VIVA LA AUTORREFERENCIA

Jun 21, 2010 16:47

Antes que todo y nada, gracias miles a Bea.
Sí, también caigo en la autorreferencia, y no es que la vanidad sea mi sillón de reposo, pero alguien del mundo virtual reseñó/criticó mi novela y como quiero millones de personas la lean (sí, tengo ataques a lo mega star literaria). Aquí va la reseña...

DOS RINCONES EN EL MUNDO

S.J. Valenzuela

Cass es una mujer triste; vive con un hombre y ni siquiera sabe la razón por la qué lo hace, se siente infinitamente sola y una conversación vía Internet pondrá algo de vida a su rutina. De pronto se encuentra esperando saber quién es el que está del otro lado, en un idioma que casi ni conoce. Descubrirlo la llenara de inquietud y entusiasmo. Navel es un músico buscando inspiración para una canción. Y ella sin saberlo se la dará.

La novela sólo tiene una perspectiva: la de Cass. Sufrimos con ella, toda la novela y seguimos sufriendo cuando vemos que jamás sabremos cuáles son los miedos, sentimientos o deseos de Navel y cuando los dice, pues, no le crees, dudas, nunca termina de convencerte. Y eso me molesta, ¿Cómo amar a mi protagonista o sufrir por ella si no puedo ver qué pasa por el otro lado? S.J. ¡Quiero saber sí debo odiar o amar a Navel! ¡Quiero saber sí será bueno o malo que ellos se conozcan!! Llego así a mi peor crítica de la novela: nunca sabemos qué siente o piensa Navel. Pero Cass es otra cosa, ella deja que conozcamos sus sentimientos y él sólo obtiene los versos para sus canciones. ¡No me agradas Navel!

Lo primero que impacta en Dos rincones es su vocabulario, me pareció tan rico e inusual que de pronto el gozo se convirtió en duda. ¿Será apreciado por cualquier lector? Es una buena pregunta ¿no creen? Soy una avezada lectora y me es difícil seguir la línea de sus pensamientos. Las palabras en S.J. fluyen cadenciosamente, pero quizás no todas sus lectoras puedan seguir esa canción.

El primer encuentro, entre Navel y Cass, ya nos presenta el eje sobre el que se vertebra la trama: una larga conversación entre dos desconocidos que llenan sus soledades con un chat.

Conversación que cesa para dar paso a… ¿Sueños? ¿Recuerdos? No se sabe con certeza, quizás podría leerse de manera diferente si la autora no intentara llevarnos la delantera. Lo que me hizo preguntarme ¿deben las autoras demostrarnos que saben más que nosotros, sus lectores, o es mejor sentir que los vamos acompañando? Personalmente creo que prefiero lo segundo. No me gusta ser sorprendida ni ser obligada a exprimir mi cerebro pensando… ¿De qué habla?

Como decía, la lectura no es tan sencilla, (otra crítica y que quizás en el fondo sólo sea envidia por no poseer un vocabulario tan amplio), todo pasa entonces por la forma en que S. J. describe.

Nuestra Cass siempre tiene un adjetivo para hablar de todo; a su pareja le llama “el varón con el que dormía”. “El humano que la acompañaba en su vida“, “el macho que compartía su vida”, “Homo Agobiadorus” etc, etc, etc, etc; lo que me lleva a preguntarme, (¿Es esto una reseña o un confesionario?) ¿No impregna el texto de un toque algo impersonal? Cuando esta manera de nombrar se extiende a lo largo y a lo ancho del libro me da la sensación que lo convierte en un texto frío. Con solo ver como su pareja es mencionado no hacen faltas luces para saber que entre ellos no hay nada de nada. ¿Esta era la intención de la autora? ¿Quiere decirnos de entrada sin decirnos, “yo no amo a este macho”?

Y a medida que la novela avanza, comienzas a entender algo de esos sueños que ella deja caer de improviso sin avisarnos, ni decirnos de dónde vienen, hasta el punto en que se convierten en una novela dentro de la novela, y esperas ansioso por ella. Y de pronto lo impensable convierte a la novela de lectura pasable, en una de lectura interesable.

Navel y ella comparten los mismos sueños. Y tu idea de que venía después se va al tacho. Y de pronto te sientes tentada a empezar de nuevo y releer esos sueños que parecían descolgados y sin mucho que hacer ahí y darles un nuevo sentido o encontrarles su verdadero significado. Y acá dejo los spoilers.

“Alguien a quien no conoces o que jamás haz visto, va y se mete en tus sueños”

La nueva novela te atrapa, quieres las mismas respuestas que quieren Navel y Cass, y lees esperando develar ese misterio, y Navel cambia ante nuestros ojos y podemos entenderlo y de pronto dejas de odiar a S.J. para sonreír y decirte, -¡Mirá vos!

La realidad y lo onírico desdibujan sus límites no sólo para los personajes sino para los lectores también. Y el final… ayy no es lo que esperaba. S.J. deberían patear tu trasero. ¿Cómo puedes darle ese fin? Dime, por favor que hay una segunda parte.

¿Recomendable? Sí, la trama es brillante, una historia de amor diferente; vidas pasadas y vidas presentes se unen en la realidad y el sueño, dejándote muchas preguntas y rogando por un epílogo. Ahora me pregunto ¿Estamos destinados a repetirnos infinitamente?

Bea Sylva

La otra, (porque hay otra) tiene que ver con el sentido de humor.

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