Mar 28, 2014 02:08
Mariposas Muertas
No es que ya no duela,
en realidad jamás deja de doler,
siempre está presente,
pero se aprende a convivir.
Como esas heridas de guerra,
una bala en la pierna
que te puede dejar cojo de por vida;
y sin embargo caminas.
Son cicatrices que se marcan,
una y otra vez has sentido que te apuñalan,
que te desangras lentamente,
que el corazón se te detiene.
Pero eres como un fénix,
nada puede matarte por mucho tiempo,
y dentro de poco vuelves a volar.
Haz renacido de tus cenizas.
Y te sientes mal por tu corazón,
ha perdido mucha sangre;
se ha roto demasiadas veces.
Pero lo reparas, eso siempre.
Hay algo que te consuela,
pero te llena de martirio al mismo tiempo.
¿Y las mariposas? ¿Estarán muertas?
Luego recuerdas que nunca existieron.
poesía,
María,
moi,
personal,
escritos sueltos