Polvo y oscuridad - SiriusHermione
Fandom: Harry Potter
Título: Polvo y oscuridad
Personajes: Hermione Granger/Sirius Black
Notas mías: lo de escribir maravillosos fics canon de esta pareja sin caer en la pedofilia se lo dejo a lara_g. Este es mi más modesto intento con los dos, hecho para pauny en el meme de besos. Espero que te guste.
Esa casa siempre había sido demasiado oscura. Estaba de pie en medio del salón del árbol de los Black. Por las hendijas que dejaban las pesadas cortinas se colaban rayos de la luz del sol poniente, dejando ver el polvo flotar lento a su alrededor. Cuando no estaba llena de personas con la agitación de la Orden, el tiempo parecía detenerse en ese lugar. Le producía escalofríos desde la primera vez que había llegado allí, y ahora que había vuelto era peor.
Todo estaba silencioso, pero había una brisa suave que no se explicaba de donde venía. De pronto escuchó una risa que no le era desconocida, pero tenía al menos dos años de no oír.
Una risa muy parecida al ladrido de un perro, que creyó no volver a escuchar jamás.
Se giró para verlo. Estaba allí de pie, justo frente al gastado árbol genealógico de su retorcida familia. La miraba con una sonrisa totalmente traviesa en los labios, y parecía evaluarla de arriba abajo.
-¿Sirius?
-Tardaron mucho en volver. Odio esta casa vacía.
-¿Has estado aquí solo?
-Hasta ahora.
Definitivamente la estaba evaluando, su mirada la recorrió desde su pelo desordenado hasta las zapatillas que había usado para la boda. Parecía haber sido hace tanto…
-Ellos… - empezó a preguntar la chica mirando a su alrededor.
-No están. En estos momentos no parece tan malo que la casa esté sola. ¿Quieres jugar?
De nuevo la sonrisa traviesa. Hermione sintió sus labios cosquillear al esbozar ella también una sonrisa.
Luego Sirius se giró y salió del salón.
-¡Atrápame si puedes!
¿Qué demonios? Hermione lo siguió, pero al salir de la habitación ya no lo vio más. Empezó a caminar por todo el piso inferior de la casa, asomándose en cada habitación. A veces escuchaba sus pasos, o creía ver el destello de su pelo negro pasar al otro lado de donde estaba.
Su risa llenaba la casa cada vez que revisaba una nueva habitación.
-¡Eres la bruja más lista que he conocido Hermione! ¡Y eso que conocí a Lily Evans!
-¡Sirius, deja de jugar! ¡Tienes que explicarme qué pasa!
-¿No es obvio?
La voz venía de arriba. Hermione se quitó las zapatillas y subió corriendo las escaleras. Otro piso más que revisar, y la misma historia. Risas, pisadas, miradas fugaces antes de desaparecer al otro lado del pasillo.
“¿No es obvio?”
-¡Sirius! ¡Esto es serio! ¿Por qué no hablas con Harry? ¿Dónde fueron él y Ron?
No obtuvo respuesta. De repente se encontró en la última habitación de la casa. Nunca había estado allí. Era grande y espaciosa, y el polvo parecía estar más concentrado en el aire allí. La luz se había ido, no había más que pesadez y silencio, el cual solo fue roto por el correr apresurado de un ratoncillo fugitivo.
Entonces sintió la mano en su hombro y se volvió.
Allí estaba él a pocos centímetros, sonriendo, con los ojos grises brillando de malicia.
-Definitivamente… Así no es tan molesta una casa vacía.
-Sirius… ¿qué pasa?
-Eres tan lista Hermione, ¿y no lo sabes?
¿Y no lo sabes? El eco pareció llenar la casa. Luego sintió las manos firmes tomar su rostro y el aliento de Sirius sobre su boca.
-Sueñas.
Entonces la besó. El beso más real que había sentido en su vida, nada parecido a sus torpes inicios con Krum o el intento fallido de McLaggen el año anterior. Sentía el calor de Sirius, sus labios delgados, firmes y fuertes. Su lengua húmeda y hábil. Sus manos entre sus cabellos, revolviéndolos, su pecho contra su cuerpo, invadiendo su espacio.
Alzó las manos deseando sentir sus cabellos negros y largos entre los dedos, pero lo que tocaron fue el aire.
Se despertó sobresaltada. Podía sentir su respiración agitada. Por un momento no se atrevió a moverse. Había una luz dorada muy tenue entrando en la sala, podía ver las pequeñas motas de polvo flotando sobre ella. Se giró un poco, casi temerosa de lo que vería.
Ron dormía en el suelo a su lado, y un poco más allá, el lugar donde había estado Harry estaba vacío.
Se llevó una mano a la frente. Estaba sudando. Todo había sido un sueño. Probablemente había escuchado los pasos de Harry al levantarse y su inconsciente había hecho el resto.
¿Pero dónde estaba Harry? Debían irlo a buscar, si algo había sucedido…
Se incorporó para despertar a Ron, pero se detuvo un momento y cerró los ojos. Había sido solo un sueño, pero aún tenía la cálida sensación en los labios.
Sonrió para sí antes de llamar a su amigo.
No podía quedarse en los sueños. La vida real era cruel, y no perdonaba -ni esperaba- a nadie.
Esa casa era una fiel testigo de ello.