Aug 04, 2008 14:58
Probablemente no debería publicar esto porque no he leído más que el book II de Breaking Dawn (y no pretendo leer más pronto, y si, solo el II, que el I no lo he leído tampoco).
Estoy enfermita, y mis musas se declararon en huelga para este quinesob y me están hartando. De repente se me ocurrió esto, y no sé si es canon, si es lógico ni nada, solo se que al fin mis dedos se movieron y logré escribir y aumentar mi número de palabras. Y pensé en compartirlo por si a alguien le interesa.
De Breaking Dawn solo diré que Meyer es bruta, ya tenía un buen shipper y no lo aprovechó. Y me sigo preguntando quien inventó a los Clearwater. Me declaro Seth/Edward y Jacob/Leah oficialmente :P
¿Esto? Esto va de Jacob y va de Leah.
La naturaleza, el destino o quien sea
Hacía mucho tiempo no se sentía tan feliz. No es que los últimos tiempos no hubieran sido mejores, pero aquella era una alegría espontánea, diferente, ante algo inesperado pero muy deseado, sobre lo que había perdido cualquier esperanza.
No sabía cuál tendría que haber sido su reacción. Probablemente llamar a su madre habría estado bien. Pero definitivamente, salir corriendo hacia la casa de Jacob Black no había sido buena idea. Estuvo segura de eso cuando escuchó la chillona voz de Reneesme y las risas graves del quileute a su lado.
Se detuvo frente a la casa dudando si devolverse, cuando escuchó otra voz. Claro, el olor era inconfundible. Reneesme había venido con su adorado padre. Ge-nial.
-Jacob, te busca Leah.
Además, anunciaba su llegada. Probablemente había visto además las noticias que traía. ¿Por qué no había valorado también el hecho de que ahora no sabía si quería dárselas? Maldito frío entrometido.
Llamó a la puerta y asomó la cabeza.
-Jacob, ¿puedo hablar contigo un momento? - dijo dedicando una mirada a Edward que podría interpretar como un saludo, e ignorando olímpicamente a la chica que bien aparentaba unos 13 años.
El quileute asintió y se levantó, pero la chica a su lado lo detuvo.
-No - dijo Reneesme abrazándose de la cintura de Jacob y negando con obstinación - Está ocupado.
-Nessie… - dijo Jacob con suavidad - Será solo un momento…
-No - dijo con obstinación y dedicando una mirada de suficiencia a la quileute en la puerta.
Leah resopló y luego le dedicó una sonrisa completamente falsa, como bien pretendía que fuera.
-Como mande tu dueña, Jacob.
Salió cerrando la puerta con fastidio, y entonces escuchó a Edward Cullen hablar de nuevo. Claro, el padre modelo tratando de poner límites a su hija. Algo en lo que venía fallando continuamente. No había que leer mentes para saber que aún a veces se sentía culpable de haber querido deshacerse de ella cuando era una amenaza para la vida de su madre.
-Hija, deja ir a Jacob. Es importante, y será solo un momento.
Leah siguió alejándose sin esperar respuesta, pero pronto oyó a alguien corriendo tras ella.
-¡Leah, espera!
Se volvió ceñuda para encontrarse con Jacob. La alegría se había desvanecido un poco para ese momento.
-¿Ahora sí estás disponible?
-Lamento eso, Nessie es un poco territorial a veces.
-A veces - ironizó Leah - Da igual, vuelve con la nenita, no sea que empiece a hacer pucheros.
Jacob se estremeció, y Leah se mordió el labio inferior. Genial, olvidaba cómo se molestaba de fácil cuando se trataba del pequeño monstruo del Lago Ness.
-¿Qué querías? - preguntó finalmente, aunque tenía el ceño fruncido - Edward dijo que era importante. Una noticia.
Que quería… No era la mejor forma de preguntarlo. ¿Qué quería?
Alejarse de allí. Ese era el momento.
-Más bien es un permiso, tratándose de ti - dijo bajando la mirada y agregando en tono de burla- ¡Oh, Gran Alpha!
Levantó la mirada y soltó la risa ante la expresión de desagrado de Jacob al tratamiento honorífico.
-Sí, muy graciosa. - dijo Jacob sonriendo a su vez - Sabes que no ando por ahí dando órdenes ni permisos.
-Quiero irme. - comunicó Leah directamente - Lejos. Más lejos de lo que puedas alcanzarme con un aullido.
Jacob no esperaba eso. Debía suponerlo, después del tiempo que Leah y él habían compartido entre la foresta en la época que protegían de la manada dividida a los Cullen, ella le había hablado de sus deseos de marcharse. Más de una vez se había preguntando qué la había hecho quedarse, si desde lo acontecido no había vuelto a cambiar de fase y era obvio que llevaba una vida lo más… humana posible.
-Oh - musitó - Pues… ¿cuándo?
-Lo antes posible. Mañana, pasado tal vez.
-¿Dónde irás?
Leah se encogió de hombros.
Jacob no sabía que decir. Sólo se le ocurría una pregunta que no podía dejar de hacer.
-¿Por qué?
Leah sonrió desviando la mirada.
-Sé que no quieres recordar cierta conversación que tuvimos hace mucho tiempo. Cuando hablamos de… mi imprimación. O mi falta de ella, mejor dicho.
El chico se removió incómodo. Tenía muchos sentimientos encontrados sobre esa conversación. Era cuando más cercano se había sentido a la chica que tenía al frente, pero a la vez le había hecho enojarse mucho… Y estaba seguro de que habría pensado mucho sobre ella después, si no hubiera estado tan ocupado pensando en… bueno, en quien iba a ser sino en Nessie.
-¿Ves? No quieres saberlo - dijo Leah dándose la vuelta para seguir se camino.
Jacob se apresuró a caminar junto a ella.
-No es cierto, dime.
Ella guardó silencio unos momentos. Seth, debió haber llamado a Seth como segunda opción después de su madre. Pero no ir a ver a Jacob. Era una pésima idea.
El chico insistió.
-Vamos, sé que no andas por ahí hablando de eso.
Leah se detuvo y lo miró. Por eso había ido donde él. Porque no había hablado de eso con nadie más. Nadie habría querido escucharlo.
El mismo Jacob no había querido hacerlo pero ella… Ella sólo lo había dicho.
-Creo… que he pasado ya suficiente tiempo como humana. Y tenías razón. - él la miró sin entender y ella resopló. Los hombres eran lentos para esas cosas. - Ha vuelto. Mi periodo, ha vuelto. Creo que soy fértil, de nuevo.
Procesar esa información no era tan fácil como decirla, o al menos eso pensó Jacob en los segundos que se quedó estático y sin reacción. Luego, para estupefacción de ambos, la abrazó.
Tras unos segundos, Leah se soltó de él azorada.
-Hey, ¡tienes que contenerte! Seré fértil pero tú para reproducirte tienes que esperar a que el renacuajo ese que está en tu casa crezca un poco más.
Jacob se sonrojó y se molestó a partes iguales, pero decidió ignorar el comentario ofensivo hacia Nessie por una vez.
Trató de recuperar la compostura e ignorar el abrazo también.
-Entonces, quieres mi permiso para ir a buscar un compañero de reproducción lejos de aquí.
Leah sonrió.
-Puedes ponerlo de esa forma.
-¿No te agradan los candidatos por acá?
-Espero encontrar uno que no sepa nada de fríos, lobos o nada por el estilo. Y por supuesto, que no vaya a imprimar a la primera de cambio.
Jacob asintió ante la referencia a Sam.
Porque, tenía que referirse a Sam, ¿no?
-¿Esperas imprimar lejos de aquí?
Leah negó.
-Creo que tenías razón… Tal vez no sea tan malo sólo enamorarse como una persona normal. No creo que me quede otra opción, en realidad. - se dio cuenta del tono sombrío que estaba utilizando y añadió - De cualquier forma, he visto que los imprimados se vuelven muy aburridos como compañía.
Jacob sonrió y entrecerró los ojos mirándola acusador.
-Creí que ser buena compañía no te importaba.
Leah sonrió a su vez, y Jacob miró algo incómodo a su alrededor.
-¿Sabes? Ese día dijiste que tú no imprimabas porque había algo malo contigo.
-¿Realmente recuerdas algo de lo que sucedió antes de Nessie? Me sorprendes.
-No me cambies el tema - dijo Jacob frunciendo el ceño - que esta es de esas cosas que se dicen una vez y no quiero que dejes salir luego de tu cabeza.
Leah no dijo nada y lo miró esperando.
-Creo que te equivocabas. - continuó Jacob.
-Por supuesto, te gusta llevarme la contraria.
-En serio - dijo Jacob mirándola a los ojos - No hay nada mal contigo. ¿Sabes? Creo que la naturaleza no se atreve a arriesgarse con la elección que haríamos si no imprimáramos. Pero creo que en tu caso, por ser mujer y eso… Creo que se fía de ti. Posiblemente confía en tu capacidad de encontrar al reproductor indicado. Dicen que las mujeres son más listas que los hombres… A veces creo que es cierto. Eres más fuerte que nosotros, más fuerte que yo. Sin la imprimación no sé si lo habría superado... tú lo has hecho todo sola.
Leah bajó la mirada.
-Eres un optimista. Pero… gracias.
Se quedaron en silencio unos momentos hasta que el chico suspiró.
-Bueno… Puedes irte - dijo Jacob como si fuera obvio - Sólo… avisa cuando te vas.
Leah asintió.
-Considérate notificado, me iré mañana temprano.
-Oh… ¿temprano?
-Bueno… Tal vez a medio día.
-Ya… -Jacob odiaba las despedidas- ¿Sabes dónde irás?
-Aún lo estoy decidiendo. Igual podrás llamarme por teléfono si… Si la manada me necesita.
-Claro, claro, no te preocupes - dijo Jacob rápidamente, restándole importancia al punto. - Sólo… Avísame cuando vuelvas.
Leah asintió mirándolo a los ojos, aunque estaba pensando en que no sabía si volvería.
En eso, unos gritos llegaron claramente a sus oídos.
-¡Jacob! ¡Jacob, ¿dónde estás?!
Los dos miraron en dirección a la casa. Leah resopló y Jacob sonrió.
-Es Nessie, debe estar aburrida ya, le prometí llevarla a la playa.
-Claro, no la impacientes - dijo Leah - Adiós, Jacob.
-¡Adiós Leah! ¡Buena suerte!
Jacob corrió hacia la casa sin mirar atrás. Leah lo vio alejarse y luego siguió su camino en la dirección contraria.
No creía que Jacob tuviera razón y la naturaleza, el destino o quien fuera le daba la oportunidad de elegir a quien quería de pareja.
Estaba simplemente segura de que la naturaleza, el destino o quien fuera se reía de ella descaradamente en su cara.
twilight: leah,
twilight,
twilight: jacob black