Nostalgia
Fandom: Narnia
Título: Nostalgia
Personajes: Lucy/Caspian
Advertencias: libroverse. Ubicado al final de La travesía del viajero del alba.
Notas: este fic lleva muuuucho tiempo escrito. Es de la navidad antes de que te fueras a trabajar lejos. Lo guardé para dártelo cuando regresaras y luego, terrible error por mi parte, terminé por olvidarlo. Hoy cuando vi la notificación de tu cumpleaños, lo recordé. Así que es todo tuyo, lyeth. Creo que aglaiacallia le había echado un vistazo ya, cosa que agradezco mucho ^^
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“Vaya, daría cualquier cosa… ¿cómo es posible que vosotros podáis entrar en nuestro mundo y nosotros no podamos entrar jamás en el vuestro? ¡Si tuviera esa posibilidad! Debe de resultar emocionante vivir en una cosa que es como una pelota. ¿Habéis estado alguna vez en los lugares donde la gente vive del revés?”
Caspian X
Las Crónicas de Narnia, El Viajero de Alba
El oleaje agitaba el Velero del Alba. Después de toda la aventura vivida, la calma se había apoderado del barco. No podía evitar sentirse aliviada y feliz de que todo hubiera terminado bien. Su corazón seguía regocijándose con los triunfos del bien sobre el mal como la primera vez que había estado en Narnia.
Pero ya no era una niña.
Probablemente en Narnia era en el único lugar que no la veían como una. Después de todo, en ese mundo había crecido, y había reinado con sus hermanos. Ahora, a pesar de su cuerpo todavía en crecimiento, la miraban y respetaban como una reina.
Sin embargo, dentro de ella latía todavía la inseguridad de la adolescente en la que se estaba convirtiendo.
Los hombres se encargaban de que el barco avanzara sin contratiempos, su primo estaba acostado recuperándose de su aventura y su hermano se dedicaba a limpiar las armas. Pronto tomarían el bote que los llevaría hacia el fin del mundo. Ella había subido a cubierta mientras tanto, a mirar el agua. Siempre le había gustado hacerlo.
-Ten cuidado -dijo una voz tras ella-. Las ondinas podrían querer llevarte con ellas a nadar.
Se giró y sonrió a quien le había hablado. Caspian estaba tras ella. El rey Caspian X. ¡Cómo había cambiado! No había dejado de notarlo desde que su llegada. La corona le había sentado bien. Sólo habían pasado tres años, pero ahora era mucho más maduro. Se notaba no sólo en sus palabras y acciones, sino en todo. El tono de su voz, la manera de moverse, la tranquilidad en su mirada.
En ese momento, la veía a ella, y sonreía.
-Alguna vez nadé con ellas -le respondió.
Caspian se acercó, apoyando las manos en el borde sobre el cual ella se había estado inclinando. Parecía contrariado todavía. Creía que ya se había hecho a la idea de no acompañarlos hacia el este, así que debía ser algo más lo que le molestaba.
No tardó en enterarse.
-Edmund no quiso contarme nada más del mundo redondo. Tampoco quiso decirme cómo habían llegado acá exactamente cuando le pregunté días atrás. -Frunció el ceño levemente, como si recordara la conversación-. Dijo que no lo entendería.
Era la primera vez que Caspian le hablaba del tema. Bueno, la segunda desde que los había escuchado hablar de que la Tierra era redonda. No sabía si alguna vez había preguntado por el otro mundo en su visita anterior. Aquella había sido muy agitada, no habían tenido tiempo realmente de sentarse a hablar.
De cualquier forma, el rey había tenido más trato con Peter entonces. Tal vez con él había mencionado el tema. No lo sabía.
No se dio cuenta de que se había quedado callada hasta que Caspian se giró a verla. La curiosidad estaba escrita en su rostro.
-¿Cómo es? -Ella lo miró sin comprender y él añadió-. El lugar de donde vienen.
Lucy se mordió el labio inferior. ¿Cómo contestar a eso?
-Es distinto… muy distinto. -No encontraba las palabras apropiadas.
Caspian suspiró y miró hacia el horizonte.
-Muchas veces me lo preguntaba… ¿Dónde están? -Su mirada tenía un tinte de melancolía-. Y supongo que volverán a irse.
Ella no quería pensar en eso. No tenía nada de ganas de volver a casa de su tía. La tristeza que el pensamiento le provocó se reflejó en su expresión. No lo notó hasta que Caspian levantó una mano hacia su cara y le acarició la mejilla.
-Hey, no quise ponerte triste… -Se agachó buscando su mirada. Era considerablemente más alto-. Olvídalo. No he preguntado nada. Seguro que lo extrañas todo de allá.
Lucy le sonrió ligeramente. No, él no lo entendería.
-De momento prefiero estar aquí -confesó ella.
Caspian frunció el ceño ligeramente.
-¿Pasa algo malo?
No exactamente… Lucy asintió.
-Toda la familia está lejos.
El rey abrió mucho los ojos.
-¿Peter y Susan, están en problemas? ¿Ustedes venían a buscar ayuda?
Eran demasiadas cosas que explicar.
-No, no… -Sacudió la cabeza, como si además de negar, le aclarara las ideas-. Es cuestión de trabajo. Edmund y yo nos quedamos con la madre de Eustace. Nuestro padre…
Nunca había pensado en sus padres estando en Narnia. Siempre había sido un escape total. El pensamiento repentino hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas sin poder controlarlos. Antes de que reaccionara, sintió los brazos de Caspian rodeándola.
Enterró la cabeza en su pecho y respiró profundo. A pesar del tiempo en altamar, todavía olía a Narnia, a los bosques y las flores que rodeaban Cair Paravel, donde había reinado con sus hermanos… Ahora dos habían quedado atrás…
-Lo siento -musitó Caspian contra su oído mientras se inclinaba y dejaba un cálido beso en su cabeza-. Lo siento…
Lucy necesitó respira profundamente dos veces más para separarse de él un poco. Sus padres estaban bien, igual que sus hermanos. Así había sido al irse, y así sería al volver. El tiempo no transcurría mientras estaban en Narnia, ¿lo había olvidado?
La valentía que le había dado su nombre recorrió sus venas, y la ayudó a sonreír ligeramente otra vez.
-Gracias… -El rey la miró confundido y ella añadió-. Es bueno pensar en casa.
Sonrió un poco más. Era cálido recordar a los suyos, a pesar del miedo que podía sentir por ellos. Caspian sonrió a su vez un poco, aunque todavía parecía azorado por haberla hecho llorar.
-Dominaré mi curiosidad.
Lucy miró hacia el mar. El sol sacaba destellos dorados a la superficie.
-Ser curioso no es malo. -Se apoyó en el borde y suspiró antes de mirarlo a los ojos nuevamente-. Pregunta cosas más específicas, y trataré de contestarte.
Pudo ver la emoción latir en los ojos del rey.
-¿Segura?
Ella asintió, y no pudo evitar sonreír al ver la expresión complacida del monarca, que luego dio paso a la concentración.
La inevitable pregunta llegó momentos después:
-¿Cómo son los países que quedan de cabeza en el mundo redondo?
Lucy no pudo evitar una carcajada, pero Caspian no se ofendió. Le gustaba verla reír.
Título: Nostalgia
Personajes: Lucy/Caspian
Advertencias: libroverse. Ubicado al final de La travesía del viajero del alba.
Notas: este fic lleva muuuucho tiempo escrito. Es de la navidad antes de que te fueras a trabajar lejos. Lo guardé para dártelo cuando regresaras y luego, terrible error por mi parte, terminé por olvidarlo. Hoy cuando vi la notificación de tu cumpleaños, lo recordé. Así que es todo tuyo, lyeth. Creo que aglaiacallia le había echado un vistazo ya, cosa que agradezco mucho ^^
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“Vaya, daría cualquier cosa… ¿cómo es posible que vosotros podáis entrar en nuestro mundo y nosotros no podamos entrar jamás en el vuestro? ¡Si tuviera esa posibilidad! Debe de resultar emocionante vivir en una cosa que es como una pelota. ¿Habéis estado alguna vez en los lugares donde la gente vive del revés?”
Caspian X
Las Crónicas de Narnia, El Viajero de Alba
El oleaje agitaba el Velero del Alba. Después de toda la aventura vivida, la calma se había apoderado del barco. No podía evitar sentirse aliviada y feliz de que todo hubiera terminado bien. Su corazón seguía regocijándose con los triunfos del bien sobre el mal como la primera vez que había estado en Narnia.
Pero ya no era una niña.
Probablemente en Narnia era en el único lugar que no la veían como una. Después de todo, en ese mundo había crecido, y había reinado con sus hermanos. Ahora, a pesar de su cuerpo todavía en crecimiento, la miraban y respetaban como una reina.
Sin embargo, dentro de ella latía todavía la inseguridad de la adolescente en la que se estaba convirtiendo.
Los hombres se encargaban de que el barco avanzara sin contratiempos, su primo estaba acostado recuperándose de su aventura y su hermano se dedicaba a limpiar las armas. Pronto tomarían el bote que los llevaría hacia el fin del mundo. Ella había subido a cubierta mientras tanto, a mirar el agua. Siempre le había gustado hacerlo.
-Ten cuidado -dijo una voz tras ella-. Las ondinas podrían querer llevarte con ellas a nadar.
Se giró y sonrió a quien le había hablado. Caspian estaba tras ella. El rey Caspian X. ¡Cómo había cambiado! No había dejado de notarlo desde que su llegada. La corona le había sentado bien. Sólo habían pasado tres años, pero ahora era mucho más maduro. Se notaba no sólo en sus palabras y acciones, sino en todo. El tono de su voz, la manera de moverse, la tranquilidad en su mirada.
En ese momento, la veía a ella, y sonreía.
-Alguna vez nadé con ellas -le respondió.
Caspian se acercó, apoyando las manos en el borde sobre el cual ella se había estado inclinando. Parecía contrariado todavía. Creía que ya se había hecho a la idea de no acompañarlos hacia el este, así que debía ser algo más lo que le molestaba.
No tardó en enterarse.
-Edmund no quiso contarme nada más del mundo redondo. Tampoco quiso decirme cómo habían llegado acá exactamente cuando le pregunté días atrás. -Frunció el ceño levemente, como si recordara la conversación-. Dijo que no lo entendería.
Era la primera vez que Caspian le hablaba del tema. Bueno, la segunda desde que los había escuchado hablar de que la Tierra era redonda. No sabía si alguna vez había preguntado por el otro mundo en su visita anterior. Aquella había sido muy agitada, no habían tenido tiempo realmente de sentarse a hablar.
De cualquier forma, el rey había tenido más trato con Peter entonces. Tal vez con él había mencionado el tema. No lo sabía.
No se dio cuenta de que se había quedado callada hasta que Caspian se giró a verla. La curiosidad estaba escrita en su rostro.
-¿Cómo es? -Ella lo miró sin comprender y él añadió-. El lugar de donde vienen.
Lucy se mordió el labio inferior. ¿Cómo contestar a eso?
-Es distinto… muy distinto. -No encontraba las palabras apropiadas.
Caspian suspiró y miró hacia el horizonte.
-Muchas veces me lo preguntaba… ¿Dónde están? -Su mirada tenía un tinte de melancolía-. Y supongo que volverán a irse.
Ella no quería pensar en eso. No tenía nada de ganas de volver a casa de su tía. La tristeza que el pensamiento le provocó se reflejó en su expresión. No lo notó hasta que Caspian levantó una mano hacia su cara y le acarició la mejilla.
-Hey, no quise ponerte triste… -Se agachó buscando su mirada. Era considerablemente más alto-. Olvídalo. No he preguntado nada. Seguro que lo extrañas todo de allá.
Lucy le sonrió ligeramente. No, él no lo entendería.
-De momento prefiero estar aquí -confesó ella.
Caspian frunció el ceño ligeramente.
-¿Pasa algo malo?
No exactamente… Lucy asintió.
-Toda la familia está lejos.
El rey abrió mucho los ojos.
-¿Peter y Susan, están en problemas? ¿Ustedes venían a buscar ayuda?
Eran demasiadas cosas que explicar.
-No, no… -Sacudió la cabeza, como si además de negar, le aclarara las ideas-. Es cuestión de trabajo. Edmund y yo nos quedamos con la madre de Eustace. Nuestro padre…
Nunca había pensado en sus padres estando en Narnia. Siempre había sido un escape total. El pensamiento repentino hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas sin poder controlarlos. Antes de que reaccionara, sintió los brazos de Caspian rodeándola.
Enterró la cabeza en su pecho y respiró profundo. A pesar del tiempo en altamar, todavía olía a Narnia, a los bosques y las flores que rodeaban Cair Paravel, donde había reinado con sus hermanos… Ahora dos habían quedado atrás…
-Lo siento -musitó Caspian contra su oído mientras se inclinaba y dejaba un cálido beso en su cabeza-. Lo siento…
Lucy necesitó respira profundamente dos veces más para separarse de él un poco. Sus padres estaban bien, igual que sus hermanos. Así había sido al irse, y así sería al volver. El tiempo no transcurría mientras estaban en Narnia, ¿lo había olvidado?
La valentía que le había dado su nombre recorrió sus venas, y la ayudó a sonreír ligeramente otra vez.
-Gracias… -El rey la miró confundido y ella añadió-. Es bueno pensar en casa.
Sonrió un poco más. Era cálido recordar a los suyos, a pesar del miedo que podía sentir por ellos. Caspian sonrió a su vez un poco, aunque todavía parecía azorado por haberla hecho llorar.
-Dominaré mi curiosidad.
Lucy miró hacia el mar. El sol sacaba destellos dorados a la superficie.
-Ser curioso no es malo. -Se apoyó en el borde y suspiró antes de mirarlo a los ojos nuevamente-. Pregunta cosas más específicas, y trataré de contestarte.
Pudo ver la emoción latir en los ojos del rey.
-¿Segura?
Ella asintió, y no pudo evitar sonreír al ver la expresión complacida del monarca, que luego dio paso a la concentración.
La inevitable pregunta llegó momentos después:
-¿Cómo son los países que quedan de cabeza en el mundo redondo?
Lucy no pudo evitar una carcajada, pero Caspian no se ofendió. Le gustaba verla reír.