Porque yo soy mi proyecto más importante (y lo valgo).
Hace tiempo que no hago un reporte de mis propósitos del 2011, así que decidí hacer uno cortito ahora:
En los propósitos que tienen que ver con mi presentación personal, debo decir que me he hecho amigui de la plancha de pelo, el maquillaje y algunos accesorios. Un clóset fabuloso se construye con más gusto del que yo tengo, así que hago lo que puedo. Modestia aparte, creo que hice un gran trabajo con mi ropa de invierno nueva. Espero replicarlo cuando renueve mi ropa de verano que está en peores condiciones que estaba mi ropa de invierno cuando compré todo de nuevo (todo, hasta calzones). Ok, los calzones no los necesitaba, pero estaban lindos.
Hay otras cosas que son más sencillas porque la naturaleza ayudó, y la economía también, y he podido convertir la manicure y pedicure en rutina. Sobre todo desde que encontré una podóloga cerca de la casa, que era lo que me faltaba. Me inscribí en el gimnasio de la oficina, y trato de ir sagradamente 2 veces a la semana y voy a empezar con la tercera pronto. Puede que sea pura impresión, pero me parece que estoy menos gordis, y si no me dan mis verduritas crudas en el almuerzo, pataleo. Además, me dan repetición de espinacas si la pido :).
He podido concretar algunos planes que tenía postergados hace tiempo, como ordenar el clóset (el lugar físico), y la ropa me quedó ordenadita (el cajón de los calcetines-pantys-camisetas es mi orgullo), los zapatos también, y hasta encontré cosas que no recordaba que tenía. Eso me ayudó a no tener que comprar tantas cosas. También me dediqué tiempo para la decoración, con mis dos talleres de este año, y aún tengo pendiente sumergirme en el mudo del scrapbooking, haciendo algo más que mirando trabajos por internet.
Me regalé para el cumpleaños un teléfono (Sam, ya lo conocen) que es más inteligente que yo, y aveces me pilla, pero estoy contenta con él. Me tomo las cosas con más calma (o eso creo) y he ganado amigos a los que no quiero soltar. También me ha quedado tiempo para mis proyectos alternativos, y eso me entretiene.
Creo que siempre me quedará París, y sin importar lo bien o mal que esté económicamente aquí, en algún momento voy a ir a darme una vuelta larga por el resto del mundo, para probar la comida, mirar a la gente y descubrir cosas interesantes. Ya que lo importante no es el final de camino, sino el trayecto, voy a ponerle color a la berma.
En los propósitos que tienen que ver con mi presentación personal, debo decir que me he hecho amigui de la plancha de pelo, el maquillaje y algunos accesorios. Un clóset fabuloso se construye con más gusto del que yo tengo, así que hago lo que puedo. Modestia aparte, creo que hice un gran trabajo con mi ropa de invierno nueva. Espero replicarlo cuando renueve mi ropa de verano que está en peores condiciones que estaba mi ropa de invierno cuando compré todo de nuevo (todo, hasta calzones). Ok, los calzones no los necesitaba, pero estaban lindos.
Hay otras cosas que son más sencillas porque la naturaleza ayudó, y la economía también, y he podido convertir la manicure y pedicure en rutina. Sobre todo desde que encontré una podóloga cerca de la casa, que era lo que me faltaba. Me inscribí en el gimnasio de la oficina, y trato de ir sagradamente 2 veces a la semana y voy a empezar con la tercera pronto. Puede que sea pura impresión, pero me parece que estoy menos gordis, y si no me dan mis verduritas crudas en el almuerzo, pataleo. Además, me dan repetición de espinacas si la pido :).
He podido concretar algunos planes que tenía postergados hace tiempo, como ordenar el clóset (el lugar físico), y la ropa me quedó ordenadita (el cajón de los calcetines-pantys-camisetas es mi orgullo), los zapatos también, y hasta encontré cosas que no recordaba que tenía. Eso me ayudó a no tener que comprar tantas cosas. También me dediqué tiempo para la decoración, con mis dos talleres de este año, y aún tengo pendiente sumergirme en el mudo del scrapbooking, haciendo algo más que mirando trabajos por internet.
Me regalé para el cumpleaños un teléfono (Sam, ya lo conocen) que es más inteligente que yo, y aveces me pilla, pero estoy contenta con él. Me tomo las cosas con más calma (o eso creo) y he ganado amigos a los que no quiero soltar. También me ha quedado tiempo para mis proyectos alternativos, y eso me entretiene.
Creo que siempre me quedará París, y sin importar lo bien o mal que esté económicamente aquí, en algún momento voy a ir a darme una vuelta larga por el resto del mundo, para probar la comida, mirar a la gente y descubrir cosas interesantes. Ya que lo importante no es el final de camino, sino el trayecto, voy a ponerle color a la berma.