[Me sale caro]
Mis mas ardores deseos se apagan por una fría ducha de realidad, y todo ello, solamente porqué no sabes que te quiero.
Pues tengo miedo de la rotura de nuestras miradas y del calor de los abrazos. Pues tengo miedo a la desolación, al recibir lo no querido.
Y hasta el papel…
Junto el valor y no consigo situación. Pienso el instante perfecto y tú no eres. Escribo las palabras que decirte y de voz me falto.
No soporto la espera de lo que conozco sin esmera. Esta vez veo el futuro pues definido está ya el muro.
Así que solo me queda el ser sincero, el quitar las ramas que oscurecen mi mundo. Poder mostrarte, con todo mi aprecio, todo por lo que te obsequio.
Y hasta el papel para estas palabras me sale caro, pues para ti todo ya lo he dado.
Y todo mi sufrimiento se basa en tu desconocimiento de mis sentimientos, pues nunca antes te dije a ti todo lo que te quiero. Quizá mi estupidez me valiese mi vida entera pero por algo se empieza, y aquí empiezo.
Te escribo directo a ti, palabras que nadie oyó decir.
Y junto al papel, que nunca más valioso fue, pues por él, yo te digo todo lo que siento, que por ti todo lo dejo.
Pues ni de oxígeno ni de agua yo ya me valgo.
Así que a partir de ahora ya te lo diré.
Sin falta de papel, ni de valor, ni de situación, ni de miedo e instantes.
Pues lo más sincero que diré, a parte de toda esta hoja llena de garabatos en mi corazón… es que te quiero.
Y es que por ti todo lo dejo.
[No es más que un secreto aún desconocido por el mundo, no me atrevo, no tengo tiempo, no la veo, y sin ello no puedo decirle que la quiero]
Pues tengo miedo de la rotura de nuestras miradas y del calor de los abrazos. Pues tengo miedo a la desolación, al recibir lo no querido.
Y hasta el papel…
Junto el valor y no consigo situación. Pienso el instante perfecto y tú no eres. Escribo las palabras que decirte y de voz me falto.
No soporto la espera de lo que conozco sin esmera. Esta vez veo el futuro pues definido está ya el muro.
Así que solo me queda el ser sincero, el quitar las ramas que oscurecen mi mundo. Poder mostrarte, con todo mi aprecio, todo por lo que te obsequio.
Y hasta el papel para estas palabras me sale caro, pues para ti todo ya lo he dado.
Y todo mi sufrimiento se basa en tu desconocimiento de mis sentimientos, pues nunca antes te dije a ti todo lo que te quiero. Quizá mi estupidez me valiese mi vida entera pero por algo se empieza, y aquí empiezo.
Te escribo directo a ti, palabras que nadie oyó decir.
Y junto al papel, que nunca más valioso fue, pues por él, yo te digo todo lo que siento, que por ti todo lo dejo.
Pues ni de oxígeno ni de agua yo ya me valgo.
Así que a partir de ahora ya te lo diré.
Sin falta de papel, ni de valor, ni de situación, ni de miedo e instantes.
Pues lo más sincero que diré, a parte de toda esta hoja llena de garabatos en mi corazón… es que te quiero.
Y es que por ti todo lo dejo.
[No es más que un secreto aún desconocido por el mundo, no me atrevo, no tengo tiempo, no la veo, y sin ello no puedo decirle que la quiero]