Décimo Reto y... Bueno, Décimo Reto xDD
Treadmill:
Luego de deshacernos del último hollow dejé descansar mis pies en el aire, sentándome en el borde del edificio. Una ligera brisa deja momentáneamente mi cabeza en blanco.
-¿Cansado?-
-No, sólo que…-
-Sí, estás cansado-
Bufo y dirijo mi mirada a una rueda gigante que brilla a cierta lejanía. Veo como gira con algo de lentitud y el juego de luces que tiene.
-¿Te gusta?-
-¿Eh?-
-La noria, es bella ¿Verdad?-
-… Sí…-
-Más aún de noche…-
Kurosaki suspira y lo miro disimuladamente: desde hace ya un tiempo está un tanto raro pero le quito importancia.
De repente se para y me tiende una mano.
-Ven, vamos a subir a ese juego ¿Sí?-
…
Rayos, rayos, rayos, RAYOS.
¡Esto es enorme!! No es que le tenga miedo -ni mucho menos, he visto cosas peores- pero tanta gente me pone nervioso, hay mucho ruido y los empujones son interminables.
-Bien Tōshirō, aquí estamos-
Pasamos por varias atracciones pero ninguna me llamaba la atención, nos detuvimos a comprar algo de comer -unas palomitas y sandía helada (la cual agradecí interiormente)- e hicimos un alto enfrente de la montaña rusa.
Ver ese subibaja de personas gritando, dando vueltas y vueltas me provoca una sensación extraña. Al imaginarme en esa cosa trago saliva e inconscientemente le tomo la mano a ese idiota.
-¿Tienes… Miedo…?-
-¿Qué?- Me doy cuenta de mi acción y alejo la mano con brusquedad.
Él se limita a reír y continuar el camino.
Al llegar a la noria la observé con algo de asombro. Si desde lejos se veía gigante, ahora se me antoja ENORME. Pero como es uno de los más tranquilos no hay mucha gente, esperamos unos minutos y subimos rápido.
-Mira que belleza ¿No te gusta este paisaje Tōshirō?-
Observo con atención, supuse que estábamos en lo más alto de la atracción ya que la ciudad parecía más pequeña de lo usual, como si fueran luces en un manto negro -que no pude evitar compararlo con el cielo nocturno-.
-¿No es hermoso? La línea que divide el cielo con la tierra ya no se ve-
Y es verdad, es difícil distinguir dónde está el cielo o cuándo empiezan los edificios. Unos brazos me rodean con suavidad y un aroma a frutillas me llena de golpe.
-¿No crees que podríamos estar así nosotros también?-
… … … …
Siento como el corazón quiere salir de mi pecho, debo estar rojo de vergüenza…
-Ku-Kurosaki…-
Me doy vuelta y lo miro, cruzamos miradas, creo que voy a desmayarme o algo por el estilo. Dios no puede ser, esta sensación… Otra vez…
¡No! Tengo que… Yo debo olvidarlo, no puedo estar el resto de mi vida de esta…
Manera…
…
Negro. Oscuridad. Soledad.
Pero…
Blanco. Luz. Compañía…
¿Quién eres y cómo llegaste a mi vida…?
… … … …
Miro por la ventana de la habitación, sobre el árbol y las casas vecinas una luna llena alumbra mi cama.
Agradezco que mi familia (más bien el loco descerebrado de mi padre) haya ido a ver un espectáculo a no-me-acuerdo-dónde.
Un ligero golpe hace que mire hacia abajo y una sonrisa me sale sola al ver como Tōshirō se aferra de mí con suavidad. Dejo un pequeño beso en su frente y lo abrazo.
¿Saben que bien se siente esto? ¿El simple hecho de estar con la persona que amas en todo el Universo como dentro de tu propia burbuja?
Rayos se me sale lo cursi… Pero, demonios, ¡no puedo evitarlo! Es mirarlo y ponerme como un idiota enamorado -que por suerte no soy el único- y hacer tonterías.
Aunque lo de la atracción no ha estado tan mal… ¿O sí?
¡Ja! ¡No me digas que este enano te ha cautivado Ichigo!
Umpf… No sé por qué pero esta vez no me molesta mucho lo que digas…
Me siento cansado pero no puedo dormir… Quiero cuidar a Tōshirō, velar por su sueño.
Quiero…
… … … …
Creo que un poco más y tendré un ataque de histeria ¡Se está tardando!
-¿Es que acaso mi capitán se está vengando?-
Hago un mohín gracioso pero me pongo firme al ver a mi capitán junto a Ichigo.
La verdad es que me sorprendí mucho cuando pidió unas vacaciones ¡Al principio quería morir al ver todo el papeleo! Pero me puse a pensar y decidí que haría ese sacrificio (además, por unos papelitos atrasados una semana no morirá ¿O sí?).
-¿Vamos, Capitán?-
-Sí…- Me extraña que mire a Ichigo pero le resto importancia.
-Matsumoto, adelántate, tengo… Una cosa que hacer-
De lo más feliz me adelanto y antes de cruzar la puerta giro para ver por qué ese pequeño atraso ¿Tal vez regañará a Ichigo? Últimamente le ha dado por quejarse de él pero…
¡OH POR DIOS Y TODA LA SOCIEDAD DE ALMAS!
Mi Capitán, mi joven e inocente Capitán… Besando a Ichigo…
Ay, ay, ay…
Cuando volvamos necesitaré una reunión con Nanao y una buena botella de sake.
Luego de deshacernos del último hollow dejé descansar mis pies en el aire, sentándome en el borde del edificio. Una ligera brisa deja momentáneamente mi cabeza en blanco.
-¿Cansado?-
-No, sólo que…-
-Sí, estás cansado-
Bufo y dirijo mi mirada a una rueda gigante que brilla a cierta lejanía. Veo como gira con algo de lentitud y el juego de luces que tiene.
-¿Te gusta?-
-¿Eh?-
-La noria, es bella ¿Verdad?-
-… Sí…-
-Más aún de noche…-
Kurosaki suspira y lo miro disimuladamente: desde hace ya un tiempo está un tanto raro pero le quito importancia.
De repente se para y me tiende una mano.
-Ven, vamos a subir a ese juego ¿Sí?-
…
Rayos, rayos, rayos, RAYOS.
¡Esto es enorme!! No es que le tenga miedo -ni mucho menos, he visto cosas peores- pero tanta gente me pone nervioso, hay mucho ruido y los empujones son interminables.
-Bien Tōshirō, aquí estamos-
Pasamos por varias atracciones pero ninguna me llamaba la atención, nos detuvimos a comprar algo de comer -unas palomitas y sandía helada (la cual agradecí interiormente)- e hicimos un alto enfrente de la montaña rusa.
Ver ese subibaja de personas gritando, dando vueltas y vueltas me provoca una sensación extraña. Al imaginarme en esa cosa trago saliva e inconscientemente le tomo la mano a ese idiota.
-¿Tienes… Miedo…?-
-¿Qué?- Me doy cuenta de mi acción y alejo la mano con brusquedad.
Él se limita a reír y continuar el camino.
Al llegar a la noria la observé con algo de asombro. Si desde lejos se veía gigante, ahora se me antoja ENORME. Pero como es uno de los más tranquilos no hay mucha gente, esperamos unos minutos y subimos rápido.
-Mira que belleza ¿No te gusta este paisaje Tōshirō?-
Observo con atención, supuse que estábamos en lo más alto de la atracción ya que la ciudad parecía más pequeña de lo usual, como si fueran luces en un manto negro -que no pude evitar compararlo con el cielo nocturno-.
-¿No es hermoso? La línea que divide el cielo con la tierra ya no se ve-
Y es verdad, es difícil distinguir dónde está el cielo o cuándo empiezan los edificios. Unos brazos me rodean con suavidad y un aroma a frutillas me llena de golpe.
-¿No crees que podríamos estar así nosotros también?-
… … … …
Siento como el corazón quiere salir de mi pecho, debo estar rojo de vergüenza…
-Ku-Kurosaki…-
Me doy vuelta y lo miro, cruzamos miradas, creo que voy a desmayarme o algo por el estilo. Dios no puede ser, esta sensación… Otra vez…
¡No! Tengo que… Yo debo olvidarlo, no puedo estar el resto de mi vida de esta…
Manera…
…
Negro. Oscuridad. Soledad.
Pero…
Blanco. Luz. Compañía…
¿Quién eres y cómo llegaste a mi vida…?
… … … …
Miro por la ventana de la habitación, sobre el árbol y las casas vecinas una luna llena alumbra mi cama.
Agradezco que mi familia (más bien el loco descerebrado de mi padre) haya ido a ver un espectáculo a no-me-acuerdo-dónde.
Un ligero golpe hace que mire hacia abajo y una sonrisa me sale sola al ver como Tōshirō se aferra de mí con suavidad. Dejo un pequeño beso en su frente y lo abrazo.
¿Saben que bien se siente esto? ¿El simple hecho de estar con la persona que amas en todo el Universo como dentro de tu propia burbuja?
Rayos se me sale lo cursi… Pero, demonios, ¡no puedo evitarlo! Es mirarlo y ponerme como un idiota enamorado -que por suerte no soy el único- y hacer tonterías.
Aunque lo de la atracción no ha estado tan mal… ¿O sí?
¡Ja! ¡No me digas que este enano te ha cautivado Ichigo!
Umpf… No sé por qué pero esta vez no me molesta mucho lo que digas…
Me siento cansado pero no puedo dormir… Quiero cuidar a Tōshirō, velar por su sueño.
Quiero…
… … … …
Creo que un poco más y tendré un ataque de histeria ¡Se está tardando!
-¿Es que acaso mi capitán se está vengando?-
Hago un mohín gracioso pero me pongo firme al ver a mi capitán junto a Ichigo.
La verdad es que me sorprendí mucho cuando pidió unas vacaciones ¡Al principio quería morir al ver todo el papeleo! Pero me puse a pensar y decidí que haría ese sacrificio (además, por unos papelitos atrasados una semana no morirá ¿O sí?).
-¿Vamos, Capitán?-
-Sí…- Me extraña que mire a Ichigo pero le resto importancia.
-Matsumoto, adelántate, tengo… Una cosa que hacer-
De lo más feliz me adelanto y antes de cruzar la puerta giro para ver por qué ese pequeño atraso ¿Tal vez regañará a Ichigo? Últimamente le ha dado por quejarse de él pero…
¡OH POR DIOS Y TODA LA SOCIEDAD DE ALMAS!
Mi Capitán, mi joven e inocente Capitán… Besando a Ichigo…
Ay, ay, ay…
Cuando volvamos necesitaré una reunión con Nanao y una buena botella de sake.