Meme besos: Beso 5, Ron/Lav Lav
Este va para
musguita quien pidió esta pareja. Nunca había pensado en escribir de ellos, pero no ha sido una mala experiencia. De hecho, me encanta volver a mi charco, digo, a mi fandom, HP.
A ver si les gusta como quedó.
Victoria (Ron/Lav Lav)
Ese día era su día. Bueno no, su día había sido cuando el curso anterior habían ganado la copa gracias a él. Ahora que lo pensaba, ellos tampoco habían estado con él. Pero este año, ese era su día. Había hecho una gran actuación, y no había sido con ayuda de una poción, no: había sido él solito.
Un poco de ayuda de Harry, pero no iba a quedarse en esos detalles y trucos.
Era un día que le habría encantado celebrar con sus amigos. Con Hermione. Con la misma Hermione que semanas atrás en los invernaderos lo había invitado a ir con ella a la fiesta de Slughorn.
Pero, ¿a quien iba a engañar? Lo había invitado seguramente para que no anduviera de mal humor, por piedad, por lástima. Ella no quería de él lo que él quería de ella… ¿Cómo podía aspirar a ello siquiera? Hermione era lista, era genial… se había besado con una estrella internacional de Quidditch… Y no lo consideraba a él capaz de hacer nada por su propia cuenta.
Lo creía un inútil, un segundón…
De repente se detiene. Ha subido a toda velocidad hacia la torre de Gryffindor, pero el ambiente de fiesta que se respira en la torre no lo ha contagiado. Ahora sin embargo, alguien detiene su paso. Ese alguien lleva una falda corta, tiene las piernas torneadas, y sostiene dos bebidas en las manos.
-Hola Ron, felicidades, ¡estuviste fantástico!
La entonada voz de Lavander llega a sus oídos, y su mirada se posa en su rostro. Le está sonriendo de manera encantadora, y sus ojos claros lo miran con admiración.
-¿No creías que me fuera tan bien, verdad? - masculla Ron.
Ella abre los ojos, sorprendida.
-Claro que no tonto, ¡estaba segura de que lo harías bien! ¿No ves?
Entonces los ojos de Ron se posan en la camiseta de la chica. Lleva una placa que dice “Weasley es mi rey”. Sus orejas se sonrojan, y se siente unos centímetros más alto cuando una sonrisa segura se forma en su rostro.
-¿Quieres? - le ofrece Lavander acercándole un vaso con un líquido rojizo - Es whisky de fuego, lo he conseguido para la ocasión.
¡Lo ha conseguido para la ocasión! ¿Eso quiere decir que lo esperaba de verdad? ¿En serio creía que lo haría bien?
Ron toma el vaso y le sonríe, y Lavander parece a punto de dar palmas de felicidad. No sabe dónde están Harry y Hermione, pero sabe que en ese momento tiene una oportunidad única. Lleva todo el curso buscando el momento propicio y parece ser este.
Se ríe un poco cuando Ron tose al tomar el primer trago.
-A mí me pasó lo mismo. - dice ella - No pasa nada. Con unos dos tragos más ya ni lo sientes.
Era cierto, no lo sentía ya quemar en la garganta. Pero lo sentía también dándole seguridad y punzando un poco su valentía. También parecía aclararle la mente.
¿Por qué seguir sufriendo por Hermione, si ella nunca vería en él lo que él veía en ella?
¿Por qué seguir intentando algo que no tenía sentido?
Lavander lo apreciaba, se lo había demostrado todo el curso. Ella lo creía gracioso, inteligente y capaz. Ella no lo veía como un segundón o un inútil. A ella le gustaba.
Y estaba ahí, con su adorable sonrisa, con sus miradas sugerentes y su actitud cariñosa.
¿Qué más podía pedir?
De repente se dio cuenta que no estaba presentando atención a lo que Lavander decía. Se había dejado llevar por sus pensamientos. Ella lo notó y se detuvo.
-¿Sucede algo, Ron?
Entonces no lo pensó. Se acercó a ella impulsivamente, y en el momento que sus labios tocaron los de ella recordó que nunca había besado a nadie y no sabía como hacerlo. Sin embargo, antes de que se retirara avergonzado y tratara de lanzarse un avada con su propia varita, Lavander tomó su cara entre las manos y lo besó.
Fue una experiencia única. La chica lo guió con habilidad, y pronto se dejó llevar por sus instintos. Un poco de ayuda del alcohol y otra mucha de su determinación. Lavander no era Hermione, pero era su mejor opción.
musguita quien pidió esta pareja. Nunca había pensado en escribir de ellos, pero no ha sido una mala experiencia. De hecho, me encanta volver a mi charco, digo, a mi fandom, HP.
A ver si les gusta como quedó.
Victoria (Ron/Lav Lav)
Ese día era su día. Bueno no, su día había sido cuando el curso anterior habían ganado la copa gracias a él. Ahora que lo pensaba, ellos tampoco habían estado con él. Pero este año, ese era su día. Había hecho una gran actuación, y no había sido con ayuda de una poción, no: había sido él solito.
Un poco de ayuda de Harry, pero no iba a quedarse en esos detalles y trucos.
Era un día que le habría encantado celebrar con sus amigos. Con Hermione. Con la misma Hermione que semanas atrás en los invernaderos lo había invitado a ir con ella a la fiesta de Slughorn.
Pero, ¿a quien iba a engañar? Lo había invitado seguramente para que no anduviera de mal humor, por piedad, por lástima. Ella no quería de él lo que él quería de ella… ¿Cómo podía aspirar a ello siquiera? Hermione era lista, era genial… se había besado con una estrella internacional de Quidditch… Y no lo consideraba a él capaz de hacer nada por su propia cuenta.
Lo creía un inútil, un segundón…
De repente se detiene. Ha subido a toda velocidad hacia la torre de Gryffindor, pero el ambiente de fiesta que se respira en la torre no lo ha contagiado. Ahora sin embargo, alguien detiene su paso. Ese alguien lleva una falda corta, tiene las piernas torneadas, y sostiene dos bebidas en las manos.
-Hola Ron, felicidades, ¡estuviste fantástico!
La entonada voz de Lavander llega a sus oídos, y su mirada se posa en su rostro. Le está sonriendo de manera encantadora, y sus ojos claros lo miran con admiración.
-¿No creías que me fuera tan bien, verdad? - masculla Ron.
Ella abre los ojos, sorprendida.
-Claro que no tonto, ¡estaba segura de que lo harías bien! ¿No ves?
Entonces los ojos de Ron se posan en la camiseta de la chica. Lleva una placa que dice “Weasley es mi rey”. Sus orejas se sonrojan, y se siente unos centímetros más alto cuando una sonrisa segura se forma en su rostro.
-¿Quieres? - le ofrece Lavander acercándole un vaso con un líquido rojizo - Es whisky de fuego, lo he conseguido para la ocasión.
¡Lo ha conseguido para la ocasión! ¿Eso quiere decir que lo esperaba de verdad? ¿En serio creía que lo haría bien?
Ron toma el vaso y le sonríe, y Lavander parece a punto de dar palmas de felicidad. No sabe dónde están Harry y Hermione, pero sabe que en ese momento tiene una oportunidad única. Lleva todo el curso buscando el momento propicio y parece ser este.
Se ríe un poco cuando Ron tose al tomar el primer trago.
-A mí me pasó lo mismo. - dice ella - No pasa nada. Con unos dos tragos más ya ni lo sientes.
Era cierto, no lo sentía ya quemar en la garganta. Pero lo sentía también dándole seguridad y punzando un poco su valentía. También parecía aclararle la mente.
¿Por qué seguir sufriendo por Hermione, si ella nunca vería en él lo que él veía en ella?
¿Por qué seguir intentando algo que no tenía sentido?
Lavander lo apreciaba, se lo había demostrado todo el curso. Ella lo creía gracioso, inteligente y capaz. Ella no lo veía como un segundón o un inútil. A ella le gustaba.
Y estaba ahí, con su adorable sonrisa, con sus miradas sugerentes y su actitud cariñosa.
¿Qué más podía pedir?
De repente se dio cuenta que no estaba presentando atención a lo que Lavander decía. Se había dejado llevar por sus pensamientos. Ella lo notó y se detuvo.
-¿Sucede algo, Ron?
Entonces no lo pensó. Se acercó a ella impulsivamente, y en el momento que sus labios tocaron los de ella recordó que nunca había besado a nadie y no sabía como hacerlo. Sin embargo, antes de que se retirara avergonzado y tratara de lanzarse un avada con su propia varita, Lavander tomó su cara entre las manos y lo besó.
Fue una experiencia única. La chica lo guió con habilidad, y pronto se dejó llevar por sus instintos. Un poco de ayuda del alcohol y otra mucha de su determinación. Lavander no era Hermione, pero era su mejor opción.