el gran Reino Unido! ¡Había conquistado los siete mares como pirata, había ganado incontables batallas, colonizado territorios alrededor de todo el mundo…! Y en esos momentos, no encontraba las agallas para tomar el teléfono y hacer una simple y sencilla llamada.
-Basta.
En un momento de fugaz decisión, tomó el teléfono, buscó el número y lo marcó. Esperó unos segundos y del otro lado por fin le contestaron; entonces, en un francés básico pero bien hablado, se dio a conocer y pidió que lo comunicasen con el dueño de casa. Esperó un poco más, mientras oía voces lejanas y una risa muy bien conocida.
-Royaume-Uni, comment ça va? -dijo la voz burlona de Francis.
-Bien, gracias. Y no, no vamos a conversar en tu idioma -contestó con la agresividad de siempre. De nuevo, una risa del otro lado.
-¿Qué se te ofrece?
Y he allí el problema. En realidad no tenía ninguna razón para hablar con el francés.