Este beso lo pidió
musguita. Nunca había escrito de ellos, y no sé como habrá quedado, aunque es mucho más breve que las anteriores. Con esta ya solo me falta un beso de este fandom, pero aun no tengo una buena idea, así que lo dejo para luego.
Redención (Alice/Jasper)
Ella es como un ángel. Una bailarina de luz y color que flota sobre la Tierra como un hada perdida en un mundo gris. Porque la tristeza que ha vivido no llega a sus ojos, porque su sonrisa baila ante ti como si solo tú la merecieras.
Tú, que no mereces nada.
Eres como un ángel oscuro que la sigue. Un ángel que cayó en desgracia, y cuyos rubios cabellos no son más que el brillo de la pasada bondad que en ti pudo haber existido. Esa que has manchado con la sangre de miles de inocentes, con la condena a la oscuridad que haz repartido a cientos como tú.
Por eso agachas la mirada, sin atreverte a llevar la frente alta. Por eso vistes de negro, porque la oscuridad ha hallado nido en tu vida desde hace mucho tiempo. Te mantienes entre las sombras y la miras danzar bajo la lluvia, feliz como si fuera tan solo una niña. Ella, toda luz, tú, la oscuridad que no merece redención.
Así que no entiendes por qué se acerca a ti de esa forma. Por qué sus ojos brillan con cariño y sus labios te sonríen dándote aliento. Es incomprensible como te toma de las anos y te lleva con ella a la lluvia, y sientes tus cabellos empapados pegarse a tu cráneo. La ropa se pega a tu piel pero no sientes frío. El frío se apoderó de ti hace años y nunca te ha dejado.
Y ella ríe y levanta la cara para sentir el agua correr por su rostro. Y tú la miras extasiado, porque no entiendes cómo puede vivir así, si ella lleva encima también una condena.
Tal vez porque es un ángel que ha sido condenado, y no un condenador, como fuiste tú.
Entonces te mira de nuevo y estrecha tus manos con fuerza. No puedes apartar la mirada de sus ojos, que te miran de una forma que no mereces. No te miran acusadores, no te recuerdan los crímenes cometidos. Solo te miran como si merecieras ser visto.
Y ella sonríe y se inclina hacia ti, y sus labios tocan los tuyos suavemente, con una caricia tan delicada que resulta un bálsamo para ti.
Quizá es posible encontrar la redención a través de sus labios.