Fandom: Narnia
Título: El creador de fragancias
Personajes: Edmund, Lucy, Caspian, Peter, Susan (apariciones especiales de Eustace, Jill y otros personajes clásicos de los libros).
Pareja: Caspian/Lucy.
Universo: AU basado en el libroverse.
Agradecimientos: ¡a aglaicallia una vez más por su apoyo, a nyaza por el precioso banner y al reto de ablurrydream por darme la idea!
Summary: Cuando los errores de pasado bloquean la creatividad del creador de Aslan Fragances, su familia intenta ayudarlo. Pero ante la llegada de la competencia en la casa de perfumería Telmarian, no es tan claro quién necesita más ayuda.
Notas: ¡Quinto capítulo ya! Aparece hoy un personaje secundario que resultó interesante de escribir, además de mencionarse un personaje del sexto libro, así que no ha aparecido en las películas.
Capítulos:
1 -
2 -
3 -
4 -
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V
Eustace Scrubb era un hombre muy ocupado. Se había graduado recién hacia unos tres años de la escuela de leyes, y había salido directo a trabajar en la firma de su padre. No era aún un abogado experimentado ni mucho menos, pero se empeñaba en ser bueno en todo lo que hacía. De niño no solía llevarse bien con sus primos, pero al graduarse su padre lo había asignado a trabajar con la cuenta de Aslan Fragances y los Pevensie habían comprobado cuánto bien le había hecho a su carácter la relación que mantenía con Jill Pole.
Ahora parecía mentira el horror que habían sentido todos al descubrir que la dulce compañera de Lucy en el conservatorio salía con el estirado de su primo. Edmund solía decir que “Strange lovers”, la última fragancia que había diseñado para la compañía, la había llamado así por la pareja.
Cuando Susan lo había llamado para informarle lo que planeaban hacer, le había pedido que se lo repitiera porque creía haber entendido mal. Hasta que estuvo seguro, incluso después de un correo electrónico de confirmación, puso una reunión en su calendario.
El proceso estaba en marcha. Eustace había elaborado el reglamento de participación según la guía que le indicó su padre y ese día en el almuerzo se lo mostró a Susan, quien lo leyó en silencio.
-Lo plantee como dijiste - le explicó su primo. - Un concurso para perfumistas exclusivos que quieran tener el honor de ser el primero en ser producido por Aslan Fragances.
-Así es - confirmó Susan. - Será toda una campaña basada en lo bueno que debe ser un perfume para que, a pesar de ser de un perfumista ajeno a la firma, lo hayamos producido. ¿Dejaste eso claro en todos los papeles?
-Por supuesto. - El tono de su réplica sonó cortante. Le ofendía que se sugiriera siquiera no haber hecho lo que el cliente solicitaba.- También que habrá un tribunal evaluador elegido exclusivamente por la compañía y que existe la posibilidad de declarar el concurso desierto.
-Perfecto.
Susan continuó la lectura de los papeles mientras comía la ensalada de pollo que había ordenado. A Eustace le parecía atroz almorzar solo eso, pero se reservó el comentario. Tenía otras observaciones más importantes que hacer.
-Si me permites, sería mejor que no hubieran tantas limitaciones. Una posibilidad de contrato con la compañía podría ser más atrayente para algunas empresas de perfumes…
La mayor de las hermanas Pevensie lo miró alarmada.
-Sabes que no podemos.
-Entonces… Todo esto es mientras Edmund produce de nuevo.
Susan lo miró de reojo con un deje de fastidio.
-Por supuesto.
-Pero no saben si lo hará - declaró como un hecho comprobado. Asintió ante la falta de respuesta de ella, como si confirmara lo que había estado pensando. - Tal vez Jill tiene razón. Debe ser interesante tener hermanos que lo acuerpen a uno de esa manera.
-Bueno, tú has sido de mucha ayuda - señaló Susan. - Mantener los rumores acallados no fue fácil y tus conversaciones con los tabloides sobre posibles denuncias funcionaron bastante bien.
Eustace sonrió con orgullo. Habían sabido cómo moverse en ese asunto.
-Entonces, ¿qué medios usarás para publicitar el concurso a las empresas productoras de fragancias?
Susan terminó de leer los papeles en ese momento y los puso a un lado.
-Invitaciones directas. No queremos que todo el medio se entere por un anuncio de lo que estamos haciendo.
El primo de los Pevensie sonrió con ironía mientras pinchaba con el tenedor uno de los camarones que había ordenado.
-O mejor dicho, no quieres que Edmund se encuentre con la invitación por todo lado.
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El día había sido bastante agitado. Dejando de lado el examen de la mañana y las prácticas de la tarde, Lucy había tenido que encontrar tiempo para almorzar con Peter. Suponía para qué era.
-Le dijiste a Edmund anoche, ¿cierto?
Su hermano la miró sorprendido.
-¿Cómo supiste?
-Tenía una llamada perdida suya - le dijo por toda explicación. - No pude atenderlo.
No le contó a su hermano que había estado en una cita. Peter era increíblemente desconfiado y habría mandado a investigar a Caspian. Ya lo había hecho alguna vez. Eventualmente les hablaría de él. De momento, disfrutaba mucho el estado de su… ¿relación?
Sí, probablemente era el nombre apropiado. Se hablaban a diario y solían salir a cenar. Caspian la recogía a la salida de ensayo e iban a algún café fino y tranquilo a hablar. Dos noches atrás la había besado por primera vez al llevarla a casa.
-Vaya, suena extraño que tú no tuvieras tiempo para Edmund.
Peter había pretendido que su tono sonara ligero, pero Lucy lo miró ceñuda. Siempre había sido ella quien defendiera a su hermano en medio de todo aquel problema. Incluso cuando ella había sido la principal víctima de Edmund cuando se vio descubierto y acorralado. Lucy había olvidado y perdonado todo lo que su hermano le había dicho entonces mucho más rápido que los demás.
-¿Cómo se lo tomó?
Su hermano mayor se tomó su tiempo para pensar la respuesta.
-Sorprendentemente bien. Creo que lo esperaba. - Se rascó distraídamente la nuca, pensativo. - Es difícil saber qué pasa por su cabeza. Nunca lo he logrado realmente. Ni siquiera entiendo cómo acabó metido en este lío.
Probablemente eso era había acentuado la separación de Lucy con respecto a sus hermanos en los últimos años. A pesar de ser comprensivos y apoyarlo en todo, siempre había notado en ellos esa nota de reproche hacia su hermano menor. Por lo que se había hecho a sí mismo y lo que les había hecho a todos.
-Nunca has querido entender al grado de presión que estaba sometido Edmund entonces.
Peter desvió la mirada. Siempre que trataban el tema lo hacía. Era un signo clásico de que no quería discutir. Recordaba mucho a su padre cuando lo hacía.
-Mira Lucy, los drogadictos son buenos manipuladores. Sé que siempre lo haces con la mejor atención, escuchar a Edmund y todo, pero no puedes justificar todas sus acciones.
La menor de los Pevensie negó.
-No lo justifico, pero lo entiendo. Después de la muerte de mamá, todo lo que tenía papá era su negocio, y todas las expectativas de que continuara las depositó en ustedes dos. -Suspiró, recordaba aquella época. No había sido fácil. - Mientras tú te graduabas con honores en administración, Edmund reprobaba cursos de química orgánica.
Había tratado de explicarlo más de una vez. Peter se sabía la historia tan bien como ella, pero lo había vivido de manera distinta.
-Son carreras muy diferentes - replicó el mayor. - En química es normal que las notas sean bajas…
Lucy asintió.
-Eso lo entiendes tú, pero no lo entendía papá. ¿No te acuerdas?
Peter frunció el ceño profundamente.
-Por supuesto que lo recuerdo. Edmund no fue al único al que papá presionó.
Los Pevensie adoraban a su padre, pero tenían que admitir que el hombre había tenido sus defectos, los cuales habían repercutido sobre sus hijos y sus relaciones. Mientras que Peter y Edmund habían tenido una presión desmedida encima, Susan y Lucy habían ido por la libre. La mayor había decidido meterse de lleno en la compañía, mientras que la menor había tomado su libertad para hacer algo que le apasionaba y la conectaba con su madre ausente.
Todos habían dicho siempre que era la favorita, y su padre bromeó más de una vez diciendo que su trabajo era mantener alto el espíritu de la familia, y eso no podría hacerlo estando dentro del negocio.
En realidad no estaba totalmente fuera de la compañía. Si bien no trabajaba en ella a diario, tenía que asistir a las reuniones de socios, tenía un título nominal en la junta y además, cuando estaba en discusión una nueva fragancia siempre le correspondía probarla. Había heredado ese puesto de su madre, quien aparte de eso nunca se había involucrado demasiado con los negocios. Lucy coincidía con sus ideas: la compañía en más de una ocasión era más causa de división que de unión familiar. Más causa de enfados y tristezas que de alegrías.
De cualquier forma era un hecho que Aslan Frangances había marcado toda su existencia.
La chica había pensado mucho en ello últimamente. El desagrado que Caspian mostraba en cualquier momento que la conversación se acercaba aunque fuera de manera tangencial al trabajo la había hecho pensar mucho en Peter.
-Lo sé - replicó la chica con un tono más calmado, ladeando la cabeza para examinar mejor su expresión. - ¿Habrías querido hacer otra cosa? Digo, en lugar de administración.
La sorpresa de su hermano ante la pregunta fue evidente.
-No lo sé. Nunca me lo he planteado - respondió algo cortado, aunque Lucy supuso que no porque dudara de la respuesta, sino porque la pregunta había sido inesperada.
Lucy asintió pensativa, sin responder nada. Su hermano tomó su silencio como una seña de que debía explicarse mejor.
-No me veo haciendo otra cosa. Supongo que igual que Edmund. - lanzó un suspiro de resignación. - ¿Sabes? A veces me pregunto si papá es consciente de que lo arriesgó todo al pedirnos que no hiciéramos fragancias de nadie más, conociendo la situación de Ed.
Lucy negó con firmeza.
-Papá entendió que la única forma en que podía ayudarlo era teniendo fe en él.
-Pero ¿a qué costo? - Preguntó Peter mirándola fijamente. - ¿El de la compañía?
-No lo sé- dijo la chica, cuyos ojos se ponían brillantes al hablar del tema - ¿Qué crees que era más importante para él?
Su hermano acusó el golpe, pero se inclinó sobre la mesa hacia ella.
-También podría haber confiado en mi criterio al respecto. Créeme Lucy, estoy haciendo lo que creo que es mejor.
Pocas veces había escuchado el deje de amargura que tenían las palabras de Peter en ese momento. Le sonrió con calidez y asintió.
-Nunca lo he dudado, y él tampoco dudaba de ti. Pero aunque creas que con esto estás quitando presión sobre Edmund, me temo que sea lo contrario. Querrá competir contra el concurso - Suspiró y se esforzó por sonreír un poco. Animar a la familia era su trabajo según su padre, y pretendía hacerlo. - Bueno, no te preocupes, estaré pendiente de él. Saldremos de esta juntos, los cuatro, ya lo verás.
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-¿Estás bien?
Sus palabras la sacaron del ensimismamiento en que había estado desde que iniciaron su paseo por el parque. La chica estaba revisando su teléfono por enésima vez, pero no tenía ninguna llamada ni mensaje.
-Sí - contestó Lucy distraída. - Sólo espero una llamada.
Caspian la miró con cierta suspicacia.
-Sí, por eso dijiste que no querías ir al teatro hoy. ¿Ocurre algo?
Lucy se mordió el labio inferior. No quería hablar mucho del tema. Lo último que quería era que sus conversaciones con Caspian empezaran a girar en torno a la compañía.
-Necesito hablar con mi hermano - dijo finalmente. - No está en un buen momento con su trabajo… Siempre nos hemos apoyado mucho.
El hombre pareció intrigado por sus palabras. Estaban caminando por la vereda al lado del lago del parque. Como no habían ido al teatro era temprano, recién empezaba a atardecer. Se habían comprado un helado, y lo estaban comiendo con calma. Caspian no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas.
-No sé por qué creía que estabas más separada de tu familia.
Lucy lo miró sorprendida.
-¿Por qué? Bueno, no trabajo con ellos, pero los quiero muchísimo. Mi hermano mayor es como el encargado de toda la familia. Se vive preocupando por todos, incluso desde antes de que papá muriera. Es bastante protector, pero siempre puedes contar con él. - Los ojos de la chica brillaron emocionados al empezar a hablar de su familia. Era una faceta que Caspian no había llegado a ver tan clara, y por un momento tuvo la impresión de que se estaba perdiendo algo importante sobre Lucy. - Luego está mi hermana, somos muy diferentes, nos interesan cosas opuestas, pero… crecimos juntas, a veces extraño buscarla en las noches para preguntarle cosas.
Caspian no pudo evitar sonreír, contagiado de la emoción y cariño que transmitía Lucy.
-Y bueno, mi otro hermano es Edmund. Es con el que tengo más contacto. - Su sonrisa tembló un poco y su rostro se tornó más reflexivo. - Ha tenido sus problemas, pero siempre he tratado de estar ahí para ayudarlo a salir adelante. De pequeños no nos llevábamos tan bien, lo típico, le molestaba que le quitara los juguetes y esas cosas… Con el tiempo nos hemos hecho muy cercanos.
Su descripción de la familia terminó en un tono más bien nostálgico. El viento agitó sus cabellos, haciendo que un mechón chocara con su helado. Caspian se apresuró a ayudarla a quitárselo, lo que dejó una línea blanca de helado de nuez en su mejilla donde el cabello había golpeado.
El joven se lo quitó con suavidad y sonrió.
-¿Cómo haces para transmitir lo que sientes tan claro? - Lucy lo miró sin entender, se habían detenido. - No es solo con el violín. Cuando hablas, es lo mismo. Ya sea sobre la música o sobre tu familia… Me haces sentir lo que estás diciendo.
La chica sonrió con la mirada fija en él. Caspian acarició nuevamente su mejilla, acunándola en su mano.
-Me encantaría escucharte hablar de mí igual algún día.
Sin darle tiempo de replicar la besó. Con ternura primero, profundizando un poco más después. Lucy se abrazó a él y sonrió cuando se separaron para respirar.
-Creo que lo harás - le confesó la chica con un tono de seguridad y satisfacción que le confirmó a Caspian lo que tenía días diciéndose: con Lucy tenía algo especial, y no pensaba perderlo.