[RetoDiario][Ao no Exorcist] Un mundo diferente
Fandom: Ao no Exorcist
Título: Un mundo diferente
Pareja: Okumura Yukio/Okumura Rin
Advertencias: Incesto. OOC. Narración rara.
Notas: Quería algo de diálogo prOn pero no se dio la oportunidad.
¿Quién cree que la verdad es mejor que la mentira, o viceversa?, ambas son iguales; terribles, asfixiantes e insoportables. Son como depredadores que solo están a la espera de que su(s) victima(s) baje la guardia para devorarla. Si tan solo no hubiera cosas que refutar, ni que aceptar, todo, absolutamente todo sería ideal.
No tendríamos que escapar ni tampoco pelear, todo se reduciría a la nada, y a las cosas que hay sin buscar su causa. Aceptaríamos lo que existe, sin miramiento alguno.
Pero lamentablemente la vida no es así.
Por ello había estado pensando en crear un mundo, donde los únicos habitantes fueran él mismo y su preciado hermano. Un lugar donde nadie pudiese encontrarles, donde los enfermos pensamientos ajenos no golpearan la débil mente de su gemelo. Donde la única voz que escuchara el hijo de Satán, fuese la suya.
Un sitio donde solo sería Yukio y Rin.
Sin embargo, como dijera anteriormente, las cosas no son como uno quiere; y al primogénito le dio por querer salir de ese diminuto planeta sin siquiera pedir permiso. Convirtiendo el mundo de dos, en uno.
Rió cuando el mayor de los Okumura salió en pro de vengarse; ¿qué podría hacer ese idiota, quién es incapaz de siquiera atarse los zapatos? Quería dejar que Rin se diera cuenta de lo inútil que era, de lo horrible que es el otro mundo pero principalmente, de que nadie lo amaría como lo hace él.
Las pruebas se dieron, pero ese terco e imbécil no se dio por vencido; sin prestar importancia a lo retorcido de la gente, de la tierra, continuó andando. Caminando con una verdad a medias, y mentiras incompletas, hizo de su mundo uno mucho más grande. Por supuesto eso fue inaceptable, él como hermano menor pudo destruir lo construido hasta hora por su hermano mayor, sin embargo no lo haría, prefería que fuese él mismo quien desmoronara su nuevo universo.
Y eso lo haría una vez las verdades se completaran y las mentiras ya pudieran ser sujetadas a las primeras.
¿Quién imaginaría que sería tan pronto?, incluso el tonto quiso continuar como si nada hubiese pasado, pero vamos, ¿quién le dijo que las verdades eran mejores que las mentiras o viceversa?; es lógico que la gente se alejaría, le evitaría y hasta odiaría; por no haberle dicho la verdad, o por habérsela dicho precisamente.
Por ello mismo, Yukio siempre había ansiado que su querido hermano lo entendiera y dejara esas absurdas ideas de querer convertir un dúo en multitud. Nadie lo aceptaría, nadie, más que él.
Ya que al menor de los Okumura no le hacía falta entender las cosas o fingir que no estaban, solo las aceptaba, tal cual estaban. Porque era más fácil, que tratar de entender el porqué precisamente uno era el hijo del diablo y el otro un simple humano, y porque debía ser él quien siguiera cuidando de éste después de haber causado la muerte de su padre.
Pero sobre todo, el porqué le amaba sabiendo que eran hermanos, y eso más que cualquier otra cosa, era enfermo. Quizás por ello mismo evitaba cuestionarse sobre la realidad y la fantasía, por ello odiaba la verdad y la mentira, lo prohibido y lo permitido.
Por eso quería un mundo, donde lo único permitido era aceptar lo que había, fuese lo que fuese. Donde Rin solo pensara y soñara con él, así como él lo hacía.
Título: Un mundo diferente
Pareja: Okumura Yukio/Okumura Rin
Advertencias: Incesto. OOC. Narración rara.
Notas: Quería algo de diálogo prOn pero no se dio la oportunidad.
¿Quién cree que la verdad es mejor que la mentira, o viceversa?, ambas son iguales; terribles, asfixiantes e insoportables. Son como depredadores que solo están a la espera de que su(s) victima(s) baje la guardia para devorarla. Si tan solo no hubiera cosas que refutar, ni que aceptar, todo, absolutamente todo sería ideal.
No tendríamos que escapar ni tampoco pelear, todo se reduciría a la nada, y a las cosas que hay sin buscar su causa. Aceptaríamos lo que existe, sin miramiento alguno.
Pero lamentablemente la vida no es así.
Por ello había estado pensando en crear un mundo, donde los únicos habitantes fueran él mismo y su preciado hermano. Un lugar donde nadie pudiese encontrarles, donde los enfermos pensamientos ajenos no golpearan la débil mente de su gemelo. Donde la única voz que escuchara el hijo de Satán, fuese la suya.
Un sitio donde solo sería Yukio y Rin.
Sin embargo, como dijera anteriormente, las cosas no son como uno quiere; y al primogénito le dio por querer salir de ese diminuto planeta sin siquiera pedir permiso. Convirtiendo el mundo de dos, en uno.
Rió cuando el mayor de los Okumura salió en pro de vengarse; ¿qué podría hacer ese idiota, quién es incapaz de siquiera atarse los zapatos? Quería dejar que Rin se diera cuenta de lo inútil que era, de lo horrible que es el otro mundo pero principalmente, de que nadie lo amaría como lo hace él.
Las pruebas se dieron, pero ese terco e imbécil no se dio por vencido; sin prestar importancia a lo retorcido de la gente, de la tierra, continuó andando. Caminando con una verdad a medias, y mentiras incompletas, hizo de su mundo uno mucho más grande. Por supuesto eso fue inaceptable, él como hermano menor pudo destruir lo construido hasta hora por su hermano mayor, sin embargo no lo haría, prefería que fuese él mismo quien desmoronara su nuevo universo.
Y eso lo haría una vez las verdades se completaran y las mentiras ya pudieran ser sujetadas a las primeras.
¿Quién imaginaría que sería tan pronto?, incluso el tonto quiso continuar como si nada hubiese pasado, pero vamos, ¿quién le dijo que las verdades eran mejores que las mentiras o viceversa?; es lógico que la gente se alejaría, le evitaría y hasta odiaría; por no haberle dicho la verdad, o por habérsela dicho precisamente.
Por ello mismo, Yukio siempre había ansiado que su querido hermano lo entendiera y dejara esas absurdas ideas de querer convertir un dúo en multitud. Nadie lo aceptaría, nadie, más que él.
Ya que al menor de los Okumura no le hacía falta entender las cosas o fingir que no estaban, solo las aceptaba, tal cual estaban. Porque era más fácil, que tratar de entender el porqué precisamente uno era el hijo del diablo y el otro un simple humano, y porque debía ser él quien siguiera cuidando de éste después de haber causado la muerte de su padre.
Pero sobre todo, el porqué le amaba sabiendo que eran hermanos, y eso más que cualquier otra cosa, era enfermo. Quizás por ello mismo evitaba cuestionarse sobre la realidad y la fantasía, por ello odiaba la verdad y la mentira, lo prohibido y lo permitido.
Por eso quería un mundo, donde lo único permitido era aceptar lo que había, fuese lo que fuese. Donde Rin solo pensara y soñara con él, así como él lo hacía.