Reto Nº 22 ¡A toda velocidad!!

Jun 12, 2010 21:15

 

Boku no Tamashii

Primera parte - Confusión:

Jadeo. Logré apartarme a tiempo pero no se detiene.

-¡Hm, puedo crear infinitos soldados!

Sin embargo…

-Oh… Ulquiorra-sama…

Y lo sentí. Un reiatsu denso, como un mar oscuro, se desbordaba a través de ese agujero en el cielo.

-¡Rukia!

-Nunca debes despistarte, niña.

Esquivé a uno de los soldados, le corté la cabeza con Sode no Shirayuki y, por instinto, alcancé a Ishida y a Inoue en la plataforma que él había creado.

-Kuchiki-san…

-Hay que llegar hasta la cúpula.

Esa presión espiritual seguía fluyendo y durante unos momentos la única luz visible era la de la abertura en el techo. Sin embargo, se detuvo y subimos con más rapidez.

Cuando salimos, pude escuchar el grito de Orihime.

-¡Kurosaki-kun!

Ichigo… No, ese no era él.

-Si no quieren morir deberían alejarse de este lugar- Advirtió el contrincante de Ichigo, se alejaba de nosotros; tal vez para evitar que fuéramos atacados.

Agarré a ambos y me alejé con el shunpō. A los pocos segundos, una de las torres se desmorona en el lugar donde estábamos antes.

-U-Ulquiorra-kun… Y Kurosaki-kun…

Todo ese reiatsu tan denso y oscuro pertenecía a ese tal Ulquiorra. Pero Ichigo…

Esa presión espiritual era igual a la de un hollow.

No, algo más poderoso que eso. Hacía que deseara temblar como una hoja.

Ishida grita algo, Inoue se aleja corriendo. Miro a un costado y lo veo acercándose a toda velocidad, soltando por el camino una cabeza negra.

Esa máscara… Ya no es él…

-Ichigo…

El tiempo se detuvo para mí. Pude divisar como una espada salía de mi estómago antes de que todo se volviera negro.



-¡No!- Grité.

Abrí los ojos y observé a mí alrededor. Nada.

-Shinigami… Veo que también estás atrapada.

No me atreví a girarme. Pero algo me obligó a hacerlo.

-No… Ichigo te mató…- Murmuré, aunque nunca lo vi de esa forma, reconocí su presión espiritual.

-Te equivocas, shinigami, yo lo maté a él- Respondió sin un ápice de emoción.

Agarré con fuerza a mi zanpakutō y arremetí contra él. Detuvo el golpe con una mano, me agarró la muñeca y salimos disparados.

Cuando caí sobre lo que suponía era el piso, noté que había restos de algo oscuro y viscoso. Había explotado de seguro.

-Qué demonios…

De inmediato sentí en mi garganta un filo.

-Debo matarte, shinigami. Aizen-sama lo pidió.

Mi instinto se activó de nuevo y lo empujé, impulsándome yo también.

Un trozo de materia oscura se había desprendido del techo.

-Parece el Dangai pero no siento al Seimichiō ni el Kouryū.

El suelo comenzó a temblar, sin saber por qué, agarré de la mano a Ulquiorra y empecé a correr.

¿A dónde? No lo sé.

¿Por qué con él? Tampoco lo sé.

¿Realmente mató a Ichigo? Tal vez aquellas cosas que decía el Capitán Kurotsuchi puedan cobrar algo de sentido en mi cabeza.

Me elevé por los aires. El Espada había saltado para evitar caer en el agujero que se había hecho repentinamente. Sin embargo, sólo había una negrura más oscura que la que nos rodeaba (¿Eso era posible?).

-Eres muy hábil pero estás dejando de prestar atención a los alrededores. Morirás si sigues así.

Suspiré.

-Eres un enemigo, deberíamos matarnos mutuamente. Pero no sé dónde estoy y si es necesario aliarme contigo, lo haré.

Otra opción no me quedaba. Era sobrevivir en ese infierno oscuro y silencioso con el enemigo o… No lo sé, la muerte o la tortura eterna.

Realmente no quería saber lo que sucedería si algo nos golpeaba o caíamos.

-Has demostrado ser habilidosa así que no puedo oponerme. Dime tu nombre, shinigami.

Tardé un poco en contestarle, recordé que Ichigo había dicho algo sobre un Espada.

Dijo que no podía leer sus movimientos, que parecía que luchaba contra una estatua o algo por el estilo. Que le inspiraba una gran desconfianza.

Creo que se refería a este Espada.

Pero… Aunque su reiatsu desbordaba frialdad por donde trataras de ubicarlo, muy en el fondo se notaba algo de tristeza y vacío. La nada pura.

-Rukia Kuchiki. Dime el tuyo.

Traté de aparentar indiferencia. Aunque sabía su nombre, quería saber un poco más de él.

Lo solté y esquivamos en direcciones opuestas más materia oscura. Cortó la manga de mi shikakushō.

Sin embargo, algo me agarró del pie.

-¡Ah!!

Miré hacia atrás. Esa cosa viscosa estaba tragándome.

-No, maldita sea ¡Suéltame!

Clavé a Sode no Shirayuki en la pared y cedió un poco pero aún no me soltaba del todo.

Maldición, si uso a Sode no Shirayuki corro el riesgo de salir herida yo también.

-Apártate lo más rápido que puedas.

La pared explotó luego de que una Bala lo golpeara y logré salir a tiempo.

Choqué contra algo duro pero suave a la vez. Alcé la mirada y unos ojos verdes carentes de expresión estaban ahí.

-Cuarta Espada, Ulquiorra Cifer.

Bien, es un avance.

-Um…

-No agradezcas.

-¡N-No iba a hacerlo de todos mo…!

Una corriente de aire empezó a tirarme hacia el agujero que había quedado de la explosión.

-¡Ah! ¿¡Qué demonios… Qué demonios es este lugar!?

Ulquiorra iba a responder pero una explosión de la pared contraria nos empujó sin remedio hasta el agujero.



Caí sobre algo duro. Sin duda es tierra.

Aún algo atontada por el ruido de la explosión y el golpe, me levanté a trompicones.

-¿Ahora dónde estoy…? ¿Y Ulquiorra?

Miré a todos lados, el Espada no estaba por ningún lado.

Sin embargo, noté que el Sol me pegaba directamente en la cara.

Estaba en Karakura.

-Entonces… ¿Estaba en el Dangai? Tal vez algo sucedió…

Un ruido se escuchó de atrás.

-¿Um…? ¿Por qué estaba durmiendo en un lugar como este…?

No puede ser… ¡Keigo! ¡El compañero idiota de Ichigo!

Sin duda alguna estaba en Karakura pero esta se encuentra en la Sociedad de Almas ¿¡Qué rayos le pasó al Dangai para que actuara de esa manera!?

-¿A dónde crees que vas, Rukia?

Esa voz…

-¡Argh…!

Me agarró del cuello y me obligó a que lo mirara.

-Aizen… Bastardo…

Estaba totalmente incapacitada de atacar, Sode no Shirayuki me fue arrebatada de un golpe por Ichimaru y sonrió. Que irónico, esa sonrisa siempre fue aterradora.

Recordé fugazmente cuando iba a ser ejecutada y el odio me llenó.

Ulquiorra debía estar en el Dangai todavía. Tenía que escapar.

-¿Qué hacemos con ella, Capitán Aizen?

Lo miré a la cara. Estaba cambiado…

La Hōgyoku estaba en su pecho. ¿Acaso los demás…?

¿El Capitán Ukitake también fue derrotado?

Kira, el Capitán Hitusgaya y Matsumoto… ¿Incluso el Capitán Comandante?

-Gin, puedes usar tu Shinsō.

¿Qué…?

No. No. ¡No puedo dejar que me maten!

-Te lo dije. Dejas de prestar atención a tus alrededores y puedes morir por ello.

Sangre. La sangre de Ichimaru.

Ulquiorra acaba de atravesarlo con su espada y, golpeando a Aizen, me agarra y nos alejamos rápidamente.

Por suerte, Sode no Shirayuki no estaba lejos, así que la agarré antes de escapar.

-Unf… ¿Shunpō?

-Sonido.

-¡No tan rápido!

-¿¡Ichimaru!?

-Bankai… ¡Kamishini no Yari!

Ulquiorra no se aleja, sino que va más arriba.

Me quedé anonadada al ver como los edificios caían, cortados a la mitad. Al ver a la altura de dónde estábamos, entendí por qué el Espada no se había alejado.

Si se hubiera ido hacia delante y no hacia arriba, estaríamos sin piernas.

-¡No escapen, el fin del mundo está aquí para ustedes!

Mi mente maquinaba con la mayor rapidez posible algo para matarlo o, al menos, atrasarlo.

-Escucha, Kuchiki, atrásalo para que pueda atacar.

-Sí.

Separándome de Ulquiorra, me puse en posición.

-¡Tsugi no mai, Hakuren!

El golpe de mi ataque no lo lastimará de gravedad pero lo atrasará.

-Cero.

Un gran Cero verde destroza el hielo. Y con ello a Ichimaru.

Si no había ocultado su reiatsu, seguramente ahora está muerto.

-Vámonos- Dijo mientras abría una Garganta.

-¿¡Qué!? ¡No! ¡Espera! ¿¡Por qué atacaste a Aizen y a Ichimaru!?

Caí en la cuenta de que atacó a sus superiores ¿Por qué?

-Ellos no son los que conozco, por lo tanto, puedo atacarlos.

-¿Eh…?

Sin darme cuenta, entré a la Garganta jalada del brazo.

-Al parecer estamos en un universo diferente del que procedemos.

Caminamos con prisa. Más bien yo lo seguía apresuradamente.

-Tú dijiste que Kurosaki me había matado.

-Así es… Pero creo, no, él estaba poseído por su hollow interno.

-Interesante…

-¿A qué te refieres?

-El Kurosaki que conocí fue a Hueco Mundo para rescatar a una mujer.

-Orihime Inoue ¿No es así?

Percibí como al nombrarla la tristeza aumentaba pero enseguida fue aplacada por la frialdad.

-Tuve que liberar mi Resurrección y usar el Cero Oscuras.

Una especie de vacío se apoderó de mí al escucharlo pero a la vez me parecía ajeno. Posiblemente el hecho de haber visto algo diferente a eso me causaba una especie de escalofriante tranquilidad.

-Luego de eso, cayó al suelo con un agujero en el pecho.

-… Y-Ya veo… Aún así ¡No debías atacar!

Se detuvo para mirarme, sin decirlo, preguntaba ‘Te salvé ¿Por qué dices eso?’

-Si lo que dices es cierto… ¡No puedes alterar el curso natural de ese universo!

-Sin embargo, tú lo has hecho.

Me enfadé y, gritándole, le respondí.

-¡Pero en ese momento no era consciente de que estaba en otro lugar!

Parpadeé y empecé a caer al vacío.

-¿¡Qu… Qué pasa…!?

-Qué demonios…

Ulquiorra también está cayendo. Una luz enceguecedora en el fondo nos absorbe.

comunidad: crackandroll, !dotación anual de crack, autor: shiroyo-kuroki, reto: survival, fandom: bleach

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