El mundo se puso de cabeza - faby_ginny_05

Jan 14, 2009 23:00


Notas mías: este es probablemente el fic más loco e incoherente que haya escrito de los merodeadores, pero la petición me lo trajo a la cabeza y tengo que admitir que me divertí demasiado escribiéndolo. Además creo que la petición no quedó exacto, pero bueno, hay lo que querías: james/lily, james/alice y sirius/lily.... o algo así


-James, no puedes hacer esto.

-¿Por qué no, Canuto?

-¡Porque Alice es una buena chica! ¡Está hasta las cejas por Longbottom, todos lo saben!

-¡Yo soy un buen chico! ¡Y estoy colado por Lily y todos lo saben!

-Sí, pero a ti sólo nosotros te tomamos en serio - masculló Sirius mientras lo perseguía escaleras abajo. - ¡Cornamenta, Alice no es para ti!

-¡No hagas tanto drama! Tampoco me voy a casar con ella, sólo es una salida a Hosgmeade… Tal vez seguida de otras más.

-Has perdido el juicio. ¿Qué crees que pensará Evans? ¡Se confirmarán sus sospechas de que sólo bromeabas a costa de ella y menos aceptará salir contigo!

-Bueno, tal vez deba de probar con una chica que sí quiere salir conmigo.

Se sostuvieron la mirada, sin ser concientes que eran el punto de atención de toda la sala común de Gryffindor en ese momento. Independientemente del tema de la discusión -que era altamente interesante para todos- la novedad era ver a Sirius Black y James Potter pelear abiertamente y a un volumen tan alto frente a toda la casa.

-James… Si hay algún problema…

Una suave voz interrumpió la discusión. James se giró y le sonrió a la chica que se había acercado tímidamente.

-Ningún problema Alice. - dijo con seguridad - Sirius acá que está celoso nada más. ¿Querías que te acompañara a la biblioteca, no? Vamos.

La chica se agarró de su brazo con suavidad y dirigió una asustada mirada a Sirius antes de salir de la sala común. James no volvió a ver ni siquiera una vez a su amigo, pero sí saludó con una sonrisa a la prefecta que entraba a la sala en ese momento.

A Lily Evans no le extrañó tanto la pareja como el ambiente en la sala común, la mirada furibunda que le dedicó Sirius y la acusación que le echó en cara antes de correr escaleras arriba.

-¡Todo esto es tu culpa!

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Horas después Sirius se encontraba solo en la sala común. Peter había considerado prudente alejarse al verlo de tan mal humor, y en especial al encontrarse solo. El mayor de los Black habría dado cualquier cosa porque no hubieran dejado a Remus irse una semana antes de las vacaciones de Navidad a casa. Con la luna llena encima habían preferido dejarlo ir antes para que no tuviera que hacer el viaje de regreso a casa convaleciente todavía.

¡Una salida a Hosgmeade y luego el regreso a casa! Con tan poco tiempo por delante, James había armado todo ese lío y Sirius no sabía que hacer. Su mejor amigo estaba cometiendo un gran error…

-¿Me quieres explicar por qué que Alice perdiera el sentido común es mi culpa?

Sirius se sobresaltó al escuchar la voz enojada de Lily Evans detrás suyo. Brincó en el sillón y se giró para verla. Lo estaba fulminando con ese par de ojos verde esmeralda de los que había oído hablar a James desde que tenía memoria de conocerlo. Por un momento pensó que la chica podía ser realmente aterradora, para alguien que no fuera él, evidentemente. No le tenía miedo a una chica. Menos a una prefecta.

-Lo que es tu culpa es haberle lavado el sentido común a James - reprochó él frunciendo el ceño.

Lily lanzó una risa seca.

-¿Realmente crees que Potter alguna vez tuvo algo de eso?

Sirius hizo una mueca de disgusto.

-No estoy de humor Evans. Se nota que a ti esto no te importa.

El chico se volvió nuevamente. Daría cualquier cosa por una fuga a Hosgmeade para ir por un poco de Whisky de fuego, pero no podía pedirle a James la capa después de la discusión que habían tenido. Además, James no había vuelto con Alice desde que habían salido temprano de la sala común.

Lily lo miró unos momentos antes de acercarse y sentarse en el brazo del sillón.

-No veo cuál es el drama, Black. No veo que te importa Alice.

-Tú no ves muchas cosas. - masculló el chico - James, Frank, Alice… Todos van a salir mal de esto.

Lily lo miró sorprendida. No había creído que Sirius Black pensara en ese tipo de cosas.

-Frank ha tenido muchas oportunidades. - dijo la pelirroja - No es un secreto que a Alice le gusta. Creo que es bueno que ella acepte que a él no le interesa. Lo que me parece un desatino es salir con Potter en su lugar.

Sirius la miró de reojo.

-Para mí el desatino es que James tenga que salir con ella para tratar de superarte a ti.

La pelirroja rió un poco.

-Oh vamos Black… Se aburrió de fastidiarme a mí, eso es todo.

-¡Maldición, se lo dije! - exclamó Sirius viendo confirmadas sus sospechas - Tal vez no sea tan malo después de todo que trate de olvidarse de ti. ¡Pero con Alice! ¡Si es una versión tuya sin la parte pícara y divertida!

Lily lo miró sorprendida. Sirius se levantó del sillón y empezó a caminar de un lado a otro.

-Mira, Alice es una buena chica pero no es para James. Le falta… algo. Además, ella es para Frank.

Lily rodó los ojos.

-No entiendo la manía que tienen los hombres de repartirse a las mujeres como si fueran cosas.

-¡No, tú no entiendes que los hombres sienten más de lo que tú crees! - Sirius se inclinó hacia ella - ¿Le has puesto atención a Frank alguna vez?

Lily rodó los ojos.

-Está en un año superior, pero todos los conocemos. No le importa nada más que sus estudios y tener las notas para ser auror, complacer a su madre… No tiene tiempo para chicas.

Sirius rió con suficiencia.

-¡Hasta allí la teoría del instinto femenino! Frank no sabe cómo hablarle a las mujeres. Les tiene más miedo que tu amigo Snivellus al champú.

Lily frunció el ceño con enfado y se levantó dispuesta a irse sin decir nada más. Sirius la tomó de la muñeca.

-Lo siento, lo siento, mal ejemplo. El punto es que aunque Frank quisiera acercarse a Alice no sabría cómo hacerlo. Estoy seguro de que antes es capaz de enfrentarse a un dragón solo y sin varita que de pedirle a una chica que salga con él.

-Oh por favor - Lily lo miró con incredulidad - ¿Cómo se supone que tú sabes eso?

Sirius se dejó caer en el sillón.

-No es una novedad cuando él mismo lo ha confesado.

Lily se inclinó hacia él con apremio.

-¿Pero le interesa Alice?

-No lo sé - admitió con fastidio - No habla de ella todo el día, pero creo que eso es signo de fijación enfermiza, como le he dicho a James repetidamente.

La pelirroja se quedó pensativa un momento.

-No podemos dejar que esto pase.

Sirius la ignoró y ella insistió.

-Potter y Alice. Debemos impedirlo. ¡Ella merece una oportunidad con un chico que valga la pena como Frank!

-¡Oye, James vale la pena! - reclamó Sirius. Lily chasqueó la lengua con impaciencia.

-¿Qué más da? Tú no quieres a Potter con Alice y yo creo que lo mejor para Alice es no estar con James. Podemos unir esfuerzos.

Sirius la miró con suspicacia.

-No eres tan amiga de Alice. - una sonrisa traviesa apareció en sus labios - ¿Acaso estás celosa?

Recibió un puñetazo en el hombro que lo hizo reír.

-Es solidaridad femenina. - dijo Lily levantándose - No le deseo ni a mi peor enemiga que salga con James Potter. Hablaremos mañana de esto, Black. Será mejor que hagas gala de tu autopromocionado ingenio y tengas buenas ideas. Buenas noches.

El chico no supo que responder antes de que la pelirroja desapareciera escalaras arriba hacia el dormitorio de las chicas.

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-James… No sé si estamos haciendo lo correcto.

-¿Por qué lo dices?

Alice estaba acostada en la gradería del estado de Quidditch, mientras James, sentado a su lado, atrapaba y dejaba ir una escurridiza Snitch una y otra vez.

-Sirius y tú… Nunca los había visto pelear.

James asintió y atrapó a la Snitch entre sus dedos mientras esta revoloteaba peleando por liberarse.

-Lo entenderá.

Liberó la Snitch y se concentró en ella, evitando la mirada de la chica.

-Estás preocupado.

-¿Yo? - James la miró y le guiñó un ojo - ¿Crees que algo puede preocuparme?

-Sé que sí - dijo Alice con seguridad. El chico sonrió mientras brincaba y atrapaba la bola dorada cuando parecía a punto de escaparse.

-Eres muy lista, Alice. Es una de las cosas que me gusta de ti.

La chica rodó los ojos.

-¿Puedes hablar en serio?

James la miró fijamente y asintió. Se arrodilló en una grada inferior a aquella en la que estaba Alice acostada para verla a los ojos.

-Hablo muy en serio. No te preocupes por Sirius. Todo está bajo control.

Alice lo miró a los ojos y acarició su mejilla con dulzura.

-Siempre estás tan seguro de todo, James…

Él sonrió con suficiencia.

-Tú deberías estarlo también. Después de todo, estás en manos de un merodeador. Confías en mí, ¿cierto?

-Cierto - ella asintió y sonrió a su vez.

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-¿Ya pensaste en algo?

Sirius se sobresaltó cuando Lily se sentó a su lado en la mesa principal a primera hora de la mañana. Había bajado a desayunar temprano porque no quería coincidir con James y Alice más tarde.

Miró a Lily extrañado mientras limpiaba el jugo que había derramado del sobresalto. Ella solía desayunar más tarde, ¿o era idea suya?

-No sé en qué inviertes tus noches Evans, pero yo estaba durmiendo.

Lily resopló.

-Creí que estabas preocupado por tu amigo.

Sirius resopló y señaló con la cabeza al otro lado de la mesa.

-Estoy más preocupado por él.

Lily siguió la dirección de su mirada. Frank Longbottom estaba allí, leyendo su libro de Defensa contra las Artes Oscuras mientras comía su cereal, ajeno a lo que sucedía en la mesa.

-Vive en la luna Black. Creo que ni siquiera se ha enterado.

Sirius negó.

-Frank nunca desayuna tan temprano. Está evitando encontrarse a James y Alice. Igual que tú y yo.

Lily miro de nuevo al chico mayor y asintió pensativa. Sirius lo notó y sonrió con malicia.

-¿Así que es eso? ¿No quieres ver a James con Alice?

La pelirroja lo miró sin entender y luego frunció el ceño.

-¡No saques las cosas de quicio! Bajé en cuanto me dijeron que ya habías salido, quería hablar contigo.

Sirius sonrió de medio lado, lo que provocó que la pelirroja rodara los ojos y volviera a centrarse en Frank.

-No entiendo tu fijación en Longbottom, Sirius.

El merodeador suspiró.

-Frank es como James. Los dos están seguros de haber encontrado a su chica, pero ninguno sabe cómo acercarse. Uno la ignora y el otro hace el idiota. Pero en el fondo es lo mismo. Si tú empezaras a salir con alguien James…

-¡Oh por favor! - Lily se levantó molesta - ¿No puedes dejarlo, Black? Ya no tienes que convencerme de nada, Potter sale con Alice, tienen una relación, ¡no está interesado en mí!

Algunas personas de la mesa la miraron interesadas en lo que decía, pero Frank siguió concentrado en el libro, aunque derramó parte del cereal y perdió el poco color que tenía.

Sirius miró de reojo a Frank y luego se centró en Lily. En realidad la comparación estaba mal hecha. Frank Longbottom a quien empezaba a recordarle era a Lily Evans. Con alguien que siempre había profesado amarlos y ellos no habían sabido responder... y ahora ese alguien estaba con otra persona. La oportunidad había pasado.

En ese momento James y Alice entraron al comedor. Peter venía hablando animadamente con ellos. Sirius miró el reloj extrañado. Era más temprano de lo acostumbrado para ellos también. Acabó su última tostada y se levantó.

Lily lo miró sorprendida.

-¿Dónde vas?

-A las mazmorras. Tenemos pociones. Tú también, ¿no?

Lily asintió y Sirius la agarró del brazo.

-Vamos entonces. A menos que quieras quedarte a comer.

La pelirroja fracasó estrepitosamente al fingir que no veía de reojo a la pareja recién llegada antes de recoger sus cosas. Mientras lo hacía, Sirius miró a James. El chico escuchaba lo que Peter le contaba a Alice, pero miraba a la mesa de la casa de los leones.

Específicamente, miraba a Lily recogiendo sus cosas. Luego, su mirada se cruzó con la de su mejor amigo.

Sirius le sostuvo la mirada y negó lentamente.

-¿Vamos? - le preguntó Lily sin mirar hacia los recién llegados.

El pelinegro asintió y salió con ella del gran comedor, notando de reojo la expresión sorprendida de James.

Acababa de tener una idea de lo que podían hacer.

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James Potter llegó tarde a la clase de pociones. Slughorn le restó puntos a la casa Gryffindor por ello, lo que no extrañó a nadie. No era su alumno favorito, pues era el único capaz de distraer a la perfecta Lily Evans y hacer que una poción perfecta fracasara.

Tomó asiento al lado de Sirius, como hacía siempre, y empezó a sacar las cosas de su bolso.

-El señor Black lo pondrá al día con lo que debe hacer, señor Potter.

James resopló y miró a su amigo, quien estaba pesando un polvo en la balanza.

-¿Te entretuviste besuqueándote con Alice?

El chico de anteojos lo miró con reproche.

-Sirius, sé que no estás de acuerdo, pero te puedo asegurar que sé bien lo que hago. Ahora, ¿me quieres decir qué hacías con Evans esta mañana?

-Creí que Evans ya no te interesaba.

-Nunca dije eso. - dijo James mirándola dos mesas a la derecha - Sólo es… diferente.

Sirius sonrió de medio lado.

-Igual que Alice por Frank, ¿no? ¿O eso sí ha cambiado?

-Canuto, no solías ser tan pesado con el tema de las citas. - exclamó James rodando los ojos.

-¡Black, Potter! ¿Están trabajando?

Los dos resoplaron a la vez y no contestaron. Sirius se inclinó por encima de la mesa y jaló de la túnica a Peter, quien algo nervioso de ser descubierto le pasó las instrucciones por escrito para dárselas a James.

-Sabes que no apunto nada - dijo Sirius en tono de disculpa.

James puso la hoja a un lado.

-¿Qué hacías con Evans?

-Hablar.

-¿Sobre?

-Citas.

-¡Potter!

El chico de anteojos apenas escuchó la voz del profesor mientras miraba a su amigo con la boca abierta.

-Sirius, tú no… Digo, tú…

El mayor de los Black lo miró fijamente.

-¿Lo haría? ¿Salir con una chica de la que sé que otro chico está enamorado? Tú lo haces…

-¡SUFICIENTE!

Slughorn había llegado a su lado, y estaba evidentemente enojado.

-Señor Black, pásese con la señorita Evans. Señor Potter, más le vale que esa poción esté lista a tiempo, o pasará una fea tarde en detención.

Sirius recogió sus cosas y no miró a su amigo antes de pasarse de sitio.

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-Algo está realmente mal aquí.

-Claro, esa túnica no combina con esos zapatos.

Peter miró sus zapatos preocupado y luego frunció el ceño.

-Sabes que no me refería a mi ropa Sirius.

-Oh, eso es aún más grave Colagusano, creías que combinaba...

Estaban solos en la habitación de los chicos. James debía estar con Alice en algún lugar, como se iba haciendo costumbre. Sirius estaba en la cama revisando unos folletos nuevos de motocicletas mientras Peter trataba de elegir la ropa con la que iría a su cita a Hosgmeade al día siguiente.

-¡Sirius! Me refiero a James y a ti. A James y a Alice. A Evans y a ti. Nada tiene sentido, es como… como si el mundo estuviera de cabeza.

El pelinegro le dio vuelta a la página que estaba viendo.

-¿Qué pasa con Evans y yo?

-Evans hablando contigo sin apuntarte con una varita o bajarte puntos. Eso pasa.

Peter se había agachado en el baúl a buscar otro par de zapatos, pero Sirius pudo oír el eco de su voz en las paredes del mismo.

-Oh, eso. No es más extraño que James saliendo con Alice.

-Ya supéralo Sirius… Sigo sin entender porqué te molesta tanto.

-¡No le hemos visto el pelo a James en días! ¡Pasa todo el tiempo con ella, como si le importara! Si fuera la pelirroja me aguantaría, pero ¿Alice? Tú sabes tan bien como yo que ni la quiere ni va a estar bien con ella.

-No sabía que tuvieras tan mala opinión de Alice.

Sirius cerró el folleto molesto.

-Por enésima vez: no tengo nada contra Alice. Es solo que no es para James. Quiero ver a mi mejor amigo feliz, y sé que no va a serlo. ¿Es tan difícil de entender? Él no la quiere y ella no lo quiere y todos lo saben, incluso ellos. Es la crónica de un desastre anunciado. - se detuvo al ver la expresión sorprendida que le estaba dedicando su amigo - ¿qué pasa?

-No sabía que podías ser tan sensible para estas cosas, Sirius. Si le tuvieras esa consideración a la mitad de tus citas…

El moreno chasqueó la lengua molesto y volvió a abrir el folleto.

-Es que esto va en serio. James se está jugando tal vez quien será la madre de mis ahijados y ya me había hecho a la idea de niños con el pelo azabache indomable y los ojos verde esmeralda.

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James y Alice habían pasado la tarde cerca de lago. Mientras ella terminaba los deberes que el señor Binns pensaba recoger después de vacaciones de Navidad, el unigénito de los Potter leía el último número del especial de su revista de Quidditch favorita.

Cuando empezó a atardecer recogieron las cosas y James insistió en llevar las de Alice. Todo el camino hacia la torre fueron hablando sobre lo que harían esas navidades. Justo en el último pasillo antes de llegar frente al retrato de la señora gorda tropezaron con un chico, con la mala suerte de que las cosas que James llevaba se cayeron al suelo.

-Lo lamento - dijo el merodeador agachándose a juntarlas de inmediato - No iba viendo el camino, yo…

Cuando levantó la vista se calló. El chico con quien había chocado no le prestaba atención. Parecía indeciso entre mirar a Alice y salir corriendo de ahí.

-Buenas tardes, Frank - saludó la chica algo cortada.

El chico agachó la cabeza como saludo.

-Alice. Potter. Hum... - miró hacia la ventana y carraspeó - ¿Una agradable tarde fuera?

-Bastante - respondió James con una sonrisa traviesa que se congeló en sus labios cuando Frank lo miró a la cara. No se habían visto cara a cara desde que había empezado a salir oficialmente con Alice unos tres días antes, y no estaba seguro de lo que esperaba, pero definitivamente no era eso.

No era enojo, ni traición, ni envidia.

Frank lo miraba con la expresión de alguien derrotado.

-Pues… me alegro. - digo sin ninguna emoción. Luego levantó su varita y con un movimiento las cosas se recogieron y flotaron en el aire a la espera de que alguien las tomara - Yo iba a la biblioteca. Que tengan buena noche.

Miró tal vez un segundo más de lo adecuado a Alice antes de alejarse de ellos a toda prisa y chocar con unos chicos de primero que subían las escaleras.

James miró a su novia oficial, quien había bajado la cabeza y se mordía el labio inferior. Se incorporó y le rodeó los hombros con su brazo.

-Hey, hey… Tranquila.

Sin embargo, él tampoco se sentía precisamente tranquilo ahora.

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-Tengo una idea.

Lily lo miró con desconfianza.

-No sé si debería alegrarme o asustarme.

-Oh Evans, ¿no llevas todo un día fastidiándome? Lo he conseguido, y es un plan maestro. Bueno, tres.

-¿Tres planes maestros?

Sirius sonrió con suficiencia. Había ido a buscarla a la biblioteca, y la había arrinconado en uno de los últimos pasillos, lejos de los oídos de la severa bibliotecaria.

-James no está enamorado de Alice. Lo sé porque soy su mejor amigo y porque si lo estuviera tendría sentido que anduviera con ella y yo no estaría haciendo tonterías como tratar contigo. ¿Cierto?

La chica frunció el ceño molesta. El merodeador rió un poco.

-Bueno, no estás tan mal después de todo. Continuando, Alice no está enamorada de James porque lleva años enamorada de Frank Longbottom, y está con James por…

Lily lo interrumpió.

-…alguna incomprensible y descabellada razón, por lo que yo estoy haciendo tratos contigo.

-Puedes decirlo así. - aceptó Sirius - Total, que tenemos que hacerlos aceptar que no son el uno para el otro. Y conozco el mejor medio para ello: los celos.

Lily lo miró de hito en hito.

-¿Celos?

-¡Celos! - repitió el chico como si estuviera claro - Ver a la persona que quieren con alguien más los hará reaccionar.

-Si Frank es como dices no querrá participar.

-¿Quién ha hablado de Frank? - dijo Sirius alzando las cejas - Me refería a ti. Ayer le dejé caer a James que habíamos estado hablando a solas de citas y se puso furioso. Sólo… tenemos que alentar esa idea.

La pelirroja lo miro unos segundos y luego empezó a reírse. Su carcajada fue ahogada por la mano de Sirius, quien le tapó la boca. No le interesaba una bronca con la bibliotecaria en ese momento.

-¡Evans!

-¡Oh Sirius, es una broma tan poco creíble! ¿Salir contigo?

-¡Vamos Evans! La salida es mañana temprano. Sólo tienes que ir a Hosgmeade conmigo y ser adorable. Ya verás cómo se pone James. Ninguna chica querrá un novio que la ponga en evidencia celando a otra. ¿A que es un plan genial?

Ella lo miró con seriedad.

-Es una de las mayores tonterías que he oído en mi vida Black. Nunca, escucha bien, nunca aceptaría hacer eso. ¿Salir contigo? ¡Por favor!

-¡Hey! - Sirius la miró algo molesto - ¿Qué hay de malo conmigo?

Lily resopló.

-Si fuera el tipo de chica que sale con alguien como tú, ya habría salido con Potter.

Sirius la miró de manera escrutadora y ella volteó la cara.

-Nadie se lo creería. Además, yo no me creo ese cuento de que James se volvería loco de celos. Tiene una gran novia ahora.

El chico la tomó de la barbilla y la hizo verle a los ojos.

-¿Acaso la celosa es otra aquí?

-Claro que no. - replicó ella quitándole la mano de su cara.

-Oh, porque eso nos llevaría a mi segundo plan: que hables directamente con Potter. Le dices que no te parece que salga con Alice y que salga contigo y asunto resuelto.

La chispa de furia que parecía haberse atenuado reapareció en los ojos verde esmeralda.

-¡Estás demente Black, DEMENTE!

El chico se alejó y se cruzó de brazos.

-Bueno, ¿para qué me pides que colaboremos para hacer esto si no vas a aceptar mis ideas? Tengo una tercera, pero es mucho más complicada.

Lily rodó los ojos.

-No estoy segura de querer oírla.

Sirius se encogió de hombros.

-Lograr que Frank hable con Alice. Después de todo, él si acepta que le gusta la chica y no sabe como hablarle.

La pelirroja notó la insinuación de que ella no lo aceptaba pero estaba en la misma situación. Prefirió no responder a ello. Lo miró fijamente y sonrió.

-¡Esa es la solución! Si Frank le dice que le gusta, Alice irá con él, ¡es perfecto! Oh Black, no eres tan idiota después de todo. Casi tengo ganas de abrazarte.

Sirius la miró perplejo.

-¿Te parece que esa es la solución? ¡Creo que tomaría menos tiempo convencerte de salir conmigo que convencer a Frank de hablar con Alice! Le tiene pánico Lily, ¡ya lo hemos intentado!

La chica lo miró sorprendida por el último comentario.

-¿Qué quieres decir con que ya lo han intentado?

El mayor de los Black se retorció incómodo.

-Hace un año. Frank… - rodó los ojos - Es una larga historia. El año pasado que estaba recién de prefecto nos atrapó en una broma y nos cambió el castigo por algunos consejos. Tratamos de ayudarlo, pero es un caso perdido.

Ella volvió a reír.

-¿Potter dando consejos para ligar? Me alegra que Frank no le hiciera caso. Sé por experiencia que no sabe hacerlo.

Sirius la miró con curiosidad.

-¿Así que el problema es que las técnicas no han sido las apropiadas? - Vio el peligro asomar en los ojos de Lily, así que añadió precipitadamente - O sea, ¿crees tener más éxito con Frank?

-Estoy segura de ello - dijo la chica con una sonrisa segura - Después de todo, son los consejos de una mujer. Nosotras sabemos más de eso.

El merodeador la miró dudoso.

-Eso es lo que me temo. Una mujer.

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Frank Longbottom estaba en la biblioteca, como todos los días. Tenía una grandes ojeras, y se le había visto poco por el Gran Comedor, pero su disciplinada rutina de estudio y práctica no era afectada nunca por nada. Aunque de su concentración no podía decir lo mismo.

Esos días habían sido un infierno. Alice y James parecían multiplicarse y estar por todo el colegio. Aunque no los viera, estaban hablando sobre ellos, o simplemente se le aparecía la imagen de los dos abrazados en la mente. No estaba seguro de qué sentía. Era una mezcla de tristeza, arrepentimiento por no haberse atrevido a hablar con ella y unas ganas locas de romperle la nariz a James Potter.

Pero como siempre, no hacía nada. Valiente Gryffindor estaba hecho, pensó con ironía. No tenía miedo de lanzarse a auror y enfrentarse a todos los magos oscuros posibles, pero acercarse a Alice y decirle que le gustaba era superior a sus fuerzas.

“-Te va a decir que sí” le había dicho Sirius Black “Créeme, sé cuando una chica va a decir que sí. Siempre le he dicho a James que Evans va a negarse, me ignora y sucede, así que funciona al revés también”

Los merodeadores se habían reído, y él había dicho en voz muy baja.

“-Creo que eso es lo que me da miedo. No el rechazo, sino no saber que hacer después”

Recordaba perfectamente la sonriente cara de James Potter sonriendo con suficiencia mientras le decía.

“-Una vez montado en el hipogrifo, uno se las apaña para guiarlo. Échate al agua Frank, las cosas se darán solas. ¿O vas a esperar que alguien te dé un empujón?”

Estrujó una bola de pergamino con la mano. Se sobresaltó cuando alguien se sentó frente a él.

-¿Algo tenso, Longbottom?

Alzó la mirada para ver a Sirius Black.

-Black… No tengo tiempo para hablar, estoy ocupado.

Su tono era molesto. El merodeador lanzó una mirada molesta a alguien unos metros detrás de Frank y continuó.

-Hey, no te enojes conmigo, yo no te he hecho nada.

-Tú y Potter son como uno solo, ¿no?

Sirius torció el gesto. Así había sido hasta que sorpresivamente, sin comunicarle nada, había empezado a salir con Alice.

-Se podía decir. Pero oye Frank, yo estoy de tu lado. James no es para Alice de todas formas. Claro, si te hubieras animado a hablarle…

Frank resopló.

-¿Vienes a restregármelo en la cara, Black?

Sirius chasqueó la lengua.

-Tanto estudiar defensa te está afectando el carácter. Antes eras menos defensivo con los amigos. - levantó la mano e hizo una seña para que se acercara a la misma persona que había lanzado la mirada de molestia momentos alguien - Para que veas mis buenas intenciones, te he traído ayuda. Lo que te ha faltado hasta el momento: asesoría femenina. Para ti, la inigualable, Lily Evans.

-Hola Frank - dijo ella con una sonrisa tímida.

El chico la miró sorprendido. Antes de que dijera nada, la bibliotecaria los echó del lugar por hablar demasiado alto.

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Frank tenía el ceño fruncido. Lily y Sirius lo habían arrastrado prácticamente a un aula vacía. Odiaba que la gente se metiera en su vida privada.

-Nunca debí haberles dicho nada a ustedes - se lamentó cuando vio que Sirius iba a hablar - Potter está con ella, fin de la historia. Olvida cualquier cosa que haya dicho antes y por favor, Black, déjame en paz. ¡Tengo mucho que estudiar!

-Oh, estudiar, estudiar, estudiar. - Sirius rodó los ojos - ¡Alice es más importante! ¿No lo crees?

Frank resopló.

-Es cosa mía, Black.

-Frank tiene razón - dijo Lily con suavidad. Sirius la miró sorprendido y abrió la boca para recordarle que tratar de convencerlo había sido idea de ella, pero la pelirroja le puso un dedo en los labios - No me repliques. Es cierto. Pero me gustaría hablar con él sin tus ocurrencias de por medio. ¿Podrías esperar afuera?

Sirius iba a replicar, pero ella le sostuvo la mirada y se dio cuenta de que no era fácil negarse a ese par de ojos verdes esmeralda. Además, destilaba astucia: tenía que confiar en que Lily Evans sabía lo que hacía.

-Escúchala Frank - dijo antes de salir - Es más lista de lo que parece.

Cuando se quedaron a solas, Frank la miró frunciendo el ceño.

-¿Qué haces mezclada en esto, Lily?

-Hum… Estoy preocupada por Alice. James no es su tipo. Créeme, lo conozco bien. - el chico arqueó las cejas y ella añadió. - Probablemente tan bien como tú conoces a Alice, si lo que Sirius dice sobre tus sentimientos es cierto.

La cara de sorpresa del chico no le pasó desapercibida. Se sonrojó un poco y desvió la mirada. Notó los interesantes cuadros en las paredes del aula y se acercó a verlos mientras hablaba.

-Ya sabes… Te convences de que no puede ser, que no habría posibilidades, que son muy diferentes, con intereses diversos, que tiene mejores opciones, que no busca lo que tú quieres… O bueno, sabes que en un inicio funcionaría, pero luego no sabes cómo actuarías tú, ni cómo actuaría el otro… Te imaginas en una primera cita y te das cuenta de que sería un desastre y pronto se arrepentiría de haber salido contigo… Te da horror que te conozca y se desencante, pero sobretodo: te da horror desencantarte al conocerle. No sabes qué hacer y cómo actuar, cuando ves que a todos les sale tan natural y no entiendes por qué a ti no.

Frank bajó la mirada. Todo aquello tenía algo de cierto en él. Todo.

-Eso nos pasa, así que observamos de largo, fingimos que no nos interesa… y nos refugiamos. En los libros, el estudio, la distancia… las negativas.

La pelirroja miró a Frank.

-¿Me equivoco?

-¿Sientes eso por Potter?

Lily frunció el ceño.

-Nunca dije que estuviera hablando de él.

El mayor sonrió.

-Cierto, no lo dijiste. ¿Sirius acaso?

La chica abrió mucho los ojos y luego rió.

-Estás tratando de desviar el tema.

Frank asintió y suspiró.

-No puedo hacer nada Evans. Ella está saliendo con alguien.

-Está saliendo con Potter.

-Sí, sí, y de acuerdo a Black él no la quiere ni ella a él, pero ¿qué más da? ¡Están juntos! Es cuestión de nobleza, Lily. No puedo hablarle de lo que siento a una mujer que está con otro.

Lily se acercó a él.

-Lo importante aquí no es si James la quiere o si ella lo quiere. ¿Tú la quieres?

Frank desvió la mirada y tras unos momentos de duda, asintió.

-Entonces, díselo. No le pidas nada, sólo… dale la oportunidad de saberlo. No sé si Black tiene razón y te preferiría a ti, pero le quitas la oportunidad de hacerlo si no le haces saber que existe la posibilidad.

El chico la miró a los ojos y finalmente asintió.

-No es fácil.

-No dije que lo fuera - dijo ella - pero… ¿lo harás?

Frank resopló.

-Voy a pensarlo.

La chica suspiró. Suponía que era lo más que lograría de él. Sin embargo, el chico dijo algo más.

-Tú también deberías pensarlo.

La miró significativamente y luego salió del aula. Lo escuchó decirle algo a Sirius, quien entró rápidamente en el aula.

-¿Y bien? ¿Funcionó?

-No lo sé. - dijo ella pensativa - La verdad, no tengo idea.

-Fue un buen discurso el que le diste sobre sentimientos. - la miró con curiosidad - ¿Lo dijiste en serio?

-Pues no estoy seg… - se detuvo en media frase y en su frente Sirius vio marcarse la vena que solía hacer acto de presencia cuando estaba molesta - ¡¿estuviste escuchando?!

-¡Me pediste no hablar, no dijiste nada de no escuchar!

-¡Creí que estaba implícito en que esperaras afuera!

-¡OH! ¡Entonces es cierto! - Sirius sonrió de oreja a oreja - ¡Por eso no querías que oyera! ¡Oh, te gusta James, lo sabía!

Lily lanzó un chillido de frustración.

-¡No dije que hablara de Potter y lo dije para convencerlo, Sirius! Merlín, no sé cómo has conseguido la fama de buen estratega, si no sabes reconocer una estrategia bien pensada…

-Sé reconocer cuando una chica va a decir que sí o que no. - dijo con seguridad - Y tú Evans, estás cada vez más cerca del sí.

-¡Oh, eres imposible!

Salió del aula y Sirius se apresuró a seguirla.

-Oye, y sobre lo que dijo Frank, ¿por qué tanta risa? Tú y yo no haríamos mala pareja. Creo que de no ser por James, hasta te podría invitar a salir ahora y dirías que sí.

El chico la contempló esperando la explosión por su broma con una sonrisa traviesa. Lily se volvió molesta a responder, pero al verlo no pudo evitar reír. Sirius rió también, y enfilaron hacia la sala común riendo un poco todavía.

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James y Alice habían salido junto con el resto de estudiantes rumbo a los coches para ir a Hosgmeade. Peter le había dicho a su amigo que viajaría con Sirius, quien seguía molesto, a lo que el pelinegro no había puesto objeción.

Habían pasado una agradable mañana en Hosgmeade. Tras tomar algo en Las tres escobas habían ido a Zonko, a Flourish and Blotts y a la librería. Ahora caminaban por la calle principal con tranquilidad, tomados de la mano.

-Han sido unos días de locos - dijo ella con cierto deje de nostalgia - No creo que los olvide nunca.

-Yo tampoco. - admitió James con convicción - Sirius no me dejará olvidarlos jamás.

Alice se mordió el labio inferior.

-¿Le disgusto tanto?

-No es por ti - dijo James seguro - Te aprecia. Es sólo que no cree que seas la indicada para mí.

-Oh, eso es sinceridad. - dijo ella riendo - ¿Crees que de haberle hablado de esto habría aceptado?

-Es probable que lo hubiera convencido. - admitió James encogiéndose de hombros - Pero es mejor de esta forma.

-Llevan tres días casi sin hablar.

-Sí, sabía que eso pasaría. Alice… confía en mí. Sé lo que estoy haciendo. - la agarró de los hombros y la miró a los ojos - Es lo mejor para todos.

Levantó la vista y una sonrisa traviesa apareció en sus labios. La atrajo hacia él y la abrazó.

-Sólo sígueme - le susurró al oído. Alice se estremeció y James observó un momento calculando el momento exacto. - Lo siento.

Empezó a hacerle cosquillas en el costado. Alice gritó y trató de zafarse sin éxito. James insistió, aunque la chica empezaba a hacer demasiado ruido y gritaba. Sabía que no duraría mucho. Sintió un hechizo golpear en su pecho y fue lanzado hacia atrás, chocando con una columna antes de caer al piso.

Tuvo que acomodarse los lentes para confirmar que su atacante era exactamente quien esperaba: Frank Longbottom. Tenía sujetada a Alice por la cintura, quien estaba respirando profundo, recuperándose. Parecía preocupado.

-Estoy bien - le decía ella - James sólo estaba…

-¡Oh, Frank! - James se levantó despreocupado - qué sorpresa… ¿Qué haces aquí?

-Visita a Hosgmeade, como ustedes - respondió frunciendo el ceño - ¿Y tú qué rayos crees que hacías?

James abrió mucho los ojos, adoptando su mejor expresión de inocencia.

-Le hacía cosquillas a mi novia, nada más…

El mayor sintió el golpe de esas sencillas palabras. Miró a Alice buscando su confirmación y esta asintió.

-Lo… lo siento - dijo Frank mirando de nuevo a James - Pero no se veía así. Pensé que…

Se sonrojó y se trabó al darse cuenta de que todavía sostenía a la chica por la cintura. La miró con un deje de disculpa y retiró su brazo lentamente, aunque algo en los ojos de ella lo detuvo.

-Gracias Frank - dijo ella con suavidad - Sé que tu intención fue la mejor.

James observó expectante la reacción de Frank, quien tras unos segundos de indecisión dijo con un tono que no dejaba lugar a réplicas:

-Potter, necesito hablar con tu novia un minuto.

El gryffindor sonrió ampliamente y se acercó.

-Si vas a decirle lo que creo... tal vez no sea mi novia por mucho más tiempo.

Estrechó con cariño el hombro de la chica y siguió su camino, dejándoles solos.

Entró a Las Tres Escobas y se dirigió a la mesa donde estaban Sirius y Peter. Despreocupadamente se sentó con ellos y le sonrió a Rosmerta, quien le llevó de inmediato su botella de cerveza de mantequilla.

-¿Qué hiciste a tu novia? - le preguntó Sirius con el ceño fruncido.

-La dejé con Frank. - contestó James encogiéndose de hombros - Aunque creo que ya no es mi novia, si todo salió bien.

Sirius y Peter arquearon las cejas sorprendidos, y James empezó a reír.

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-¡Me engañaste! ¡Me mentiste descaradamente! ¡Me usaste!

James rodó los ojos. Peter se estaba divirtiendo mucho, mientras que Sirius apuntaba acusadoramente a su mejor amigo.

-Sirius, empiezas a sonar como una chica decepcionada cuando la dejan después de la segunda cita.

-¡Esto es peor! - Sirius adquirió una pose dolida - Mentiste a tu mejor amigo.

-Canuto… - James resopló - Era demasiado poco creíble que yo estuviera saliendo con Alice. ¡Ella está hasta los huesos por Frank y yo por Lily!

-¡Eso mismo dije yo! - rebatió Sirius - Y tú me dijiste que…

-Sirius: piénsalo - James lo miró a los ojos - La única manera de que todos lo creyeran era que tú lo creyeras de verdad.

-Sé fingir, lo sabes bien. - Sirius parecía realmente molesto ahora - No confiaste en mí.

-¡Al contrario! Confié en tu sentido de lealtad - James parecía algo frustrado de que su amigo no apreciara su plan maestro - Te sentirías en deuda con Frank porque nos había pedido ayuda y yo le había apuñalado, y tratarías de ayudarlo. Le impulsarías. Lo que no conté fue con que buscaras ayuda con Lily.

-Ella me buscó a mí. - rebatió Sirius de inmediato -Quería salvar a Alice de tus garras.

-¿Mis garras? - una sonrisa presuntuosa empezó a formarse en los labios de James, que se expandió por completo con el comentario de Peter.

-Estaba celosa.

Sirius sonrió para sí, lo que hizo que James lo mirara con sospechas.

-Canuto, ¿qué no me estás diciendo?

-Nada - dijo el chico, aunque había un brillo travieso en su mirada - No diría que estaba celosa, digo… fue amigable conmigo.

James frunció el ceño, lo que acentuó la expresión de Sirius.

-Sirius Black, si no quieres perder todo tu cabello por una temporada vas a decirme qué pasó con Lily en estos días.

-¡No veo por qué tengo que decírtelo si tú no me dijiste que estabas saliendo con Alice sólo para darle a Frank el empujón que le dijiste hace un año que iba a necesitar para decidirse a hablar! Y deberías agradecer todo lo que hice con Lily. Gracias a mí fue ella quien convenció a Frank.

-Confiaba en ti amigo, hiciste justo lo que… ¡hey!

James se vio interrumpido cuando alguien se plantó de repente delante suyo y apoyó las manos en la mesa, tirando al suelo el plato de bocas que había pedido antes de contar con detalle su historia. Levantó la vista para encontrarse con unos furiosos ojos verdes esmeralda.

-¡¿Fue todo una mentira?!

James sonrió con suficiencia.

-Puedes respirar tranquila Evans, estoy libre de nuevo. ¿Me extrañaste?

La pelirroja respiró agitada, indecisa entre pegarle una cachetada o lanzarle una maldición.

-Eres un maldito estúpido arrogante… ¡Y tú! - se giró para ver a Sirius - ¿No sabías nada de esto? ¿O sólo aprovechaste la oportunidad para burlarte un rato?

-¡Yo no sabía nada! - exclamó el chico ofendido, recordando el enojo con su mejor amigo - ¡Nos tomó por tontos a todos! Bueno, excepto a Remus, él dijo que tenía una razón para…

Se detuvo y Peter dijo exactamente lo que le acababa de pasar por la mente.

-Esperaste a la semana en que Remus no estaría para hacerlo, ¡sabías que te atraparía! - Peter le tendió la mano a James - Me inclino ante el maestro… qué gran plan…

-En efecto, un gran plan que me dejó por fuera - masculló Sirius cursándose de brazos.

-Al contrario - dijo James con la sonrisa de suficiencia de vuelta - Eras la pieza central. Ahora, que poner a Lily celosa y acercarla a nosotros no era parte del plan, pero salió bien. Si es que no intentaste ligártela, más te vale.

-¡Yo no…! - Lily resopló exasperada - ¡Estoy aquí Potter! No hables como si no lo estuviera.

-Evans… - la tomó de la mano - Nunca podría ignorarte. Es sólo que, según las apariencias en lo sucedido estos días, funciona más cuando lo hago.

Ella dudó un momento al ver su mano entre las de él, para luego apartarla con brusquedad.

-Te voy a decir lo que pienso de ti, Potter. Eres…

Se interrumpió cuando la puerta del bar se abrió y una serie de cuchicheos se extendió por todo el lugar. Frank y Alice acababan de entrar tomados de la mano, y completamente sonrojados. Se dirigieron a la mesa donde se encontraban los merodeadores y Lily, ignorando el ambiente de batalla campal que se empezaba a formar.

Alice se inclinó y abrazó a James fuertemente, antes de hacer otro tanto con Sirius, quien se mostró confundido y algo incómodo. Frank miró a James a los ojos y le tendió la mano.

-Perdona la maldición. Alice me lo ha explicado todo.

James le dio la mano a su vez, sonriendo.

-No me puedo quejar si el plan funcionó. Parece que sí necesitabas ese empujón, Longbottom. - miró a Alice con orgullo - Te llevas una gran chica… Nunca había conocido a una que se montara tan bien en uno de mis planes.

Alice rió.

-Era divertido ser tu novia. Gracias James. - la chica se dirigió a Lily entonces, y adoptó un semblante serio - Creo que lo disfrutarías más que yo. No deja de hablar de ti. Y… parece un gamberro, pero es dulce… Buen novio. Sólo que no para mí. Ni yo para él.

Sirius señaló a Alice asintiendo. ¡Eso llevaba él diciendo toda la semana!

Peter contuvo una risita, y James pareció por primera vez algo incómodo en lugar de presumido.

-Sólo para evitar mal entendidos - dijo la chica tomando la mano de Frank de nuevo - Tengo novio nuevo, y este va en serio. Ahora, creo que los dejamos. Tenemos que ponernos al día.

Le sonrió a Frank y se alejó con él. Todos en la mesa se quedaron observándolos por unos momentos. El primero en hablar fue James.

-Bueno… siempre es satisfactorio ver un trabajo cumplido. ¿Vas a perdonarme, Sirius?

El pelinegro rodó los ojos.

-Sí, algún día. Si Lily tratara de matarte ahora no estoy segura de detenerla hasta dentro de un rato. Pero debo admitirlo: fue un buen plan.

-Gracias - dijo James asintiendo - ¿Y tú que crees, Lily?

La pelirroja lo miró a los ojos cinco segundos antes de contestar.

-Creo que eres un maldito, presumido y estúpido… Pero un buen amigo, después de todo.

James sonrió con sinceridad.

-Vaya Lily, un halago de tu parte…

-No te acostumbres.

Se levantó y se alejó de la mesa, pero unos pasos más adelante se giró y se encontró con James mirándola todavía. Sonrió, rodó los ojos y siguió su camino.

-Ahora, necesitamos un plan para mí - afirmó James con seguridad.

Peter rió y Sirius señaló hacia la dirección por la cual Lily había desaparecido.

-Está más cerca de decirte que sí que nunca.

Los ojos de James brillaron con entusiasmo.

-¿Crees que debería seguirla ahora?

Sirius dudó un momento y luego negó.

-Creo que mejor pensamos en ese plan. Puedes echar a perder en una frase mi trabajo de varios días.

-¡Tu trabajo! - James lo miró con suspicacia - Sirius, ¿qué hiciste con ella?

-Oh, no tienes idea…

Peter rió, pero se tapó la boca esperando la reacción de James, quien entrecerró los ojos y se inclinó por encima de la mesa hacia su amigo.

-¿Vas a hacerme sufrir por no haberte dicho que todo era un plan, verdad?

Sirius sonrió y levantó su botella de cerveza de mantequilla.

-Oh sí…

Los merodeadores rieron y pidieron otra ronda de cervezas de mantequilla. Se necesitaría más que un plan y un breve acercamiento entre uno de ellos y la prefecta, pero los tres estaban seguros de que lo lograrían.

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