Hola chic@s!!!
¡Cuánto tiempo sin pasarmo por aqui! Pero todo tiene una explicación... Después de mes y medio de exámenes interminables... resulta que tuve que volver a casa porque mi abuela se puso malita y estuvo ingresada en el hospital hasta ayer :(( Por suerto todo está saliendo bien asíque ya vuelvo a Navarra a retomar mi vida... y espero poder sacar tiempo para actualizar un poco el LJ que lo tengo abandonadillo xD Aunque no me he olvidado... en los ratos libres que estaba en el hospital he aprovechado para dejar volar mi imaginación y tengo un par de fics en el horno ;)) Ya os traigo hoy uno que es cortito pero para ir abriendo boca mientras reviso los demás y me pongo al día... Espero que os guste!!! Se me ha ido un poco la olla con él pero las noches en el hospital se hacían muy largas ;P
Un beso!!
Autor:
sehket Personajes: Gerard Piqué, Cesc Fabrègas
Pairing: Fabriqué
Titulo: Una noticia inesperada
Rating: K
Disclaimer: Todo esto es producto de mi imaginación. Poco tiene que ver con la realidad (o eso creo :P). No gano nada con ello.
Summary Nada hace pensar a Cesc el cambio de rumbo que su vida tomará esta noche…
UNA NOTICIA INESPERADA
-Hola-dijo Cesc sonriendo y abriéndole la puerta de su piso. Estaba terminando de abotonar la camisa negra que vestía, esa noche saldrían a comer. Hacía más de tres día que no se veían y eso era todo un logro, no uno feliz, estar con Gerard era algo cotidiano.
Piqué lo siguió al interior y, extrañamente, no se abalanzó sobre él para besarlo.
Había llegado al departamento antes de lo acordado, no que eso le molestara a Cesc, más bien le sorprendía, porque Geri siempre llegaba tarde a todos lados.
Cuando lo saludó seriamente y giró el rostro dejándose besar sólo en la comisura de los labios, la sorpresa cambió a preocupación.
Cesc frunció el ceño intrigado, algo había pasado.
-Cescki, tenemos que hablar-. En efecto algo serio ocurría.
Cesc se sentó en uno de los sillones de su sala, preguntándose qué podría ser tan grave como para que Gerard estuviera tan serio. Quizás quería dejarlo… no, eso no sería posible a esa altura de la relación.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un carraspeo. Miró a Gerard fijamente, estaba nervioso y eso no hacía más que tensar la situación.
-Tengo una hija.
Sin anestesia y sin avisar. Piqué decidió que si tenía que solucionar ese tema lo haría rápido y lo menos complicado posible. Ya toda la situación lo tenía abrumado.
Por primera vez en toda la relación, Cesc no supo qué decir.
-¿Qué?- Era una broma o Piqué estaba loco, ¿una hija, de dónde?
-Eso, de una relación anterior. Tengo que cuidarla, ella está en mi casa y yo… Cesc, tengo un hija.- Dentro del nerviosismo, el moreno pudo notar un toque de alegría y orgullo mal contenido. Gerard tenía una hija realmente.
-¡¿Una hija?!- dijo mientras se levantada casi de un salto desde el sillón en que había estado sentado.
Cesc comenzó a dar vueltas por la habitación, con la mano izquierda sobre la frente, intentando procesar la información.
Gerard sólo inclinó la cabeza, asintiendo. Ya lo había esperado, Cesc no iba a tolerar aquella situación, y él lo comprendía. Incluso estaba dispuesto a dejarlo ir. No podía dejar sola a su hija.
“Una hija, de una relación anterior. Por dios que no sea de Shakira; no, si fuera así ya se sabría. Entonces, ¿de quién?, pensaba Cesc mientras caminaba. Se detuvo y miró a Gerard.
-Piqué- dijo Cesc casi en un susurro y ese tono atemorizaba más que los gritos, la aparente calma no presagiaba nada bueno-¿lo sabías?
-No, la última vez que hablé con su madre fue hace años, no tenía idea. Nunca me dijo que estaba embarazada, sólo se fue, si yo hubiera sabido… -Gerard estaba sentado en el apoya brazos del sillón dónde antes estaba Cesc. Parecía triste.
-¿Qué, Gerard, qué? ¿Hubieses vuelto con ella? Dime, ¿hubieses corrido a sus brazos para formar la familia perfecta que siempre quisiste?
Gerard se sorprendió al notar el rencor en la voz de Cesc, no entendía su reacción.
-Cescki, ¿de qué…?
Gerard intentó defenderse, pero Cesc no había terminado aún.
-Y ahora que lo sabes; ¿irás corriendo a sus brazos? ¿Vienes a decirme eso? ¿Qué lo sientes mucho pero que ella te ofrece lo que conmigo nunca tendrás? -Cesc hablaba rápido, atropellando las palabras y necesitando expresar de alguna forma lo que sentía.
-¡Ella está muerta! Cesc, muerta.
El moreno se detuvo en seco después de esa frase. Estaba muerta, la mujer no tenía intenciones de quedarse con el futbolista y de paso cumplirle sus sueños, formar la familia que todo el mundo esperaba para Gerard Piqué.
-Muerta, ¡yo no sabía nada!- Piqué giró hasta quedar de frente a Cesc como pidiéndole que le comprendiera.- Mierda, Cesc, tengo una hija… mía…
Gerard parecía conmocionado, superado por la sensación que le provocaba saberse padre.
Cesc comprendió y se acercó a Gerard sin dejar de mirar fijamente a esos ojos verdes que mostraban una inusual ilusión. Piqué venía a despedirse, a decirle que tenía que elegir entre cuidar a su hija o estar con él, era una locura pensar en que ellos dos podrían… No, mejor no pensar en ello. Gerard se merecía la familia que deseaba y él no iba a negárselo.
-¿Hace cuánto lo sabes?- Cesc se volvió a sentarse, dispuesto a escuchar a Piqué, y éste se levantó, comenzando a caminar por el salón.
-Hace unas semana alguien me comentó que ella estaba enferma, muriéndose. Fui a verla. A los tres días se murió. No sabía que tenía una hija, te lo juro.- Gerard colocó los brazos detrás de su cabeza, inclinándola y escondiéndola entre ellos. - Hace unos días un abogado me contactó y leyó el testamento. Anna dejó escrito que la perdonara por esconderme que tenía una hija y que me rogaba cuidarle si ella no estaba.
Gerad se acercó a Cesc, suplicante y continuó: -Yo no puedo negarme Cesc, no puedo. Si la conocieras… ella es un pequeño ángel. Tiene tres años, se llama Sofía, y se ve tan frágil, tiene los ojos azules, como mi madre y el pelo rubio como el mío-Piqué hablaba emocionado de su pequeña hija, y Cesc sintió el corazón apretarse dentro de su pecho.
-De acuerdo- dijo más calmado, acariciando los hombros de Gerard-, entiendo. Tienes que cuidarla, ¿eso querías decirme? Que tienes que hacerte cargo de ella y que…
-Hazlo conmigo.
Cesc levantó el rostro de golpe, buscando la broma en aquella afirmación, no se esperaba eso. Él esperaba que Gerard le dijera que no podían seguir, que debía preocuparse por su hija… No que lo invitara a ser parte de una familia, porque eso era lo que estaba haciendo.
-Yo no…- No supo que decir, por segunda vez en la noche. Estaba sorprendido, genuinamente sorprendido.
Gerard estaba nervioso porque probablemente Cesc no querría estar con él ahora que sabía lo de su hija. Seguramente quería seguir con la vida de soltero que tan cómoda era para ellos.
Cesc se inclinó hacia Gerard y lo besó tiernamente, acción que tomó desprevenido al rubio porque esperaba una rotunda negación.
Pero quizás ese dulce beso era de despedida. No quería pensar eso, pero tampoco quería hacerse ilusiones.
Piqué rompió el beso, incapaz de despedirse así y se alejó un poco de él. Cesc no lo impidió, confirmando sus temores. Lo dejaría solo frente al reto que ahora se le imponía.
El moreno se permitió sonreír antes de volver a reclamar aquella boca que tanto adoraba, si Piqué pensaba que él lo dejaría criar a una niña él solo; estaba equivocado, Geri apenas podía cuidarse a sí mismo.
Y Cesc, aunque no lo reconociera en voz alta ni se atreviera a pensar en ello, también quería una familia. Y si era con Piqué, mejor.
-Vamos-dijo Cesc tomando la mano de Gerard y prácticamente arrastrándolo hacia la puerta.
-Cescki, ¿qué haces?- Piqué parecía confundido y desorientado por las acciones de Cesc.-¿Dónde vamos?
-A comprar, ¿dónde más? Si vamos a quedarnos con tu hija hay que vestirla y darle de comer, ¿o pensabas que un niño no tiene necesidades?
-¿Así de simple? ¿Sin preguntas ni escándalos?
-Luego me lo cuentas todo, no te salvarás, pero lo del escándalo olvídalo, no soy una mujer histérica. - Cesc lo besó rápidamente en los labios-. Y no es simple, pero nos las arreglaremos.
Cesc abrió la puerta y salieron de la casa.
La cara de Gerard se iluminó con una sonrisa enorme, por extraño que pareciera, Cesc había aceptado. Sin hacer más preguntas por el momento, confiando en él.
Él era medio lento para entender algunas reacciones de Cesc, pero el hecho de que ambos cuidaran a su hija implicaba algo más que sólo eso.
Implicaba una familia, una casa, una vida juntos, los tres.
FIN