domingo de juegos
Y bueno…estoy cansado, pero no emocionalmente si no físicamente; ayer Salí con unos amigos de la U a un lugar en mi ciudad al que llaman el Bosque; es un espacio abierto con muchas zonas verdes, de grandes arboles, y con muchos espacios de juegos para que la gente se recree; la gran mayoría de personas que frecuentan se sitio es para ir hacer deporte, ya sea jugar futbol, baloncesto, gimnasia, nadar en la piscina olímpica que hay allá y bueno todo lo que se puedan imaginar; en nuestro caso fui de plan “relax”… se podría decir que hicimos un mini picnic, nos relajamos acostados sobre la hierba algo húmeda (estamos en temporada de lluvia) debajo de un gran árbol, mientras sentíamos el suave roce del viento deslizarse por nuestros rostros.
Y bueno después de un rato, había que jugar y tomarnos fotos; jugamos de esos típicos juegos de niños pequeños, y la verdad fue muy divertido; corrimos, saltamos, trepamos árboles, nos mojamos , nos embarramos, montamos en columpios; bueno hicimos lo que todas las personas grandes han dejado de hacer porque piensan que crecer y madurar es olvidar lo que hacíamos de niños.
Personalmente, creo que a pesar de mis años, sigo siendo un niño, podría traducirse “síndrome de Peter Pan” el niño que no quería crecer, en mi caso me divierto haciendo cosas sencillas y dejando de lado las preocupaciones que agobian a mucha de la gente de mi edad…
Claro! Debo aclarar que no soy un irresponsable que no quiere madurar; es solo que hay que encontrar un equilibrio entre la adultez y la capacidad de no perder nuestra imaginación, nuestro entusiasmo y de asombrarnos por lo que vemos en el mundo.
Y bueno después de un rato, había que jugar y tomarnos fotos; jugamos de esos típicos juegos de niños pequeños, y la verdad fue muy divertido; corrimos, saltamos, trepamos árboles, nos mojamos , nos embarramos, montamos en columpios; bueno hicimos lo que todas las personas grandes han dejado de hacer porque piensan que crecer y madurar es olvidar lo que hacíamos de niños.
Personalmente, creo que a pesar de mis años, sigo siendo un niño, podría traducirse “síndrome de Peter Pan” el niño que no quería crecer, en mi caso me divierto haciendo cosas sencillas y dejando de lado las preocupaciones que agobian a mucha de la gente de mi edad…
Claro! Debo aclarar que no soy un irresponsable que no quiere madurar; es solo que hay que encontrar un equilibrio entre la adultez y la capacidad de no perder nuestra imaginación, nuestro entusiasmo y de asombrarnos por lo que vemos en el mundo.