(El título no tiene nada que ver con el contenido del post. Es que estaba re-leyendo
Mapas Mudos, y me gusta la frase, me gusta el contexto de uso (por
truchita ), y la quise usar)
Yo creía que ayer estaba adolorida, pero me equivoqué estrepitosamente. Hoy no me puedo mover. Nunca pensé que caminar podía traer dolor de caderas, que sentarse era como para sufrir y pararse, para que lo menciono. Y me escucho como una vieja de 80!!!!!! Necesito un masaje para recuperar mi cuerpecito, o un cuerpo de repuesto.
Me han mandado la info para comprar el Dragonpass. Al fin hemos vuelto a poder comprarlo a través de lugares físicos, lo que me hace muy, pero muy feliz. CONCILIO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Reventón rolero nerd!!!!!!!!!!!!!!!!! Queda poquito, muy poquito.
Mientras vagaba por ahí, acabo de ver en Internet que esta la edición en español de la novela gráfica de Artemis Fowl. Y Los archivos de Artemis Fowl. Y los quiero ahora, pero ya, en edición linda, porque para mi estos libros son COLECCIÓN y vicio. Estoy 100% enamorada de todos los personajes y las situaciones.
Llevo un par de días escuchando en bucle Hikari no naka he (como cada vez que veo una frase japonesa escrita en letras romanas, no puedo estar segura de cómo es mientras no la vea en hiragana. Así que lo vamos a dejar así, perdonándome si está mal escrita). Y aunque ya no me hace llorar a moco tendido como hasta hace poco, aun me da algo de penita. Supongo que en algún momento entre que leí la letra y ahora, crecí o dejé de entender lo violento que son los sentimientos a los 15 años. O simplemente me insensibilicé al dolor ajeno-propio. Como sea, entre tanta lectura de fics Ron/Hermione, y la extraña memoria que no me deja pasar de ciertas escenas absolutamente rosas del anime y el cine, ando con ataque de enamoramiento romantico-cursi. Escuchando canciones de Escaflowne, Amaral y Mecano, un toque de Bosé y nada de conexión con el mundo real, hasta que seguramente terminaré viendo Howl’s Moving Castle o me superaré a mi misma y buscaré esa película que resume exactamente aquello que somos como miembros de una sociedad que está pensada para protegernos, mas allá de nosotros. Esa película se llama “El año que fuimos felices”, y trata de un hombre que deja a su familia por irse con una mujer de la que se ha enamorado verdadera y perdidamente. Luego de vivir fuera de la realidad y ser realmente felices, se dan cuenta que han hecho mucho daño a personas inocentes, y que una vez que adquieres ciertos compromisos no te puedes hacer a un lado sin más. Que por más que no queramos asumirlo, de eso se trata ser adultos, y deciden separarse para volver a sus lugares originales. Solo la vi una vez, de esas por error, una tarde de aburrimiento. Pero es tan clara, tan profundo el amor, y tan grande el sentido de madurez de las decisiones finales, que me parece casi referencial.
Y creo que hace eones no conseguía escribir tanto en un día.