Sólo para ti y para mí - #4 Atardecer
Título: Sólo para ti y para mí.
Título del capítulo: Atardecer.
Prompt: #4 "Atardecer"
Género: Dramita/Fluff
Categoría: G / K
Palabras: 488
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- ¿No tienes frío? -apareció Hiroki detrás de Nowaki, quien estaba apoyado contra la baranda del balcón del departamento que ambos compartían, contemplando el atardecer.
- No -se volteó para mirarlo son su siempre cálida sonrisa -, estoy bien, Hiro-san -volvió a girar sobre sí mismo para continuar observando el ocaso. Antes de volver a hablar, el castaño se mordió el labio pensando si era mejor dejar a un novio tranquilo. Pero no podía dejar las cosas así.
- Escúchame, Nowaki -se paró a su lado para poder verlo de más cerca -. Lo de ese niño no fue tu culpa, diste lo mejor de ti, continúa con tu vida sin mirar atrás.
- Lo sé, Hiro-san… -clavó su mirada en el Sol que se estaba ocultando, borrando su sonrisa. No estaba de humor ni como para ser él mismo -. Es que no puedo evitarlo… cuando recuerdo la desesperación de los otros médicos, la desconsolación de los padres, la cara tranquila del niño bajo anestesia que no sabía que estaba muriendo… Yo… Hiro-san, yo…
- Mira -lo interrumpió bruscamente, señalando al atardecer y mirándolo -, ¿qué ves?
-… ¿El ocaso? -levantó una ceja desconcertado, observando a su amado.
- ¿Eso sólo?
-…El Sol, algunas estrellas… -se quedó pensativo unos segundos, volviendo a admirar el panorama que tenía enfrente - la silueta de la ciudad…
- Bien -lo miró -. ¿Qué pasará luego?
- Oscurecerá, pero las estrellas se verán un poco mejor. También se verán las luces de la ciudad y de los autos que transitan -no tenía ni idea de por qué les estaba diciendo esto, pero Hiroki seguramente tendría alguna razón.
- ¿Y cuando termine la noche?
- Amanecerá… no se verán las estrellas ni las luces, pero sí a la gente -hizo una pausa -. Hiro-san se irá a trabajar y yo también.
- Exactamente -asintió con la cabeza. Antes que Nowaki pudiese preguntar, se le adelantó -. ¿Ves? Todo en este mundo avanza, nada se queda en su lugar. El sol va y viene todos los días, las estrellas aparecen y desparecen, la gente y los autos van de allá para acá… Yo también avanzo -se dio vuelta para entrar en la casa, pero antes de cruzar el marco de la puerta se detuvo, y sin mirar a su novio agregó: -. No dejes que un evento aislado te detenga y te deprima, sino eventualmente te quedarás atrás… - giró su cabeza pero no miró al otro -. Y yo no quiero tener que dejarte, ¿entendiste?
Nowaki iba a responderle, pero Hiroki fue más rápido y entró finalmente. El más alto se quedó parado, pensativo, hasta que de nuevo su típica sonrisa retornó a sus labios. El profesor podía ser algo complicado y hasta retorcido para hacerlo sentir mejor, pero siempre de alguna forma u otra lo lograba.
Luego de entrar, buscó a su amante para abrazarlo y darle las gracias; a lo que el castaño le respondería con un “no hay de qué” y sonrojándose.