Ya no entiendo (the urge to speak)
Ya no entiendo lo que nos está pasando. ¿Por dónde vamos? ¿Qué somos uno del otro? ¿De verdad confías en mí?
Ni yo lo sé, la verdad. Tantas peleas, tan poco tiempo juntos, tan poco que compartimos, el hecho que necesitamos forzarnos para idear algún momento juntos y usualmente no funciona. Ya no sé qué pensar, la verdad no sé si de verdad estás contenta conmigo, o si es que te aburro o si es que ya dejaste de sentir algo por mí o qué, pero me asusta. Si ya no quieres estar conmigo, sólo dímelo. No quiero que estés acá si eso no es lo que tú quieres, si en verdad es lo que deseas. Porque sé que te sientes con la obligación, pero la verdad si ya no quieres estar conmigo, prefiero que vivas tu vida y no te estés forzando a sonreir o a no llorar. No quiero eso, porque eso sería demasiado cruel para los dos. El esfuerzo tan grande que tienes que hacer para ello, y la decepción de saber que me mientes.
Sé que vienen tiempos difíciles, pero hace rato vengo notando demasiados cambios que no sé qué significan. La verdad es que siento que ya no confías en mí. Simplemente me respondes con frases que crees que quiero oir, pero lo que quiero oir es lo que en verdad sientes, aunque duela. Hiere más que me ocultes algo. Ya no quieres oir lo que te pueda decir, no quieres aceptar la ayuda que te pueda dar, no sientes que te esté apoyando. Si es así, entonces dímelo. Nadie se va a enojar contigo, sólo dímelo. Así me puedo callar y no te molesto más.
Si no quieres prestarme atención, no te puedo obligar. Pero entonces no te obligues a estar aquí. No pretendamos que el silencio siempre es lo más hermoso, cuando a veces pesa más que una roca. Sé que ya no sientes lo mismo que antes, y está bien. Han pasado muchas cosas y quizás te hice esperar mucho. Pero entonces no me mientas, no me hagas odiarte. No tienes idea cuánto odio que me mientan, aunque sean mentiras "para mi propio bien". Si me quieres decir que ya la chispa se extinguió... pues... eso pasa.
¿Te molesto? ¿Ya no quieres que esté a tu lado? ¿Te obligo a estar acá? ¿Soy un entrometido? ¿No te dejo en paz? ¿Abuso de tí? ¿Te hago sentir incómoda? Ya no me dejas cuidarte, ya no me cuentas lo que te preocupa, aunque sea completamente obvio que hay algo mal. Ya no me dejas verte llorar. Sólo reir falsamente, lo cual duele más que cualquier lágrima. Me hace falta todo lo que teníamos cuando éramos amigos. Incluso, durante el embarazo, todas las veces que acudiste a mí porque estabas asustada, o porque tenías ganas de gritar. Durante las primeras veces, todas las peleas que tuvimos pero que al menos nos dejaban explorarnos el uno al otro y dar a conocer nuestros puntos de vista. Cuando mamá estuvo enferma y acudiste a mí para que te cuidara. Todo eso, lo extraño. Ahora siento que somos solo dos personas desesperadas por mantenernos unidas por costumbre, y duele demasiado. Me cuesta alcanzar tu mano cuando estás cayendo, porque a veces ni sé que estás cayendo.
¿Desde cuándo comenzó a suceder esto? ¿Qué pasó para que nos alejáramos? ¿Alguien te dijo algo de mí? ¿Hice algo? ¿Te herí? ¿Te aburrí? A veces me dejas con ideas a medias, que quedan durante días en mi mente, pero te niegas a explicar. ¿Qué me ocultas? ¿Por qué? ¿Qué hice para merecer tu desconfianza?
No espero que me entiendas ni que empieces a ser honesta conmigo
Sólo ocupaba desahogarme. Pero, tal como dijiste, no importa si entiendes o no.
Ni yo lo sé, la verdad. Tantas peleas, tan poco tiempo juntos, tan poco que compartimos, el hecho que necesitamos forzarnos para idear algún momento juntos y usualmente no funciona. Ya no sé qué pensar, la verdad no sé si de verdad estás contenta conmigo, o si es que te aburro o si es que ya dejaste de sentir algo por mí o qué, pero me asusta. Si ya no quieres estar conmigo, sólo dímelo. No quiero que estés acá si eso no es lo que tú quieres, si en verdad es lo que deseas. Porque sé que te sientes con la obligación, pero la verdad si ya no quieres estar conmigo, prefiero que vivas tu vida y no te estés forzando a sonreir o a no llorar. No quiero eso, porque eso sería demasiado cruel para los dos. El esfuerzo tan grande que tienes que hacer para ello, y la decepción de saber que me mientes.
Sé que vienen tiempos difíciles, pero hace rato vengo notando demasiados cambios que no sé qué significan. La verdad es que siento que ya no confías en mí. Simplemente me respondes con frases que crees que quiero oir, pero lo que quiero oir es lo que en verdad sientes, aunque duela. Hiere más que me ocultes algo. Ya no quieres oir lo que te pueda decir, no quieres aceptar la ayuda que te pueda dar, no sientes que te esté apoyando. Si es así, entonces dímelo. Nadie se va a enojar contigo, sólo dímelo. Así me puedo callar y no te molesto más.
Si no quieres prestarme atención, no te puedo obligar. Pero entonces no te obligues a estar aquí. No pretendamos que el silencio siempre es lo más hermoso, cuando a veces pesa más que una roca. Sé que ya no sientes lo mismo que antes, y está bien. Han pasado muchas cosas y quizás te hice esperar mucho. Pero entonces no me mientas, no me hagas odiarte. No tienes idea cuánto odio que me mientan, aunque sean mentiras "para mi propio bien". Si me quieres decir que ya la chispa se extinguió... pues... eso pasa.
¿Te molesto? ¿Ya no quieres que esté a tu lado? ¿Te obligo a estar acá? ¿Soy un entrometido? ¿No te dejo en paz? ¿Abuso de tí? ¿Te hago sentir incómoda? Ya no me dejas cuidarte, ya no me cuentas lo que te preocupa, aunque sea completamente obvio que hay algo mal. Ya no me dejas verte llorar. Sólo reir falsamente, lo cual duele más que cualquier lágrima. Me hace falta todo lo que teníamos cuando éramos amigos. Incluso, durante el embarazo, todas las veces que acudiste a mí porque estabas asustada, o porque tenías ganas de gritar. Durante las primeras veces, todas las peleas que tuvimos pero que al menos nos dejaban explorarnos el uno al otro y dar a conocer nuestros puntos de vista. Cuando mamá estuvo enferma y acudiste a mí para que te cuidara. Todo eso, lo extraño. Ahora siento que somos solo dos personas desesperadas por mantenernos unidas por costumbre, y duele demasiado. Me cuesta alcanzar tu mano cuando estás cayendo, porque a veces ni sé que estás cayendo.
¿Desde cuándo comenzó a suceder esto? ¿Qué pasó para que nos alejáramos? ¿Alguien te dijo algo de mí? ¿Hice algo? ¿Te herí? ¿Te aburrí? A veces me dejas con ideas a medias, que quedan durante días en mi mente, pero te niegas a explicar. ¿Qué me ocultas? ¿Por qué? ¿Qué hice para merecer tu desconfianza?
No espero que me entiendas ni que empieces a ser honesta conmigo
Sólo ocupaba desahogarme. Pero, tal como dijiste, no importa si entiendes o no.